Sábado, 19 de junio de 2004
HISTORIA DE LA CIENCIA: EL DECRETO QUE PROHIBIO A ARISTOTELES
El lamento de los 谩ngeles

1) Filis y Arist贸teles. H. Baldung Grien, 1513.
2) Plat贸n y Arist贸teles. Rafael, 1509.
3) 鈥淓l fil贸sofo鈥 seg煤n Rembrandt, 1653.
Por Leonardo Moledo y Esteban Magnani
Esta es la historia de un decreto: por cierto, no uno de aquellos a los que diez a帽os de menemismo nos acostumbraron duramente y cuyas consecuencias estamos pagando, sino de un decreto del siglo XIII, dirigido nada menos que contra Arist贸teles.
Puede resultar raro, ya que generalmente se vincula a Arist贸teles con la ciencia medieval y pregalileana (lo cual es parcialmente cierto), y de hecho, las grandes pol茅micas de Galileo sobre el movimiento de la Tierra y de los proyectiles estaban dirigidas contra los aristot茅licos a ultranza. Pero la verdad suele ser m谩s compleja que la realidad; la realidad es confusa, inerte, rara vez habla y ni siquiera a trav茅s de sus representantes. El asunto es que la suerte del aristotelismo fue enrevesada; y el que habr铆a de ser llamado simplemente 鈥淓l Fil贸sofo鈥 permaneci贸 en la oscuridad durante largo tiempo: Occidente lo recuper贸 a trav茅s del trabajo de los 谩rabes, y el renacimiento de Arist贸teles en el siglo XIII fue resistido por la Iglesia.
El 7 de marzo de 1277, Esteban Tempier, obispo de Par铆s, se levant贸 muy temprano para celebrar las misas de maitines y la煤des. Estaba un poco angustiado. Durante toda una semana hab铆a estado dando vueltas alrededor de una misma idea: no pod铆a permitir que en la Universidad de Par铆s siguieran propag谩ndose ideas falsas que confund铆an a los bien pensantes. La idea madur贸. El fr铆o del fin de un invierno particularmente 谩rido y duro lo golpe贸 cuando dio su paseo de las nueve de la ma帽ana. La idea se aceler贸. Tom贸 la pluma y firm贸 un decreto, conocido como 鈥淐ondenaciones鈥 porque justamente condenaba la ense帽anza de las tesis aristot茅licas que se opon铆an a la doctrina ortodoxa de la Iglesia.
Tempier conden贸 219 proposiciones, de las cuales 28 se refer铆an de modo expl铆cito a la ciencia natural. Las cinco m谩s importantes fueron las siguientes: 1) La idea de eternidad del mundo (imped铆a el acto creador de Dios); 2) La idea del determinismo total (imped铆a el pecado); 3) La influencia decisiva de los astros sobre las acciones humanas (contra la astrolog铆a, en definitiva una creencia pagana); 4) La doctrina del Gran A帽o, seg煤n la cual cada 36000 a帽os la historia vuelve a repetirse en forma id茅ntica (que tambi茅n excluye a Dios); 5) La teor铆a de la doble verdad (Filosof铆a y Teolog铆a separadas).
Pero en general, lo que molestaba a nuestro buen obispo era, por un lado, la limitaci贸n que la naturaleza pod铆a poner a la omnipotencia divina: por ejemplo, la proposici贸n 34 de las 鈥淐ondenadas鈥 afirmaba 鈥渜ue la causa primera (o sea, Dios) no podr铆a hacer m谩s que un mundo鈥. Esta conclusi贸n, que desempe帽a una importante funci贸n en la f铆sica aristot茅lica, resultaba inaceptable para la fe cristiana en un Dios todopoderoso que ha creado el mundo de modo libre. Algo parecido suced铆a con la proposici贸n 49, seg煤n la cual 鈥淒ios no podr铆a mover el cielo con un movimiento rectil铆neo, ya que, en ese caso, dejar铆a un vac铆o鈥. El problema que generaba esta afirmaci贸n no era que don Esteban estuviera de acuerdo con la existencia del vac铆o sino en el hecho de que hubiera algo que Dios fuera incapaz de hacer.
Y por otro lado, la separaci贸n entre naturaleza, raz贸n y voluntad divinas. Al fin y al cabo, el sistema de Arist贸teles, por err贸neo que fuera, era un intento 鈥揺l m谩s sistem谩tico y completo que se hizo en la antig眉edad鈥 por dar una explicaci贸n cient铆fica y naturalista del mundo, sin la intervenci贸n divina que el obispo Tempier consideraba indispensable, ya que, para 茅l, el mundo se conoc铆a por la fe, y no mediante la raz贸n, o lo que siglos m谩s tarde se llamar铆a ciencia positiva. Desde ya, la condena no sirvi贸 para nada 鈥揷omo suele suceder con estetipo de cosas鈥 y pronto Arist贸teles fue le铆do y ense帽ado en las universidades. Pero s铆 contribuy贸 a propagandizar la obra aristot茅lica y a instalarlo en el clima de estudios de los siglos XIII, XIV y XV. En ese sentido, una prohibici贸n contribuy贸 a que la ciencia a avanzara sobre la religi贸n y sobre la teolog铆a, hasta el punto de que el historiador de la ciencia Pierre Duhem 鈥搒iempre ansioso por mostrar que la ciencia moderna tiene una continuidad absoluta con la medieval鈥 afirm贸 que si hubiese de se帽alarse una fecha concreta para el origen de la ciencia moderna, ser铆a la del d铆a en que est谩 fechado el decreto del obispo Tempier.
El 7 de marzo de 1277 por la tarde, Esteban Tempier, obispo de Par铆s, sinti贸 un incre铆ble regocijo. 鈥淧robablemente 鈥損ens贸鈥 de todas las cosas que he hecho en mi vida, la historia s贸lo me recordar谩 por esto.鈥 Y fue verdad. Esa misma noche, antes de dormirse, crey贸 oir el lamento de los 谩ngeles, el fluir de los arc谩ngeles, el canto de los querubines, los tronos y las dominaciones y el continuo girar de los c铆rculos ang茅licos.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.