Pareciera ser lo último de lo último en art nouveau, pero no: se trata ni más ni menos que de otra incursión de la ciencia en el arte (o del arte en la ciencia). Y en este caso los protagonistas fueron dos estudiantes de física del MIT (Estados Unidos) que, alentados por un profesor y un concurso (llamado “Weird Fields”, algo así como “campos locos”), se atrevieron a representar físicamente a través de computadoras los más diversos conceptos de la física como los campos electromagnéticos.