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Viernes, 12 de febrero de 2016
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La princesita

Antonia Macri

Por Flor Monfort
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Nadie lo sabe pero la hija mayor de Macri se llama Agustina Argentina, como la patria que su padre vino a llenar de globos. El presidente dijo estar muy preocupado por su futuro sentimental, ya que tiene 34 y sigue sin novio. Gimena, la que le sigue, era hasta hace poco ayudante de cátedra del UNA, uno de los lugares que más grafitis anti Macri debe tener esta ciudad. Francisco, el menor, tiene un perfil hippie que lo excluye de los comentarios públicos del padre. Pero ninguno de ellxs sirve para la postal con perfume a realeza que intentan armar desde la campaña los Awada-Macri, una familia ensamblada que tuvo la gracia de tener una hija mujer para delicia de los trol, de Susana Giménez y de toda la pirotecnia mediática que se aprovecha de este aspecto tan Hello! que emana la flamante política de Estado. Otra que está demás en la foto llena de filtros de Instagram es Valentina, la hija que Awada tuvo con el conde Bruno Barbier, ya que nunca aparece revoloteando al trío dinámico ni haciendo caritas dulces a Papa Noel.

Antonia ha triunfado, porque Antonia es funcional. Simpática, compradora,

fashionista y súper cool, como la llaman los que reproducen su look como si fuera Paris Hilton, está en la edad en que imita a sus papis y allí aparece el día de la asunción con el brazo en alto y la sonrisa perfecta. Cantó en la tele, guiña el ojo, es irreverente porque puede y su edad se lo permite (Valentina, más cerca de la pubertad, no cuenta con tantos recursos adorables) y se viste en Cheeky, obvio, la marca de Daniel Awada, su tío, una de las más cuestionadas por producir su factura en talleres clandestinos pero tan canchera. Las denuncias contra él empezaron en 2007, mucho antes que Antonia fuera siquiera ese proyecto hermoso que llenó de alegría la vida de la familia y que vino a formar el cuadro perfecto, la imagen soñada, la más retuiteada, megusteada e invocada con adjetivos ideales para los publicitarios que pensaron en todo: Macri es un producto, Antonia una de sus mejores aliadas. Por eso visita a papi en su despacho y lo aleja del playboy que supo ser cuando desfilaba en Punta del Este con su impactante novia de los noventa, Isabel Menditeguy. A Mauricio le importa la familia más que el país, que quede claro, y para que no haya dudas arma el árbol con ellas, muere por llegar a casa a la noche para verlas y sube, religiosamente, una foto cutie por semana. Como las que los muestra en un sillón blanco, espléndidos y en cucharita, con el epígrafe “Esperando”, cuando la espera eran las elecciones pero el amor, con una justa pizca de erotismo, estaban intactos.

Si las redes sociales destilan frescura por la rapidez con la que corren, el trío presidencial siempre está impecable, resaltando esas arrugas nuevas que a Macri le encanta mostrar casi como De la Rúa improvisó el puño en la mesa cuando Mariano Grondona lo apuró por flojo. Mauri no solo no es flojo sino que además es sólido, porque le pasaron muchas cosas, sabe de fútbol y ahora también del carnaval jujeño. Y se muestra como un rey humilde que derrocha buena onda y un relax a prueba de balas de goma. Lástima que lo agarró tan fuerte al chico que se negó a sacarse la foto con él porque de otro modo casi casi que le creímos la paz interior de la mano de las limpiezas energéticas que le hace a los espacios que habita, él y Juliana con su humor impoluto, sin doble sentido ni procesamientos, y que Antonia completa con esa imperfección perfecta de los chiquitos sin remera, en la etapa de la vida en que el género no marca la cancha. Sin embargo, explotan los papis babosos a Antonita elegante, con vestidito y bonete, para festejar y brindar que los likes aumentan al ritmo de los precios y el termómetro de un verano que nos tiene un poco adormecidxs, noqueados por tantas malas noticias.

Disfrutemos de esta lección de estilo, sumemos algo de handicap a nuestros

outfits con la espontaneidad de Antonia, no pensemos en los chicos de la murga,

ni en los despedidxs ni en nada que no sume al #cambio.

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