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Viernes, 9 de septiembre de 2016
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COSAS VEREDES

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Un nuevo clip de la youtuber canadiense Anita Sarkeesian profundiza los riesgos del estereotipo de belleza y juventud que se observa entre los personajes femeninos de la vasta mayoría de los videojuegos.

Por Guadalupe Treibel
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Los videos de la youtuber, crítica cultural y feminista Anita Sarkeesian –previamente presentada en esta humilde sección– siempre dan que hablar; en especial aquellos dedicados a su especialidad: el mundillo de los videjuegos. Donde –por citar algunos logros no menores–, la joven canadiense se ha enfocado en desbancar el mito de que las mujeres son difíciles de ilustrar, animar y programar (leyenda que los propios desarrollistas alimentan hoy día); en cuestionar los outfits de heroínas de videojuegos, gratuitamente reveladores; en explicitar en qué casos las damas animadas son pura decoración o, en su defecto, mero trofeo; en subrayar personajes femeninos positivos, por los que da gusto levantar el joystick; en observar cómo, en tantísimos casos, la “higienización de la violencia contra damas hace que su consumo se vuelva aceptable”, manteniendo sensualidad y erotismo aún en cuerpitos perecientes. En descular las razones por las que los masculinos jamás son caracterizados como víctimas pasivas; y los videogames rara vez muestran interés alguno en hacer un análisis crítico de la agresividad o en explorar sus ramificaciones emocionales a nivel cultural o interpersonal…

Target favorito de trolls misóginos que la consideran un “demonio folk” y que, por sus clips esclarecedores, la amenazan constantemente con potenciales tiros, bombas o violaciones, el adalid Sarkeesian ha vuelto a levantar la perdiz esta semana con su flamante videoblog de la serie Tropes vs. Women in Video Games, que ya ha sido visto por más de 250 mil personas. En esta oportunidad, a raíz de analizar juegos como Overwatch, Ultra Street Fighter IV, League of Legends, Dota 2, entre tantísimos otros, encuentra Anita que “las figuras femeninas delgadas con tetas prominentes” son prácticamente una constante en el universo gamer. “Los héroes puede ser guapos, graciosos, extravagantes o grotescos, mientras las heroínas generalmente son convencionalmente atractivas”, coteja la dama en All the Slender Ladies, el clip en cuestión, esgrimiendo cómo, además, las mujeres son estereotípicamente bellas y necesariamente jóvenes “para atraer a los jugadores varones”. Continúa AS: “Los desarrolladores de juegos tienen que seguir trabajando activamente hacia la creación de una gama diversa de representaciones femeninas, del mismo modo que lo han hecho con las masculinas. Cuando el cuerpo de la mujer sea liberado de esta visión limitada y limitante de los estándares de belleza cultural, no solo hará que los juegos sean más interesantes, también contribuirá a que todas las mujeres sean percibidas como lo que son: individuos deseables, autónomos, humanos”.

Como nota aparte, cabe destacar que esta bloguera geek –licenciada en Sociología y Ciencias Políticas– pronto lanzará una nueva serie de videos que, bajo el título Ordinary Women: Daring to Defy History, buscan resaltar el hacer y andar de cinco ilustres desconocidas, olvidadas de los tomos oficiales de historia, cuyas bios serán recuperadas en formato animado. Sus elegidas, un lujito: la cortesana nipona Murasaki Shikibu, del siglo X, autora de la primera –y monumental– novela japonesa, Genji monogatari; la pionera lituana Emma Goldman (1869-1940), anarquista feminista; la supervillana Ching Shih, pirata cuya vida encandiló incluso a Borges, que no se resistió a narrar sus aventuras en Historia Universal de la Infamia, describiendo cómo “enfrentó sus fuerzas con las del Imperio Central. Casi cinco mil naves combatieron de sol a sol (…), remontaron las bocas del Si-Kiang multiplicando incendios y fiestas espantosas y huérfanos a babor y estribor”. Sin dejar de mencionar las dos restantes, y valiosas, rescatadas: la adelantadísima matemática Ada Lovelace (1815-1852); la grandísima Ida B. Wells (1862-1931), afroamericana sufragista que luchó incansablemente por los derechos civiles y los derechos femeninos en Estados Unidos.

“Este trabajo ha sido un grato recordatorio del rico legado de mujeres que han vencido contra cualquier pronóstico, que han luchado por justicia en sus términos, sin declinar. La misoginia, el racismo y la homofobia son un problema antiquísimo; es bueno volver a damas que han dado pelea a la opresión”, ofrece Anita sobre los ansiados cortos que, dato adicional, utilizarán estilos pictóricos y músicas de época para sumergir a los espectadores en el correspondiente tiempo a través de bonitilla animación. Por cierto: también por este pacífico proyecto Sarkeesian padeció acoso virtual de tipos que reunieron fondos (¡!) para motorizar una campaña que desacreditara el proyecto, elaborando historias conspirativas que tildaban a Anita de fraudulenta; o los embistes de machitos cabríos que decidieron contactar individualmente a la gente que financió vía crowdfunding la venidera serie, pidiendo que retiraran su apoyo económico a tan “vil” persona... En fin, más de lo mismo. Nada que desaliente a la corajuda damisela.

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