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Viernes, 23 de septiembre de 2016
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El silencio no es salud

Una adolescente puede morir por un aborto clandestino en Argentina y los medios apenas se escandalizan. Pero si se hace una charla sobre aborto legal, el grito no s贸lo llega al cielo sino hasta el Ministerio de Educaci贸n de la Ciudad, que ahora obliga a que todas las charlas que se programen en los colegios sean primero aprobadas por la supervisi贸n escolar. Una hiperburocratizaci贸n que llama al silencio y cierra las puertas de las escuelas a las voces diversas.

Por Luciana Peker

鈥淧regunta: 驴qu茅 dir铆a usted si un grupo de activistas pol铆ticos autodenominado Mujeres, Tortas, Putos, Travas y Trans entra al colegio de su hijo para fomentar el aborto con pastillas?鈥, increp贸 la editorial 鈥淐urso de desorientaci贸n sexual en el Pellegrini鈥, de Ricardo Roa, en Clar铆n, el 7 de septiembre. La respuesta: m谩s de setecientas familias de alumnxs del Carlos Pellegrini mandaron una carta a todas las autoridades del Consejo Superior de la UBA para respaldar a la charla y pedir por la libertad de expresi贸n de sus hijas e hijos. Sin embargo, siete d铆as despu茅s de la editorial de Clar铆n, el Ministerio de Educaci贸n del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires mando una normativa a todas las escuelas: 鈥淪e comunica que toda intervenci贸n o presencia de organizaciones ajenas a los establecimientos educativos deber谩 contar con la previa autorizaci贸n de la Supervisi贸n correspondiente. Esta solicitud deber谩 ser requerida por el Director/Rector mediante petici贸n debidamente fundada explicitando la fundamentaci贸n pedag贸gica, modalidad de implementaci贸n, poblaci贸n destinataria y su vinculaci贸n con los contenidos que se est茅n desarrollando en el marco curr铆cula vigente. Asimismo, las Supervisiones deber谩n informar las autorizaciones otorgadas siguiendo la correspondiente v铆a jer谩rquica鈥. El Pellegrini depende la Universidad de Buenos Aires (UBA) y no del Gobierno de la Ciudad. Pero el efecto de la sanci贸n medi谩tica contra la libertad de expresi贸n de preguntar de chicas y chicos rebot贸 en los colegios porte帽os.

驴Por qu茅 se pide que las supervisiones autoricen charlas que, hasta ahora, son usuales en colegios de puertas abiertas a la sociedad civil? La Ministra de Educaci贸n porte帽a Mar铆a Soledad Acu帽a respondi贸 a Las/12: 鈥淧edimos autorizaci贸n porque en el momento en el que los chicos ingresan al establecimiento pasan a ser responsabilidad de la escuela. Todos los d铆as las familias nos conf铆an la ense帽anza de sus hijos. La determinaci贸n surge para garantizar que todo lo que se desarrolle en la escuela tenga relaci贸n directa con los contenidos, tenga fundamento pedag贸gico y sea adecuado a la edad de los alumnos鈥.

驴Las autorizaci贸n va a ser din谩mica o va a representar un obst谩culo?

鈥揤a a ser din谩mica. Queremos que todos los alumnos y alumnas se formen en un contexto interdisciplinario relacionado con el contexto en el que viven. Esto implica un di谩logo constante, para que todo el contenido que se dicte en el aula est茅 orientado a fortalecer, ampliar y profundizar los temas acordados en el dise帽o curricular. No se van a censurar las organizaciones ni se va a prohibir la libertad de expresi贸n.

El profesor Manuel Jer贸nimo Becerra objeta la nueva reglamentaci贸n: 鈥淓l Ministerio de Educaci贸n descarga en las conducciones escolares la responsabilidad de modificar ciertas tradiciones y din谩micas escolares que obstaculizan la verdadera inclusi贸n educativa, mientras que hiperburocratiza las decisiones pedag贸gicas. El objetivo parece claro: evitar que los docentes tomemos decisiones que podr铆an contribuir a un salto cualitativo, para luego responsabilizar a las escuelas de las cosas que no funcionan鈥.

鈥淗oy ya hay autocensura por parte de los directores que ya est谩n muy reticentes a aprobar cualquier charla y eso limita el uso de su propio criterio pedag贸gico y el derecho de los pibes y pibas, y de las familias, a acceder a un debate plural de ideas. No funciona una educaci贸n restrictiva. Los pibes necesitan espacios de participaci贸n. La educaci贸n queda hu茅rfana si ignora actores sociales din谩micos. No se puede restringir la libertad de expresi贸n y el intercambio de informaci贸n y de ideas鈥, remarca Ernesto Golomb, integrante de Familias x la Escuela P煤blica.

鈥淣os parece muy grave y afecta a la calidad democr谩tica del sistema educativo鈥, opina Carolina Brandariz, secretaria de G茅nero de UTE/CTERA.

Uno de los titanes medi谩ticos contra la charla en el Pellegrini fue el m茅dico y periodista Nelson Castro descompuesto porque mujeres sin t铆tulo en medicina hablaban de aborto . La editorial de La Naci贸n del 15 de septiembre apunt贸: 鈥(el aborto es) una cuesti贸n de por s铆 muy controvertida que, en todo caso, deber铆a estar reservada a m茅dicos y profesionales de la salud, pero no a meros adoctrinadores pol铆ticos, cuyo 煤nico aval habr铆a sido una invitaci贸n del centro de estudiantes鈥.

La m茅dica Viviana Mazur interpela: 鈥淐on el misoprostol los trabajadores de la salud aprendimos de lo que las mujeres hac铆an. La corporaci贸n tiene miedo a perder poder m谩s que una reflexi贸n real sobre los cuidados necesarios en un proceso de interrupci贸n del embarazo鈥. En realidad, no solo la escuela puede hablar de aborto legal, sino que debe ya que forma parte de los contenidos obligatorios de la Educaci贸n Sexual Integral (ESI).

La Campa帽a por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito public贸 una gu铆a para docentes. Celeste Mac Dougall subraya: 鈥淣o es que sobre el aborto s贸lo pueden hablar m茅dicos/as. Es un tema que tiene que ver con derechos ratificados por el fallo F.A.L (de la Corte Suprema de Justicia de la Naci贸n) como el derecho a la salud. Tenemos la obligaci贸n de darle a chicas y chicos la informaci贸n que necesitan y es un derecho de chicas y chicos recibir esa informaci贸n鈥.

Pero, adem谩s, las charlas son parte de las preguntas que chicos y chicas quieren hacer. Ofelia Fern谩ndez tiene 16 a帽os y es la presidenta del Centro de Estudiantes del Carlos Pellegrini. Ella enfatiza: 鈥淣o es casual que salga una resoluci贸n que intenta reglamentar los contenidos justo despu茅s de demonizar lo que pas贸 en mi colegio. Hoy la ley de Educaci贸n Sexual Integral no cuenta con implementaci贸n real. Y es, entonces, ante el vac铆o que dejan las instituciones que nosotras decidimos profundizar la discusi贸n鈥.

Santiago Legato, de 18 a帽os, vocero del Centro de Estudiantes del Nicol谩s Avellaneda refuerza: 鈥淩eclamamos la aplicaci贸n de la ley de Educaci贸n Sexual Integral (ESI) que no se aplica en casi ning煤n colegio y depende de la voluntad de profesores/as. Por eso estoy en contra de m谩s normativas que traben las charlas en los colegios y que la autorizaci贸n pase por la supervisi贸n es una traba m谩s para hablar de violencia de g茅nero, gatillo f谩cil, ESI y aborto, que son temas que los colegios no se hacen cargo y nosotros los abordamos en charlas鈥.

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