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Viernes, 28 de octubre de 2016
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De diseño radiactivo

Por Guadalupe Treibel
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“La vajilla de la empresa Atomteller actualiza los platos holandeses y sus tradicionales diseños de azulinos molinos de viento, con otro tipo de generador de energía, más cercano a nuestros tiempos: las centrales nucleares”, introduce el sitio Boing Boing sobre una peculiar iniciativa de la artista alemana Mia Grau y su socio Andrée Weissert, creadores de la citada firma. Devenida viral, dicho sea de paso, por esta flamante serie de porcelana que, lejos ya de las bucólicas imágenes de antaño, los patrones florales, los tupidos paisajes, es emperifollada por ilustraciones de plantas nucleares, entendidas por la dupla en radioactiva clave sardónica: como vestigios de una época pasada, signos de una tecnología vetusta y peligrosa. “Monumentos del error, esperanza del ayer, folklore del mañana”, define la compañía que, en su web, invita a abonar 39 euros por cada unidad -de 20 centímetros de diámetro, para más precisiones-, con la opción de hacerse del set de 19 a cambio de 680 billetes. Los platos, todos cuidadosamente marcados por temáticos motivos en azul cobalto, aptos para microondas y lavavajillas, con un folleto adicional de ¡56 páginas! Que, cabe suponer, trae precisa información acerca de las numerosas centrales nucleares que Atomteller presenta como posibles dibujos.

Centrales reales del país germano (la de Isar, Biblis, Hamm-Uentrop o Grohnde, entre otras), de las que se brinda en el reverso: sus coordenadas exactas en las mentadas latitudes, el nombre de la provincia en la que se encuentra, cuerpos de agua cercanos, tipo de reactor, rendimiento, fecha de construcción y operación, empresa propietaria, entre otras bondades. Como, por caso, los accidentes que ocasionó la horrífica instalación industrial. “Como catedrales de una visión global tecnológica, estas centrales prometieron independencia y crecimiento infinito. Son un testimonio de su tiempo, una reliquia del progreso, un símbolo de la nueva era. Pero así como los días de los molinos de viento quedaron atrás, hoy el crepúsculo se cierne sobre las plantas nucleares”, explica la dupla sobre su tópico de elección, en platos decorativos listos para el guiso o la pared, según se prefiera. Más en www.atomteller.de.

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