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Viernes, 22 de septiembre de 2006
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educacion

Intercambios

Viajar hasta otro pa铆s para conocerlo a partir del contacto directo y volver con esa experiencia para compartir el aprendizaje con la comunidad de origen son las premisas de la Escuela de Educaci贸n Popular sueca. En la Argentina acaba de dictarse uno de sus cursos, para un grupo que cuenta con subvenci贸n de grupos feministas y ambientalistas.

Por Sandra Chaher
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Respondiendo a la idea de que la mejor forma de aprender es a trav茅s de la experiencia, la Escuela de Educaci贸n Popular de F盲rnebo, en Suecia, viene implementando este sistema hace casi 30 a帽os. En el 2006, un grupo de 18 alumnas y alumnos comenzaron el curso 鈥淎rgentina y movilizaci贸n social鈥: durante dos semanas perfeccionaron su castellano, vivieron un mes con campesinas y campesinos en distintas provincias, y pasaron a la tercera etapa del viaje, el contacto con organizaciones sociales. Pronto llegar谩 el 煤ltimo tramo: el desarrollo de un tema libre y las vacaciones antes de volver a Suecia, donde retomar谩n las clases. Luego tendr谩n tres meses para desarrollar proyectos comunicacionales en el formato que quieran 鈥搊bras de teatro, papers, exhibiciones pl谩sticas鈥 y a rodar: los trabajos se presentan en recorridos que abarcan toda Suecia, para que las comunidades tambi茅n entren en contacto con ese mundo que descubrieron alumnas y alumnos.

Las organizaciones elegidas por este grupo, para intercambiar y convivir con ellas, fueron la f谩brica Zanon, la organizaci贸n campesina mapuche Gueche, la Asociaci贸n Civil Sue帽os del Sur (en Neuqu茅n), H.I.J.O.S. (en C贸rdoba), el Centro Ecum茅nico de Educaci贸n Popular (Cedepo), la Coordinadora de Trabajadores Desocupados (CTD) An铆bal Ver贸n, la sede de la Industria Metal煤rgica Pl谩stica Argentina (IMPA) y La Casa del Encuentro (en Buenos Aires). En la Casa del Encuentro, el espacio feminista social y cultural con sede en Villa Crespo, Asa L枚nn y Moa Friman ofrecieron una charla poco antes de terminar su intercambio. Asa tiene 27 a帽os, est谩 casada con un ecuatoriano al que conoci贸 en un curso anterior (en Ecuador, tres a帽os atr谩s, sobre Equidad de G茅nero); Moa tiene 22 a帽os y es la primera vez que viene a Am茅rica latina. Los motivos de ambas fueron similares: 驴qu茅 hab铆a pasado en la Argentina despu茅s de la crisis del 2001?

Asa hab铆a estado en la Argentina en el 2005, preparando el curso a partir de eso que en el mundo se llama 鈥渓aboratorio argentino鈥 y por lo cual en los 煤ltimos a帽os nuestro pa铆s se transform贸 no s贸lo en centro del turismo recreacional sino tambi茅n intelectual y social. 鈥淨uer铆amos saber qu茅 se hac铆a despu茅s de la ca铆da de un proyecto neoliberal, si pueden sobrevivir las f谩bricas recuperadas en una econom铆a capitalista. Y volv铆 a Suecia con el sentimiento de que aqu铆 la lucha era muy positiva, que se puede seguir adelante.鈥

El de las escuelas populares, explicaron, es un proyecto particular de educaci贸n democr谩tica. 鈥淓n Suecia, y en los pa铆ses n贸rdicos, tenemos una larga tradici贸n de educaci贸n popular 鈥揹ijo Asa鈥. Ciento cincuenta a帽os atr谩s, en mi pa铆s hab铆a universidades que no estaban abiertas a los campesinos y al pueblo, s贸lo a la gente rica. Entonces, la gente de pueblo hizo sus propias escuelas y la primera escuela de educaci贸n popular sueca se fund贸 hace 130 a帽os. Esto tiene que ver con la tradici贸n pol铆tica de los pa铆ses n贸rdicos que dice que la educaci贸n es la base del pensamiento democr谩tico.鈥 Las escuelas populares no integran el sistema formal: en ellas no se aplican notas, y sus t铆tulos no sirven para acceder a la universidad, pero s铆 pueden sumar puntaje para despu茅s intentar el acceso al sistema formal. Por lo general, alumnas y alumnos tienen entre 20 y 25 a帽os y est谩n entre el secundario y la universidad. Moa, por ejemplo, estudiaba Econom铆a en la universidad antes de entrar a F盲rnebo, pero a煤n no sabe si volver谩 a la universidad al final del curso en la escuela, porque parte del legado de los cursos es que alumnas y alumnos salgan a la comunidad para compartir lo aprendido, creen sus propias organizaciones de intercambio y colaboren con los principios compartidos durante el a帽o de convivencia escolar. Estos principios est谩n determinados por las organizaciones que financian cada escuela. Si bien a todas las apoya el Estado sueco, en cada una hay organizaciones particulares que orientan y tambi茅n subvencionan. En el caso de F盲rnebo, situada en el pueblo de 脰sterf盲rnebo, los 鈥渄ue帽os鈥 son 15 organizaciones ambientalistas, feministas, de desarrollo democr谩tico, y una dedicada a temas de Africa.

鈥撀縌u茅 conocimientos de g茅nero reciben en la escuela?

Asa L枚nn: 鈥揅omo algunas organizaciones feministas son parte de la direcci贸n de la escuela, los principios de equidad de g茅nero 鈥揳s铆 como medio ambiente鈥 se aplican en los cursos y en la convivencia. Tambi茅n trabajamos sobre clase social y etnia, pero como la mayor铆a de los alumnos somos de clase media no hay muchos conflictos de este tipo, pero s铆 de g茅nero (risas). Hay algunas chicas que saben mucho del tema porque vienen de trabajar en organizaciones, y otros alumnos varones que ni lo han pensado y en la convivencia aparecen los conflictos.

鈥揢stedes vienen de una sociedad muy avanzada en t茅rminos de equidad entre mujeres y varones, al menos en las normas. 驴C贸mo vieron a la Argentina?

Moa Friman: 鈥揈l machismo ac谩 es mucho peor, pero es m谩s f谩cil hablar del tema. En Suecia nadie admite que es machista, es como un tema tab煤, porque est谩 la imagen de la equidad. Pero en los espacios p煤blicos, por ejemplo, hay una atm贸sfera de incomodidad o amenaza hacia las mujeres. Los hombres creen que las mujeres somos su propiedad y hay altos 铆ndices de violencia dom茅stica y violaciones. La historia feminista sueca se remonta al 1900. En ese momento, el movimiento de mujeres ten铆a sus propios partidos pol铆ticos que ejerc铆an presi贸n sobre los partidos tradicionales para que 茅stos tomaran sus demandas, y la presi贸n hizo efecto porque las propuestas feministas fueron incluidas en las plataformas de los partidos. Pero estas incorporaciones no le alcanzaron al movimiento feminista y en el 2005 se fund贸 Iniciativa Feminista, el primer partido feminista, que competir谩 en las elecciones de septiembre del 2007.

A.L.: 鈥揚ero la prensa tiene mucho poder en Suecia y si ellos dicen que alguien no llega al Parlamento, la gente no lo vota.

鈥撀縔 c贸mo est谩 tratando la prensa a este nuevo partido?

A.L.: Bueno, es que el feminismo hoy en Suecia no es lo mismo que antes. A fines de los 鈥90 estaba de moda, los partidos pol铆ticos y los primeros ministros dec铆an que eran feministas porque adem谩s hab铆a presi贸n de los intelectuales y del movimiento de mujeres. Pero despu茅s hubo un retroceso, y ahora la relaci贸n con la prensa no es muy buena. Si dec铆s que sos feminista, te dicen que odi谩s a los hombres. Y algunos feministas, mujeres y varones, ya no hablan de feminismo sino de equidad.

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