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Viernes, 30 de enero de 2009
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MUSICA

New York Dolls

Cassie Ramone, la voz de la banda furor de Nueva York, Vivian Girls, habla desde Brooklyn y cuenta cómo es hacer punk femenino y verlo explotar por el mundo.

Por Guadalupe Treibel

Si de resistencia y contracultura se trata, de Brooklin llega el banderazo final en –ojo– punk cuidado. Porque el hit más ruidoso de Estados Unidos (“Tell The World”) se expande por el mundo, con video irrisorio y tres melenas de colores: rubia, morocha y pelirroja. Son las Vivian Girls, el grupo sensación del under newyorkino, con nombre de antología y posición asentada en la siempre-en-movimiento escalera (¿electrónica?) a la fama. Vía YouTube o myspa ce.com/viviangirlsnyc, llegan las canciones y videos del trío que crece en el semillero demócrata de Estados Unidos. Con “Tell the World”, la imagen explica la ironía y el desenfado pop. Como una pantomima expuesta, las chicas manejan, corretean y –con cara de nada– van subiendo la temperatura musical hasta los últimos minutos, cuando la fiesta se come todo: Es el mundo Vivian Girl riéndose de la solemnidad, tocando para el bosque encantado.

La historia previa a la historia habla de denominación prestada: En los 70 se conoció una obra del ilustrador/escritor Henry Darger, un desconocido que trabajaba en limpieza y había escrito (y dibujado) La historia de las Vivian, en lo que reconoce como los Reinos de lo Irreal, sobre la Guerra-Tormenta Glandeco-Angeliniana causada por la Rebelión de los Niños Esclavos. Arte marginal con título extensísimo para contar las andanzas de las Vivian, princesas transexuales y terroristas que buscaban acabar con el régimen de esclavitud infantil.

En plan outsider (¿y de terrorismo musical?), Cassie Ramone (rubia), Kickball Katy (pelirroja) y Ali Koehler (morocha) tomaron el nombre y editaron a principio de año su primer (y homónimo) disco: Vivian Girls, un cancionero de 10 temas brevísimos que –en total– suma 22 minutos de distorsión y ruido, rememorando el punk, la música garaje y ¿por qué no? los ’60.

Desconocidas y en sus veinte, las chicas editaron por mayo 500 copias en vinilo que –en apenas 10 días– ya estaban agotadas. Después vinieron EP’ y amor amor amor y, hace dos meses, reedición del LP ¿Batacazo final? El apoyo de medios como The New York Times, Pitchfork o AllMusic, que no cesan de halagarlas como hallazgo y novedad, mientras ellas continúan implacables, con temas indestructibles del low fi. Mientras, la artillería llega a Europa, en una gira por Gran Bretaña, Francia y demás países.

Con canciones sobre amor (“Wild Eyes”) y desamor (“Never See Me Again”), las chicas que no descartan cantar sobre el baile o la alienación, según han contado en alguna oportunidad, recrean su historia en una charla exclusiva con su cantante, guitarrista y compositora Cassie Ramone.

¿Cómo fueron los primeros pasos del trío?

–Con Katy nos conocimos hace siete años en un recital de la banda Weezer; yo tenía 15 y ella 17. Ibamos a la misma escuela. Katy y Ali, en cambio, se conocieron en la universidad dos años después. Las tres veníamos tocando por separado en diferentes grupos, hasta que llegó Vivian Girls en 2007.

¿Siempre les interesó el punk y la música garaje?

–Todas hemos sido fanáticas del punk desde la escuela media; el garaje vino un poquito después. Especialmente, escuchamos punk norteamericano. Los Ramones son la mejor banda que existió, junto con The Germs y X. De las bandas británicas, particularmente me gusta Delta 5 y Essential Logic.

En sus comienzos, el punk trataba acerca del quiebre del statu quo, de la rebelión social. Hoy en día, todo funciona acorde a la lógica de sistema. ¿Creés que los ideas de primera hora ya no existen o que la música todavía puede ser revolucionaria?

–Creo que la mayoría de las bandas de rock del mainstream actual no existiría de no ser por el punk. Pero, claro, con el curso de los años han tomado el género y lo han cambiado tanto que es completamente diferente a lo que solía ser. Aunque no está nada bien, era inevitable que ocurriera. Sucedió lo mismo con el hip hop. Pero eso no significa que todos los ideales hayan desaparecido. Es más, si algo que solía ser una raíz se vuelve corporativo, un nuevo movimiento de bases se desarrollará para contestarle.

Muchas bandas están mirando hacia atrás en busca de inspiración. Los ‘60 están de vuelta, junto a otros estilos de música. ¿Crees que se debe a falta de ideas o se están reinventando géneros?

–Quizás sea una idea mía pero no encuentro atrayente analizar las bandas o la música en términos de “pensar hacia delante” o no. Si es buena música, es buena música. Y listo.

Sin ir más lejos, en el último EP que editaron, incluyeron un cover de los Beach Boys. ¿Por qué la elección?

–Elegimos “Girl Don’t Tell Me” porque es una de las pocas canciones de esa banda que no tiene armonías. Nos gustaba la estructura, cómo estaba escrita y nos pareció que sería divertido grabarla y agregar nuestras propias armonías.

Justamente se escucha cierta influencia de los Beach Boys en sus temas. ¿Reconocen otras bandas que hayan contribuido en su música?

–The Wipers, Burt Bacharach, the Shangri-las, Nirvana, Phil Spector y, sí,los Beach Boys.

¿Es cierto que lanzaron su propio sello, Wild World, para editar sus próximos discos?

–En realidad, usaremos Wild World para largar nuestros Ep’s de siete minutos y proyectos paralelos. El próximo disco también será editado por el sello que lanzó Vivian Girls, In The Red.

¿Cuáles son los tópicos más importantes a tratar en sus canciones? Al parecer, se acercan a cierto nihilismo aun cuando, en la superficie, traten de amor. Por ejemplo, la canción “I believe in nothing”.

–Es exactamente eso. Soy una romántica empedernida pero también una gran pesimista cuando se trata de encontrar el amor. Es como si creyese que nunca ocurrirá para mí y ese sentimiento atraviesa las letras.

En un ámbito dominado por bandas masculinas, ¿es difícil ser una girl band?

–En ocasiones (y desafortunadamente), nos encontramos con sexismo. Pero la mayor parte de las veces, tocamos en ambientes divertidos, que nos apoyan, donde el género no importa realmente.

Además de hacer música, estudiaron carreras universitarias, ¿verdad?

–Sí, y todas nos recibimos el pasado mayo. Yo soy ilustradora (y diseño el arte de tapa y las remeras de la banda), Kathy estudió física y Ali se graduó en alemán. Pero encontramos trabajo haciendo lo que más disfrutamos en el mundo: música.

¿Planes para el 2009?

–En marzo vamos a grabar el segundo disco y esperamos que el septiembre sea el lanzamiento. Creo que será un poco más largo e interesante que el primero. Estamos muy emocionadas.

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