Sin animosidad de slogan, 鈥渁nimarse a m谩s鈥 bien podr铆a ser la sentencia de El Diablo en la Boca, la (autodenominada) familia de improvisadores sin regla (o casi sin regla) que hacen de la composici贸n espont谩nea una bandera, capaz de redefinir el aqu铆 y ahora para concretar un instante (o minuto) creativo, sin redes.
As铆, para el colectivo de cuatro (con Maia M贸naco y Mariana Pereiro en la creaci贸n de voces y Alejandro Oliva y Gabriel Spiller en percusi贸n y direcci贸n de se帽as) repetirse no es parte del gui贸n. 鈥淓s un abordaje no convencional. Uno se imagina al cantante con micr贸fono haciendo g茅nero y nosotros exploramos la improvisaci贸n como lenguaje que se nos manifiesta en el cuerpo鈥, explica Pereiro. 鈥淚ncluso desde la quietud鈥, aporta M贸naco y agrega: 鈥淟a m煤sica te pas贸 por el cuerpo as铆 vos est茅s completamente est谩tica鈥.
A capella, la idea de abrir el espacio es central para el grupo. Para hacerlo, la interacci贸n con el p煤blico 鈥搒usurro al o铆do mediante鈥, entradas y salidas, la voz cruda y el texto como herramienta musical est谩n a la orden del d铆a. Con todo, desde 2006, las cuatro patas de El Diablo en la Boca han hecho base en la espontaneidad y el inconsciente colectivo ha tomado conciencia: 鈥淓st谩n todos los ingredientes convencionales; hay un pedido del percusionista de tal base r铆tmica, la cantante encara un texto, la otra arma una melod铆a. La diferencia es que todo ocurre en ese momento鈥, explica M贸naco.
驴La iron铆a? Cuanto m谩s entrenados y a tempo, la gente menos cree que se trata de una improvisaci贸n. Pero lo es. S贸lo gu铆a un mapa del concierto (qui茅n comienza, cu谩ndo va un d煤o, tr铆o, etc.) y un conjunto de se帽as para dirigir la 鈥渁narqu铆a鈥. 鈥淣o se trata de algo atonal y arr铆tmico, como la improvisaci贸n de m煤sica contempor谩nea. Muchas veces, se entiende la interpretaci贸n libre como algo lleno de ruido. No es lo que hacemos. La ruptura es una parte, pero no estamos desarmando constantemente鈥, asegura Maia, fundadora 鈥搄unto a Pereiro鈥 del proyecto. Sobre los primeros tiempos, recuerdan m谩s momentos de intersecci贸n para el ensamble. 鈥淧onerte en escena siempre es un riesgo鈥, recuerda la artista.
Como yapa, cada presentaci贸n tiene el agregado de un invitado que, sin training previo, se acopla a la l贸gica instant谩nea. Entre otros nombres, los de Marcelo Katz, Marcelo Moguilevsky, Santiago V谩zquez o Chango Spasiuk suenan fuerte y aportan dosis de g茅nero, donde no lo hay. 鈥淪on planetas, universos sonoros diferentes, que viven en este punto de contacto鈥, define M贸naco.
Aun as铆, El Diablo... no trata estil铆sticamente. En palabras de Pereiro: 鈥淪e usa un g茅nero como color y se cruza para aprovechar lo ecl茅ctico. Todos somos muy distintos; somos gente muy movediza鈥. Y las hormigas los han llevado por todos lados. Spiller y Oliva, por ejemplo, colaboran con La Bomba del Tiempo, grupo en franca escalada en los 煤ltimos tiempos. Mariana 鈥揳dem谩s de actriz y docente鈥 ha transitado el barroco europeo, entre otras cuestiones. Maia, por su parte, compuso m煤sica para teatro y da talleres de meditaci贸n sonora. Por mencionar algunas (pocas) experiencias paralelas del cuarteto.
Con planes de grabar un DVD (tarea complicada si la hay, considerando que se trata de fijar lo perform谩tico espont谩neo), El Diablo en la Boca no aminora el paso. Ahora, durante tres fechas, unir谩 la improvisaci贸n visual a la sonora. Para seguir estimulando el aspecto l煤dico de la cuesti贸n. Que por ah铆 va el asunto.
El Diablo en la Boca presenta Visiones, composici贸n espont谩nea de m煤sica+imagen, los s谩bados 12, 19 y 26 de septiembre, a las 23, en el Exc茅ntrico de la 18, Lerma 420.
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