Fue el economista Larry Summers, en ese entonces presidente de la Universidad de Harvard, ex secretario del Tesoro de Clinton y hoy el asesor econ贸mico m谩s importante de Barack Obama, quien explic贸 que ninguna mujer hab铆a ganado el Premio Nobel de Econom铆a porque era menos probable encontrar un coeficiente intelectual de genio en una mujer que en un hombre. Nada dijo sobre que tambi茅n es m谩s probable que a煤n instituciones con gran renombre acad茅mico sean presididas por un hombre y encima est煤pido.
Lo cierto es que la mujer Nobel de Econom铆a ha aparecido, es estadounidense y se llama Elinor Olstrom (ya van a estar los que digan que Summers no dijo que esto era imposible si no s贸lo m谩s dif铆cil). Pero la sorpresa no termina all铆 porque Olstrom no es economista, sino polit贸loga, profesora de la disciplina en la Universidad de Indiana que ha llegado a ser la presidenta de la poderosa Asociaci贸n Americana de Ciencia Pol铆tica.
Tampoco ella se enrola en esa ortodoxia de estudios econ贸micos hipermatem谩ticos dedicados a intentar explicar los flujos financieros con que la tormenta global azota a la humanidad entera. Aunque la laureada no se ha dedicado hasta el momento a cuestiones de g茅nero, se ha destacado en cambio por buscar soluciones cooperativas y autogestionadas a problemas sociales, con investigaciones que tratan las asociaciones para la provisi贸n de agua en California, la distribuci贸n de comisar铆as en Indiana, los sistemas de irrigaci贸n en Nepal, adem谩s de investigaciones de campo en Guatemala, Kenia y la India.
Cuestiones que tienen que ver con el desarrollo econ贸mico, con los impactos ambientales negativos, con la sustentabilidad y que remiten todas ellas al problema de la administraci贸n de recursos comunes (los 鈥淐PR鈥, 鈥渃ommon pool resources鈥). Estos recursos de disposici贸n libre por una comunidad (el aire, el agua, una pastura de terrenos sin propiedad reclamada por nadie, los bosques, etc.) son afectados t铆picamente por lo que se denomina 鈥渄ilemas colectivos鈥. Si la gente cooperara entre s铆, har铆an un uso racional y sustentable de los recursos colectivos, lo que a su vez le dar铆a una mayor retribuci贸n a largo plazo. Pero, en cambio, ya sea por ego铆smo o por el temor y la amenaza del ego铆smo de los dem谩s, se impone la perspectiva individual de sacarle el mayor provecho a los recursos comunes antes de que se agotaran. Ninguno quiere pasarse de tonto y al pasarse todos de vivo, todos est谩n peor de lo que podr铆an estar.
Las soluciones cl谩sicas consignadas en el famoso art铆culo de Garret Hardin de los 60, 鈥淟a Tragedia de los Comunes鈥 centrado en el caso de las pasturas comunes devastadas por la actividad sin l铆mite de los campesinos fue o bien otorgar derechos de propiedad individuales, alambrar los campos, y que el ojo de cada amo se ocupara de cuidar de su ganado, o bien, el colocar la propiedad com煤n bajo la autoridad del Estado y caer en el problema de 鈥渜ui茅n custodia a los custodios鈥.
En su ya cl谩sico libro El Gobierno de los Comunes, Olstrom, en cambio, ha propuesto una estructura de contratos vinculantes entre todos los participantes en la utilizaci贸n de recursos p煤blicos, con un dise帽o institucional que permita el monitoreo de todos los niveles de rendimiento y de los costos de explotaci贸n. De este modo, la supervisi贸n depende tambi茅n de los mismos participantes, gener谩ndose una estructura que tiende a la cooperaci贸n en un horizonte de tiempo extendido. La idea fundamental es generar una trama de interdependencia que obliga los individuos a actuar conjuntamente y apuntar a una rentabilidad mayor en el largo plazo y no a la toma de ganancias inmediata y el free riding.
Siendo Argentina un caso de manual para exponer problemas de cooperaci贸n y de coordinaci贸n a largo plazo, la obra de Elinor Olstrom es de indudable valor e inter茅s. Aqu铆 la inestabilidad hace que los capitalistas apuesten a un cortoplacismo en donde resulta racional sacarle el m谩ximo provecho a una situaci贸n que se estima siempre precaria y ef铆mera, como lo ha demostrado en sus investigaciones el polit贸logo Guillermo O鈥橠onnell.
Queda por supuesto la duda de c贸mo los 鈥渃omunes鈥 pueden enfrentar un contexto que no se caracteriza por la abundancia id铆lica de 鈥渂uenos salvajes鈥 roussonianos, sino que est谩 cruzado y congestionado por la acci贸n de grandes corporaciones, muchas veces en colusi贸n con actores p煤blicos, con un Estado poroso, muy 鈥減ermeable鈥 a los intereses privados. 陇
* Polit贸logo y director de la Carrera de Ciencia Pol铆tica de la Universidad de Buenos Aires.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.