Emily Elisabeth Dickinson naci贸 en Amhert, Massachusetts, Estados Unidos, y trajo a Nueva Inglaterra sus plantas y sus duendes, siendo ella misma una planta y un duende preciosos huyendo siempre de la plena luz, entre los bosques. Sus antepasados arribaron a los Estados Unidos con la primera ola migratoria puritana que profes贸 la religi贸n protestante. Su genealog铆a es representante de la C谩mara en el Congreso de Washington, fundantes de la l铆nea ferroviaria Massachusetts Central-Railroad, y su padre fue uno de los fundadores del Amherst-College. Por all铆 circulaba alguien que result贸 ser amigo de Ralph Emerson, quien influy贸 en la fase filos贸fica de Emily. La madre, Emily Norcross, se dedic贸 a criar a los hijos, entre ellos a Emily. El mayor, Williams, y sobre todo la menor, Lavinia, que cuid贸 y compil贸 dentro de sus posibilidades la obra de la poeta, era su 鈥渜uerida Vinnie鈥.
Nace nuestra protagonista antes de la Guerra de Secesi贸n, que signific贸 serios choques entre clases sociales; la familia Dickinson pertenec铆a a la alta sociedad. Por ejemplo, toda la poblaci贸n de Amherst carec铆a de las m谩s b谩sicas comodidades: ni agua caliente, ni ba帽os instalados en las casas ni lugares de cultura. Los Dickinson dispon铆an de servicio dom茅stico, concretamente, una sirvienta irlandesa. La severidad puritana frenaba cualquier expresi贸n art铆stica, adem谩s de los juegos de naipes y las celebraciones pascuales y navide帽as; se aceptaba que las se帽oras tomaran el t茅 en reuniones del atardecer, y que los ni帽os cantaran en el coro de la iglesia. Lavinia, la 鈥渜uerida Vinnie鈥, juega un papel sobresaliente en la vida de su hermana y las escasas confidencias que se conocen provienen de ella. Emily estudi贸 literatura, religi贸n, matem谩tica, ecolog铆a y biolog铆a en la Academia de Amherst. Ley贸 la Eneida de Virgilio en su idioma. Le escribe una carta a su amiga Jane Humphrey, a los once a帽os: 鈥淗oy es mi茅rcoles, y ha habido clase de oratoria. Un joven ley贸 una composici贸n cuyo tema era 鈥楶ensar dos veces antes de hablar鈥. Me pareci贸 la criatura m谩s tonta que jam谩s haya existido y le dije que 茅l debiera haber pensado dos veces antes de escribir鈥. A los catorce a帽os, escribe a otra compa帽era: 鈥淭erminaremos nuestra educaci贸n alguna vez, 驴no es verdad? Entonces t煤 podr谩s ser Plat贸n y yo S贸crates, siempre y cuando no seas m谩s sabia que yo. 鈥淟a estudiante, desde su adolescencia, se dedic贸 a la bot谩nica: la trama naturalista de su poes铆a fluye de los canteros y de los edenes, cuya vegetaci贸n ella conoc铆a y ubicaba acorde con sus especies. En el t茅rmino de un curso, aprob贸 historia inglesa y gram谩tica, qu铆mica, fisiolog铆a, astronom铆a y ret贸rica. En ciencia bot谩nica la declararon sobresaliente sin rendir examen. Despu茅s regres贸 a su casa y no volvi贸 a estudiar.
En cuanto a la vida 铆ntima de la joven cient铆fica y escritora, se conserva una carta donde alude a dos hombres y nunca nadie supo de la profundidad de sus relaciones. La carta, t铆mida pero definitoria, desacredita cualquier entrega.
鈥淐uando era peque帽a tuve un amigo que me ense帽贸 lo que era la inmortalidad, pero se aproxim贸 demasiado a ella y nunca regres贸. Poco despu茅s muri贸 mi maestro, y durante largos a帽os mi 煤nica compa帽铆a fue el diccionario. Luego encontr茅 a otro, pero no quer铆a que yo fuera su alumna y se fue de la regi贸n.鈥 Algunos comentarios dejan entrever que experiment贸 pasi贸n por un pastor que estaba casado, seg煤n el vecindario, felizmente. El pastor falleci贸 el 1潞 de abril de 1882. Al cumplirse un a帽o del fallecimiento, Emily escribi贸: 鈥淭oda otra sorpresa a la larga se vuelve mon贸tona, pero la muerte del hombre amado llena todos los momentos y el ahora. El amor para m铆 no tiene m谩s que una fecha: 1潞 de abril, ayer, hoy y siempre鈥.
Reci茅n comprendo qu茅 es la poes铆a pura. Frente a una librer铆a de la ciudad de La Plata, algo me indujo a comprar el delgado tomito que aclaraba la vidriera. El tomito me obligaba a que lo leyera y cumpl铆 el mandamiento: le铆 unos versos y lo cerr茅 ubic谩ndolo en mi escritorio junto a Keats. Al principio sent铆 desbarrancarme entre las rejas de los sombr铆os d贸lmenes sustantivos. Sent铆 ser Simbad el marino descendiendo al valle de unas formas quietas, inm贸viles, que a mi solo contacto cobraban vida y atacaban. De una aparente calma de infancia surg铆an enormidades de una soledad nunca derrotada que convert铆a el paisaje en un S茅samo ci茅rrate, sin apertura. Un poema titulado 鈥淓l ciervo herido salta mucho m谩s鈥, acaso sirva de autobiograf铆a. Dice la poeta: 鈥淯n Ciervo herido-salta mucho m谩s-Me dijo un Cazador-Pero es tan s贸lo un Extasis de muerte-Tras eso la Maleza queda en calma鈥.
Los sustantivos en may煤scula mortifican al lector, y los terminales guiones son un suplicio. La obra total de esta mujer extraordinaria se public贸 en 1880 en forma de tres antolog铆as, con el material dividido en cuatro secciones: Vida, Naturaleza, Amor, Tiempo y Eternidad.
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