Diana Fasoli dedic贸 gran parte de su vida a la biblioteca del Teatro Col贸n. Al menos hasta comienzos de 2009 cuando le notificaron, al igual que a otros cuatrocientos empleados m谩s, que tendr铆a que quedarse en su casa hasta nuevo aviso. Diana, ante semejante hecho, exigi贸 una explicaci贸n, 鈥渁 m铆 jam谩s me dijeron que hac铆a mal mi trabajo sino todo lo contrario, es por eso que no logro comprender por qu茅 fui tan ignorada鈥.
Fasoli explica con certeza c贸mo durante muchos a帽os el Teatro, su legendario patrimonio, fue respetado as铆 como los monjes respetaban sus 鈥渕anu scriptus鈥, como una pieza 煤nica.
Diana fue directora de la biblioteca desde el a帽o 1991. Ingres贸 como colaboradora a los 21 a帽os, sigui贸 la Licenciatura en Bibliotecolog铆a en la UBA y ya en el cargo directivo se dedic贸 a conservar y cuidar el valioso material de esta biblioteca.
Con la nueva estructuraci贸n del teatro, la biblioteca se encuentra encerrada en tres containers en los talleres Lavard茅n situados en la calle Dr. Pedro Chutro. El pasado 14 de enero Fasoli, junto al juez Guillermo Scheibler y funcionarios del actual Gobierno de la Ciudad inspeccionaron en qu茅 situaci贸n se encontraba el patrimonio de la biblioteca. Fasoli, que hac铆a un a帽o que no sab铆a nada del paradero de este valioso material, no pudo sostener sus l谩grimas. 鈥淵o me considero una desaparecida de la memoria, jam谩s nadie me llam贸 para consultarme qu茅 hacer con la biblioteca y a煤n no entiendo por qu茅 en vez de estar en esos conteiners sin uso alguno, no se encuentra un lugar para seguir brindando servicio al p煤blico.鈥
Existe una cuesti贸n fundamental en la actividad bibliotecaria y esa es la de preservar el patrimonio p煤blico y lamentablemente en el sitio que se encuentran en este momento, la preservaci贸n qued贸 en el olvido.
La diputada de la Ciudad Aut贸noma de Buenos Aires por el Frente para la Victoria Gabriela Alegre reconoce que 鈥渄esde finales de 2007 varios diputados estamos muy preocupados por la situaci贸n que atraviesa el Teatro Col贸n, ya que vemos el total descuido que existe en cuanto al cuidado del patrimonio que es sumamente valioso e irrecuperable. Sabemos que el patrimonio sil铆cico no es bien llevado, ya que existen bastantes cuestionamientos en c贸mo estas modificaciones se est谩n llevando a cabo con respecto a la ac煤stica, al cl谩sico tel贸n, los muebles y dem谩s鈥. Lo m谩s probable es que lo que se inaugure el 25 de mayo para el Bicentenario, sea solamente el Sal贸n Dorado, o sea la sala principal鈥, concluye Alegre.
Diana siente que existe un muro entre el discurso de ella y el discurso de los funcionarios actuales: 鈥淣o puedo hacerles entender la importancia de la preservaci贸n de la biblioteca, porque b谩sicamente no les interesa, ya que he escuchado comentarios haciendo alusi贸n a que se iba a dar de baja todo. Siento que el Teatro Col贸n al que yo pertenec铆 ya no existe, lo dejaron atr谩s鈥. 鈥淐uando encontr茅 la biblioteca en esos dep贸sitos les dije a mis compa帽eros, ahora me voy a mi casa a llorar, ma帽ana seguir茅 luchando.鈥
鈥揕a biblioteca fue fundada el 23 de julio de 1940 por el music贸logo Ernesto de la Guardia. Se comenz贸 con la colecci贸n de programas de mano. Tambi茅n en ese momento se cre贸 el museo, que con los a帽os se uni贸 a la biblioteca, entonces la biblioteca era un poco museo y un poco centro de documentaci贸n. Los programas de mano, cada vez que se preparaba una obra o se repon铆a una obra anterior, eran una fuente de informaci贸n extremadamente importante al igual que el registro de las fotos.
鈥揈n total cien mil. Yo en el momento de la mudanza 鈥搄unto a las cuatro personas que trabajan conmigo鈥 nos ocupamos de hacer el nuevo inventario.
鈥揅laro que s铆, lo digital reproduce y acerca el material al mundo, pero la pieza original sigue siendo 煤nica, ese es el documento primario que significa la base de todo y que no es posible la modificaci贸n. Para m铆 una biblioteca ante todo es una fuente de conocimiento, es lo que sustenta al ser humano, y eso hay que saber conservarlo en las condiciones necesarias.
鈥揕a lista es muy amplia. De momento no se sabe d贸nde est谩n los 164 materiales, que entre ellos se encuentra el bast贸n de oro perteneciente al compositor Giacomo Puccini, much铆simas cartas, notas y postales como la de Carta de Giuseppe Anselmi dirigida al Sr. Picenzo, papel del Royal Hotel, fechada en el a帽o 1906, programas del Teatro de la Opera y tambi茅n los programas del Teatro Col贸n, el Legado Trinchero que consiste en fotograf铆as de la 茅poca de los frisos y bustos del Teatro Col贸n, realizados por el escultor Trincherom, una tarjeta de Beniamino Gigli autografiada. Estas son algunos materiales que recuerdo en este momento, pero existe una denuncia hecha a Interpol donde se detalla cada objeto desaparecido.
鈥揕a biblioteca estaba en la planta baja del teatro, y yo estaba trabajando en el dep贸sito haciendo el inventario para armar la mudanza, esos 164 materiales estaban ubicados en la sala de lectura. Cuando subo a buscar algunos programas de mano me doy cuenta de que muchos materiales faltaban, y sobre todo los que ten铆an un valor en el mercado financiero, como por ejemplo el bast贸n de oro de Puccini. Cuando me di cuenta de eso, fue una sensaci贸n de desaz贸n terrible, como la que sent铆 hoy al ver la biblioteca metida en esos containers. Lo ir贸nico es que todo el Teatro Col贸n estaba vigilado por una empresa de seguridad y yo a ellos les recalcaba constantemente que hab铆a que cuidar la biblioteca. En todos estos a帽os que pasaron, nadie toc贸 esos materiales... entonces 驴c贸mo puede ser que falten?
鈥揑nmediatamente fui y le avis茅 a Sanguinetti, que era el director en ese momento, pero su secretaria me inform贸 que 茅l estaba ocupado, as铆 que le inform茅 a ella que hab铆a que hacer la denuncia y avisar a la Interpol, ya que yo quer铆a y me parec铆a l贸gico que la denuncia la hiciera la instituci贸n, era necesario que esta denuncia la sostuviera la instituci贸n.
鈥揗e encantar铆a volver a trabajar en la biblioteca, aunque siento que no ser铆a lo mismo. Estoy muy dolorida, yo creo que ya me han dicho 鈥測a no sos para el Col贸n鈥. Al no dejarme entrar a ver la biblioteca, al mover la biblioteca sin avisarme a d贸nde iba ir a parar, al no ser parte de esa mudanza y a eso sumar que los directores no me reciben, esas actitudes muestran indiferencia y de alguna manera es una respuesta. La respuesta que encuentro del otro lado es muy agresiva y lamentablemente esta agresi贸n mete miedo, entonces muchos de mis compa帽eros prefieren dejar la lucha a un lado. Entonces yo pienso que la memoria ya no importa.
鈥揝铆, yo no soy una persona de la pol铆tica ni que hace pol铆tica. Yo simplemente fui la responsable de la biblioteca del Teatro durante casi 17 a帽os. La que peleaba por el patrimonio de la misma. La que reclamaba mejores condiciones, pero muchas veces y sobre todo los 煤ltimos a帽os simplemente fui ignorada. Y en el presente sigo siendo ignorada, porque cada vez que pregunto por mi situaci贸n laboral, nadie sabe darme una respuesta.
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