Página/12 :: las12 :: Eva Perón en la pasarela

El funeral y la iconografía de Eva Perón devinieron “Vernissage”, colección debut del diseñador Marcelo Giacobbe, quien abrió el apartado semillero Bafweek. Y allí se vieron simulaciones de los corsés hechos a su medida por Cocó de Eugenia, aunque reinterpretados con artilugios de la generación Balenciaga, y los seguidores de Nicholas Ghesquiere, variaciones sobre los vestidos para galas firmados por Dior, ironías celebratorias de su gusto por el dorado y por las joyas, el rodete esculpido por Julio Alcaraz, recreado para cada pasada con un halo casi fantasmal. Claro que la pasada inicial fueron las ropas fúnebres, una reversión del traje de alta costura sin usar con el que, dicen, se atavió al cuerpo de Evita. Giacobbe, pelo largo y rubio, cara de niño travieso, admite que creció en el contexto de una familia “antiperonista”, pero que Eva es a su criterio “un icono de la moda argentina”. Destacó el foco en la espalda y la fragilidad de su cuerpo, en acentuar los delgados bíceps, torso; y en un gesto risqué elaboró una suerte de maillots con protuberancias, aludiendo al cáncer de ovarios. Al cierre, Eva –encarnada en la modelo Rocío Somoza– vistió chaqueta dorada, pantalones blancos níveos, lista para el cóctel. Lo aplaudió el jurado compuesto por los diseñadores Jazmín Chebar, Mariano Toledo y Pablo Ramírez. Y aplaudió la socióloga Susana Saulquin, directora de la carrera de indumentaria y autora de La muerte de la moda, el día después (Editorial Paidós). También celebró desde la primera fila el docente y titular de cátedra en la UBA, Jorgue Moragues, pues una de sus discípulas, Magalí Belingueres, desfilaba su lectura de la identidad latinoamericana trasladada a sastrería para mujer y para hombre con guiños al streetwear y buena factura. Magalí, de 26 años y nacida en Chacabuco, matiza el último tramo de su tesis sobre pueblos originarios con los inicios de La Minga, su proyecto de moda que admite accesorios, remeras y zapatillas tuneadas con textiles etnográficos.

Luego de la actuación de una ejecutante de arpa y un baile lúdico donde las bailarinas modelos lucían prints que caracterizan a Juana de Arco, la firma irrumpió con “Juana Ñandutí”, reversiones muy arts and crafts y otras casi emparentadas con soleros de alta costura, todo con fondo y con variaciones sobre el textil derivado del encaje de bolillos y con apariencia de telas de araña. Hubo leggins, bañadores, shorts, tranfers de ñandutíes diversos, faldas cortas y largas, sombreritos multicolores como detalles de estilismo y sumatoria de sombreros de copa en la cola de un vestido. Tomaban notas y fotografiaban los compradores japoneses de los diseños de Juana, del grupo HP France, Jornada Dos, luego de la apertura de Rapsodia, con rugidos de león y escenografía de un puente colgante bordeando la selva. Variaciones sobre vestidos coloridos de cada temporada y una tendencia que la firma calificó de “Geo Folk”. Entre sus coordenadas hubo citas fashion que aluden al Africa, al safari para la ciudad, el rock de 1980 y 1990 (petit chaquetas de cuero ensambladas con faldas de paillettes).

En un paseo por el backstage, mientras se alistaban para celebrar los diez años de la firma He, Javier Estebecorana planchaba con ahínco una camisa blanca de poplin. Lo acompañaban, en otras labores, su socio y hermano Alejo, alistando proyectores, mientras que el estilista Manuel Morales escudriñaba los ornamentos de cada pasada. “Sumamos a Manuel para los desfiles y es casi como si un músico llamara a un productor”, destacó Javier. Un paneo por las fichas técnicas de cada pasada exhibía abundancia de minishorts, la presentación de la nueva línea de ropa interior, pilotos, sandalias de cuero y la exaltación de un estilo primaveral emparentado con la estética de los boy scouts.

En la cabina contigua de Baf, un cartel con la leyenda “Kostume” daba la bienvenida a los camerinos, donde con todas las prendas de jean, overoles, pantalones y chaquetas con ingeniosos cortes –como consecuencia de productos surgidos de su alianza con la firma Santana– ya colgados de modo prolijo en sus perchas, Emiliano Blanco y Camila Millessi daban su testimonio sobre la temporada a Gabriela Fortunato, laboriosa periodista de TV Collections.

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