Las lentejas estaban en remojo desde la noche anterior. Temprano en la ma帽ana, cuando lleg贸 el dependiente de la carnicer铆a con el pedido, las verduritas ya estaban cortadas y Norma Angeleri se puso a guisar: en una gran olla salte贸 cebollas, pimientos, zanahorias, ajos, sum贸 las lentejas, tomates 鈥損elados y sin semillas鈥, carne, panceta y chorizo colorado. Ali帽贸 con or茅gano y tomillo frescos de su propia cosecha, piment贸n, sal, una pizca de az煤car... Y dej贸 que los sabores se fusionaran y concentraran a fuego lento. El convite iba a tener lugar por la noche, en la inauguraci贸n de Poes铆a y Canto, uno de los ciclos del centro cultural La Casa. Ah铆, en Tarija y Castro, Boedo profundo, adonde se mud贸 el a帽o pasado, la actriz, cineasta, directora teatral, experta en casting... y ahora emprendedora cultural, en ese antiguo edificio bellamente reciclado que lleg贸 a sus manos con el peso de una historia funesta que Norma ha de descifrar y honrar pr贸ximamente en una producci贸n para la TV.
鈥淧alermo fue mi barrio durante veinte a帽os, pero decid铆 el cambio porque me sent铆a ahogada por lo que estaba sucediendo a mi alrededor, esa zona estaba perdiendo su identidad original鈥, conf铆a Angeleri mientras hace la visita guiada de la espaciosa casa dividida en vivienda personal y en lugar de trabajo (oficinas de casting, espacio de talleres) que deviene centro cultural seg煤n los d铆as y horarios. 鈥淟o que encontr茅 en Boedo es que mantiene algo genuino, esencial. Algo que no van a distorsionar as铆 nom谩s, porque Boedo no presume, tiene otro ritmo, me saludo con los vecinos, tengo a Estela al lado, a Alicia enfrente... Me encanta el boliche de la esquina, en diagonal a La Casa, donde van los tacheros, se come buen铆simo y rebarato. Tambi茅n tengo gitanos a media cuadra...鈥
Cada rinc贸n, cada pieza de mobiliario, cada detalle lleva el sello de refinada sencillez de esta directora de casting muy apreciada localmente y habitualmente solicitada por las producciones extranjeras (las 煤ltimas, Baile de la Victoria, de Fernando Trueba, y There Be Dragons, de Roland Joff茅). Hospitalaria y atenta, Norma sirve en una tetera de su colecci贸n el t茅 perfumado 鈥損or ella鈥 a la naranja, con servilletitas de hilo bordadas a mano, tostadas de pan casero y los dulces que cocin贸. 鈥淢i mam谩 hac铆a comidas muy ricas y a m铆 me gusta comer bien, agasajar a mis amigos, la ceremonia con todos los chiches. Es laburo, s铆, pero compensado por la gratificaci贸n que me procura鈥, dice la due帽a de La Casa que hoy mismo parte por dos semanas hacia Cuba para dictar cursos de direcci贸n de actores en San Antonio de los Ba帽os.
鈥揘o exactamente, aunque es verdad que dej茅 pasar dos o tres pel铆culas porque no hubo acuerdo en ciertos puntos, por ejemplo, en la manera de encarar el trabajo del casting. Tambi茅n debo decirte que, sin dejar ese rubro, tom茅 conciencia de que quer铆a dedicarles m谩s tiempo y energ铆a a realizaciones m谩s personales. Entre otras, hacer un documental que ya tengo en marcha ligado a hechos de la dictadura y a mi propia vida en esa etapa. Y por supuesto que considero un logro el haber abierto esta casa, este espacio de cultura que da cabida a muy distintas actividades. Tambi茅n estoy dirigiendo y escribiendo una obra de teatro bastante experimental, acerca de unas mujeres de entre 40 y 50 a帽os que viven en una pensi贸n de San Telmo. Las protagonistas son Susana Varela, Mercedes Sayous, Ana Mar铆a Carusso y Chema Tena, el arte es de Pepe Ur铆a. El relato arranca en el 鈥83, cuando se reinstaura la democracia y cada una de esas mujeres tiene un pasado, un presente y un objetivo a futuro. Situaciones que plante茅 a las int茅rpretes y empezamos con improvisaciones. Grab茅, transcrib铆, volvimos a trabajar ese material, sigo reescribiendo. El t铆tulo provisorio se inspira en un tema de Roberto Carlos que obsesiona a uno de los personajes: Qu茅 ser谩 de ti. La idea es presentarla en La Casa, conseguir subsidios. La habilitaci贸n est谩 encaminada.
鈥揈stamos trabajando con Alberto Rojas Apel sobre una tem谩tica que me concierne y moviliza mucho. Quiero dar testimonio acerca de mi conducta durante la dictadura, entrelazando con una historia que encontr茅 en esta casa, de donde se llevaron en el 鈥77 a An铆bal Eduardo Gadea, militante popular, cosa que ya sab铆a cuando la compr茅. Desde el vamos, tuve inter茅s en comunicarme con su familia. Ya instalada aqu铆 empec茅 a tener ciertas percepciones que asoci茅 con lo que debieron experimentar los militantes cuando eran cercados: como una opresi贸n, un dolor en el pecho... No quer铆a contarlo para no ser malinterpretada. Una noche, despu茅s de circular por la casa fui a un cuartito arriba y al entrar tuve la certeza de que ah铆 hab铆a estado An铆bal cuando lo vinieron a buscar. Al encontrarme con la familia, confirm茅 que hab铆a sido as铆. Primero vinieron a verme su pap谩, de 93 a帽os, y su hermana Mar铆a In茅s. Fue bueno el encuentro: se sintieron en un punto liberados, yo tambi茅n. Volv铆 a verlos el domingo pasado, el padre lleg贸 con su nueva mujer, Pocha, tambi茅n estuvieron tres hermanos y una sobrina. Grab茅 cuatro horas de conversaci贸n, de recuerdos, todo el mundo aportaba algo diferente. M谩s all谩 del dolor que sigue en carne viva, tienen mucha actitud de afirmaci贸n vital. Est谩n realmente interesados en mi proyecto.
鈥換uiero hablar de mi no compromiso social, pol铆tico, en los 鈥70, cuando estudiaba medicina en Rosario. Quer铆a ser actriz y cosas terribles que ocurr铆an en esos momentos me pasaban de costado. Escuchaba: 鈥淟iliana desapareci贸, los padres no tienen ninguna noticia鈥, y yo no profundizaba, me desentend铆a, no me hac铆a preguntas... Trazo un paralelo entre mi postura de entonces y lo que An铆bal hac铆a en la Juventud Universitaria Peronista. Tambi茅n me pregunto qu茅 habr铆a sido de m铆 de estar militando en esas fechas, qu茅 pasaba con los familiares de tantos desaparecidos, con sus vecinos.
鈥揅laro. Cuando empec茅 a tomar conciencia de todo lo que hab铆a sucedido durante la dictadura, me agarr贸 un dolor que a煤n persiste, junto con la sensaci贸n de estar en deuda. Una deuda que s铆, quiero compensar en parte con el documental. Estoy dispuesta a exponerme, quiero ahondar, encontrar explicaciones, recuperar. Uno de los temas que quiero indagar es el miedo en sus diversas manifestaciones, en aquella etapa tremenda. Ese miedo que anul贸 en muchos casos la compasi贸n, la solidaridad.
鈥揘o lo dejo caer, por supuesto. Estoy retrabajando el gui贸n, le voy pasando el material a In茅s Est茅vez para que me haga la devoluci贸n, pero escribo sola. Mi admiraci贸n por esa mujer libre, precursora, visionaria es total. En ella, su vida y su discurso literario van de la mano, su conducta sostiene lo que escribe. Me hace mucha ilusi贸n que sea Elena Roger la protagonista de la pel铆cula. Ella ley贸 un gui贸n anterior y le gust贸 mucho, hay inter茅s de su parte. Falta ajustar las fechas. Pero sin duda, antes tengo la necesidad moral de comprometerme con el documental, a la vez que sigo puliendo la obra de teatro con la intenci贸n de estrenar en septiembre pr贸ximo ac谩 en La Casa, donde est谩 en marcha el centro cultural que se inaugur贸 en septiembre pasado, hicimos performances con la participaci贸n de Andrea Bonelli, Nacho Gadano, Silvina Sosto, Julieta D铆az, Antonella Costa, Ezequiel D铆az... Organizamos distintos ciclos, incluida una retrospectiva de Leonardo Favio. Este lugar empez贸 a abrirse m谩s all谩 de los amigos, publicamos en Facebook. Tambi茅n hubo seminarios en el verano: Sabrina Farji, gui贸n; Susana Rudni, producci贸n de televisi贸n, mis propios talleres. Abr铆 un abanico grande, estoy sumando acompa帽antes en cada uno de los rubros para trabajar conjuntamente, tratando de potenciar energ铆as y creatividad.
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