Viernes, 18 de julio de 2003
Sociedad
La caza del cuerpo femenino
Mar铆a Alicia Guti茅rrez, investigadora del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes) y de la UBA, es especialista en la relaci贸n entre la Iglesia y el Estado. En esta nota analiza particularmente esa relaci贸n a la luz de la Ley de Salud Reproductiva.

Por Sandra Chaher
Si en este momento se puede implementar la Ley de Salud Sexual y Procreaci贸n Responsable es un m茅rito de Gin茅s Gonz谩lez Garc铆a y de este Gobierno, que tom贸 el tema como una pol铆tica de Estado. Porque el fundamentalismo religioso no dej贸 de ejercer presi贸n, simplemente cambi贸 las estrategias. Si durante el gobierno de Menem, la Iglesia Cat贸lica focaliz贸 su poder de lobby en el Parlamento, desde el 2002 lo que est谩 llevando adelante son acciones judiciales.鈥 Quien hace este an谩lisis es la soci贸loga Mar铆a Alicia Guti茅rrez, investigadora visitante del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (Cedes) e investigadora de la Universidad de Buenos Aires.
Como especialista en la relaci贸n Iglesia-Estado, Guti茅rrez fue convocada a fines del 2002 por la Universidad Academia de Humanismo Cristiano de Chile para participar como consultora argentina de un proyecto financiado por la Fundaci贸n Ford, llamado Di谩logos Sur-Sur. Di谩logos entre Indonesia y la Regi贸n Andina y el Cono Sur: religi贸n, g茅nero, derechos y salud sexual y reproductiva. Los representantes de los pa铆ses miembro de la iniciativa (Chile, Per煤, Colombia, la Argentina e Indonesia) acaban de reunirse en Chile a fines de junio. Cada uno llev贸 una investigaci贸n de diagn贸stico sobre el tema, que ser谩 publicada entre septiembre y octubre por la universidad chilena.
鈥淗ay muchas diferencias y tambi茅n algunas similitudes en la situaci贸n de los derechos sexuales y reproductivos en cada uno de estos pa铆ses 鈥搒e帽ala Guti茅rrez鈥. Para empezar, la Fundaci贸n Ford est谩 financiando 14 ONG en Indonesia y en Am茅rica latina s贸lo a una, la Universidad Academia Cristiana, que fue la que contrat贸 a consultores de los pa铆ses de la regi贸n andina para el diagn贸stico. Por otra parte, el fundamentalismo en Am茅rica latina est谩 representado por la Iglesia Cat贸lica, con muchos puntos en com煤n y algunas estrategias diferentes. En cambio, en Indonesia, adem谩s de las diferencias culturales, lo fundamental es que para ellos el fundamentalismo no pasa por lo religioso. La uni贸n entre Estado y religi贸n no es un tema a discutir. Lo que hace las diferencias son las interpretaciones del Cor谩n.鈥
鈥撀緾u谩l fue el diagn贸stico que usted hizo de la Argentina?
鈥揈l an谩lisis deb铆a hacerse sobre la d茅cada del 鈥90. Y yo habl茅 sobre la supremac铆a del fundamentalismo econ贸mico y pol铆tico en esa etapa y la preeminencia de la Iglesia Cat贸lica en el v铆nculo con el Estado, y a su vez qu茅 grupos de la Iglesia Cat贸lica trabajan especialmente para boicotear los derechos sexuales y reproductivos. Yo creo que los tres fundamentalismos 鈥揺l pol铆tico, el econ贸mico y el religioso鈥 van de la mano. A su vez, los pa铆ses de Am茅rica latina hicimos el diagn贸stico sobre cinco ejes: regulaci贸n de la fecundidad, aborto, educaci贸n sexual, VIH y sida, y violencia sexual y dom茅stica. La gente de Indonesia agreg贸 a su an谩lisis el consumo de drogas ilegales y la prostituci贸n. Yo analic茅 el impacto del fundamentalismo desde la falta de separaci贸n entre Iglesia y Estado en la Argentina, y desde las definiciones de fundamentalismo econ贸mico, pol铆tico y religioso. El marco te贸rico es que la implementaci贸nde determinado modelo econ贸mico 鈥揺stamos hablando del neoliberalismo鈥 condiciona las transiciones a la democracia en cada pa铆s. El fundamentalismo religioso tuvo posibilidades de desplegarse en los 鈥90 gracias a una estrategia global del papado de Juan Pablo II en alianza con Reagan y Thatcher. Eso arranc贸 con el Consenso de Washington, pero fue fundamental el trabajo que hizo el Papa en pro de la ca铆da del Muro de Berl铆n y con los pa铆ses de Europa del Este. Ahora bien, a la par de esta estrategia tambi茅n detectamos pol铆ticas progresistas de la Iglesia Cat贸lica en Am茅rica latina, como el ataque a la pobreza. En el 鈥95, a mitad del gobierno de Menem, la Iglesia Cat贸lica es la primera que sale a criticar el aspecto de la pobreza que tiene el neoliberalismo. Ni los partidos pol铆ticos en ese momento atacaban tan fuerte al neoliberalismo. Pero se ataca s贸lo ese aspecto, no todo el modelo. Y estas cr铆ticas tienen que ver con que Am茅rica latina es muy importante para la Iglesia Cat贸lica porque es la mayor reserva mundial de catolicismo. Entonces encontr谩s una estrategia internacional que apunta a la ca铆da del comunismo y una particular en nuestro continente que ataca a la generaci贸n de pobreza.
鈥撀緾贸mo se imbrica esto en la relaci贸n hist贸rica entre el peronismo y la Iglesia?
鈥揓ustamente la Iglesia Cat贸lica se pele贸 mucho con Alfons铆n porque simbolizaba la transici贸n entre el neoliberalismo de la dictadura y lo que vendr铆a despu茅s con Menem, y por la historia laicicista radical, que es algo que habr铆a que revisar. Pero con el peronismo la Iglesia siempre se llev贸 joya, salvo en lo que se refiere a educaci贸n y familia, que son los dos temas por los que la Iglesia pele贸 durante todo el siglo XX, desde las leyes laicas de la generaci贸n del 鈥80. Por eso ataca los derechos sexuales y reproductivos, y el momento de mayor exposici贸n de esta pol铆tica fue la Conferencia Internacional de Poblaci贸n y Desarrollo que se hizo en El Cairo en 1994. Ah铆, Menem intent贸 acallar las cr铆ticas a la pobreza entregando a la Iglesia el control de los derechos sexuales y reproductivos. Hasta que Menem asumi贸, la Iglesia hab铆a encontrado en el peronismo un partido que encarnaba esos valores que ella debe defender en funci贸n de la feligres铆a: los despose铆dos y los pobres. Esa preocupaci贸n se la resolvi贸 hist贸ricamente el peronismo. Por eso en principio aplaudieron a Menem, hasta que aplic贸 el neoliberalismo a ultranza. Y la Iglesia tuvo que salir a hablar porque hubo presi贸n de los sacerdotes pobres, de base, que le manifestaban a la jerarqu铆a que la gente se iba con los grupos pentecostales. En los 鈥90 surgieron much铆simos cultos populares. Y eso fue una estrategia del Vaticano que, con peque帽as diferencias, se aplic贸 en toda Am茅rica latina.
鈥淓n los 鈥90, entonces, hay dos facetas muy claras de la pol铆tica de la Iglesia Cat贸lica: las estrategias progresistas, con los movimientos carism谩ticos por un lado (incluso el Papa pidi贸 que no se pague la deuda externa, esto fue un hecho ins贸lito), y las alianzas con sectores progresistas; y el reverso de esto fue el fundamentalismo total en lo que a derechos de la mujer se refiere鈥, contin煤a Guti茅rrez y agrega: 鈥淢i hip贸tesis es que el objetivo de la Iglesia no es el control de los derechos sexuales y reproductivos sino del cuerpo de la mujer, como lo planteaba Foucault. La Iglesia tiene una concepci贸n patriarcal y un punto de vista moral de acuerdo con el cual la sexualidad debe ejercerse s贸lo para la procreaci贸n y la familia es la unidad b谩sica de la organizaci贸n social, con lo cual si controla los cuerpos y la familia, controla a la sociedad鈥.
Finalizada la etapa de diagn贸stico, lo que sigue es un trabajo de advocacy y de investigaci贸n m谩s minucioso en cada pa铆s sobre los tres tipos de fundamentalismo y c贸mo operan los grupos religiosos en particular. 鈥淓n la Argentina ser铆a el caso del Grupo 25 de Marzo, en C贸rdoba 鈥搒e帽ala Guti茅rrez鈥, que presentaron una acci贸n judicial contrala Ley de Salud Sexual. Ac谩 aparece un tema interesante, que es que la Iglesia no reconoce a estos grupos como propios, dice que son lefebvristas. Y aunque en verdad estos sectores fundamentalistas respondan a los mismos criterios que la jerarqu铆a y la ortodoxia religiosa, el distanciamiento p煤blico de la Iglesia Cat贸lica marca un quiebre. Y como esta lucha es una lucha por el sentido, por el discurso, que est茅n poniendo distancia es important铆simo.鈥
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