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Viernes, 31 de mayo de 2013
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escenas

En la luz y en la oscuridad

La Compañía Babelteatro festeja sus primeros diez años con una versión para títeres de la ópera La Flauta Mágica, de Schikaneder y Mozart.

Por Sonia Jaroslavsky

La estructura de La Flauta Mágica es la de un cuento de hadas con significados profundos. Tamino, un príncipe bello y valiente, debe rescatar a Pamina, la noble y hermosa princesa, que fue secuestrada por Sarastro, el más sabio entre los sabios. Los jóvenes deberán pasar varias pruebas, crecer, enfrentarse con sus miedos y juntos vencer la oscuridad, para que regrese la paz y la esperanza en el mundo. La princesa Pamina tiene escenas complejas, ya que es inducida a matar a Sarastro por su madre, que pretende el poder –nada que no suceda en toda buena familia real–. Su mamá se lo dice cantando una de las más maravillosas arias: la de la Reina de la Noche. Pamina, personaje dramático de esta historia, resolverá el dilema desde su amor: “Ante las puertas del horror, el amor me guía, él llenará de rosas el camino que siempre está junto a las espinas. Dame tu mano, juntos atravesaremos el miedo”.

En la obra, los personajes que son “malos” al principio se transformarán en “buenos” al final y viceversa. Todo se supone que fue por una razón de mercado. Cuentan que cuando Shikaneder, actor cómico y empresario teatral, convoca a Mozart a escribir la música, fue plagiado por otra compañía que estrena la obra como El Arpa Mágica. Ante la necesidad de estrenar, Shikaneder cambió los signos de los personajes en forma arbitraria, y esta anécdota explicaría la falta de lógica y desarrollo un tanto confuso del original.

La adaptación para títeres de La Flauta Mágica se propuso mantener las canciones en su idioma original. La propuesta es básicamente de títeres de mesa o varilla y los titiriteros están a la vista. Algo particular hay en la construcción del retablo con una parrilla de luces propia que reproduce la luz de las velas de la época del teatro de Mozart. Además hay escenas en teatro negro y teatro de sombras. “Las distintas técnicas están al servicio de la historia”, dice Marges. “No hay fronteras con Mozart”, cuenta la titiritera sobre las cinco temporadas realizadas en el Cervantes, la gira por pueblos y pueblitos, su paso por Tucumán, donde la vieron más de mil niños que viajaron en micros desde la Puna. La propuesta es una síntesis de un trabajo mayor, tiene una hora de duración, cuando el original dura tres horas y media. Es por eso que Babelteatro intentó mantener el espíritu de sus autores y que vuelva a la gente, que todos puedan verla, sacarla de los espacios dedicados a la ópera, espacios donde los niños no son siempre bienvenidos, o los grandes son excluidos según su condición social. “La mirada de esos niños que por primera vez van al teatro tiene la intensidad de lo eterno. A los espectadores hay que ayudarlos a que se construyan como tal, hay que acompañarlos”, dice Pablo Medina, nuestro anfitrión en La Nube. “Y nosotros agradecemos, compartimos este encuadre de trabajo”, explica Marges, que se define como una rara avis: “Nunca nos propusimos durar, somos sobrevivientes de cierto genocidio cultural, siempre inventando nuevas estrategias que nos permitan desarrollar nuestras ideas. Es un medio donde los artistas aman lo que hacen y es mucha la producción teatral de la Ciudad, pero la mayoría vive de otra cosa o da clases para sustentarse. Es por eso que ser parte de Babelteatro es motivo de alegría, festejo, pompa y circunstancia”. Cuando se le pregunta a Marges qué le falta hacer, dice: “Desde Babelteatro hacemos todo lo que nos gusta pero siento como falta una política cultural que piense y desarrolle este arte, que facilite recursos reales, que permita la investigación, sustentación y protección estatal. Desde el año 1977, en que Ariel Bufano creó el elenco del Teatro San Martín, no ha habido otras grandes ideas de construcción en el tiempo, y han pasado 36 años. Hoy es el único elenco estable de la Ciudad, y tiene un futuro incierto. Sería bueno reflexionar: lo peor tal vez no es la ausencia de políticas sino su accionar en pos del deterioro y vaciamiento de las estructuras creadas, su capacidad para el estancamiento. Desde el Medioevo somos sólo convocados como ‘el bufón del rey’ y quedamos del otro lado de la ventanilla burocrática”.

La Flauta Mágica. Sábados, 17.30 hs. Espacio Cultural La Nube. Jorge Newbery 3537. 45524080. $ 50 (menores de 2 años no abonan).

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