Enraizada en la tradici贸n del arte de acci贸n, Elizabeth M铆a Chorubczyk se sabe una performer feminista. 鈥淒el feminismo m谩s nuevo o feminismo queer鈥, aclara de cara a las etiquetas que tantas veces ha sabido desarmar para problematizar sobre las identidades, la sexualidad, la feminidad, el ser trans. Nacida como Mati en 1988 en Israel, mudada a la Argentina con cinco a帽itos, la mujer que naci贸 con pene y fue criada como un var贸n, es una guerrera imbatible que este invierno batallar谩 otro frente cuando complete su operaci贸n de cambio de sexo. Operaci贸n en la que, reconoce, no est谩 la reafirmaci贸n de g茅nero, s贸lo una necesidad personal por abandonar el tratamiento hormonal y dejar que su cuerpo se desenvuelva naturalmente.
El cuerpo de Effy, tal es su apodo art铆stico, es la materia prima que esta artista trans formada en el Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA) expone y del que se apropia en cada pieza conceptual que lleva adelante. Como la recordada 鈥淣unca ser谩s mujer鈥, donde se le anim贸 a la sangre para realizar 13 menstruaciones perform谩ticas, incluido el hacer empapar tampones y colgarlos en espacios p煤blicos, hacerse mascarillas rojas, mancharse las tetas y caminar alrededor del Congreso. Effy ha hecho alfombras humanas, se ha vuelto comic, ha convertido su historia en serie, relato, acci贸n. Al representar, Effy se presenta y, con su obra, pone en jaque discursos hegem贸nicos. Sobre esto y mucho m谩s, charla con Las12.
鈥揟om茅 la decisi贸n de operarme en 2009, pero al principio no estaba realmente convencida por el tratamiento hormonal que implicaba y porque soy muy antiest铆mulo (no fumo tabaco, no tomo alcohol...). Finalmente dio la casualidad que el 12 de abril de 2010 no s贸lo fue el d铆a que comenc茅 a tomar hormonas, tambi茅n arranqu茅 la carrera de Artes Visuales en el IUNA. Hasta ese momento segu铆a usando el disfraz de var贸n porque ten铆a mi identidad resuelta conceptualmente pero sin usar ropa de mujer. Que mi incursi贸n en lo acad茅mico fuese en paralelo, permiti贸 que mi cuerpo empezase a estar m谩s presente, que yo misma asumiera un compromiso con 茅l, sin relegarlo. La performance fue ese camino de encuentro: un medio para la reconciliaci贸n y para comunicar el proceso a los otros, presentarme frente a ellos, visibilizarme.
鈥揌ay muchos tipos diferentes de performances; yo no me aboco a aquella vinculada con lo teatral sino con la que se relaciona con las artes visuales. No act煤o de alguien m谩s, no hago como si me cortase; soy yo, me corto. Mi intenci贸n es mostrar, sentir y ser sin representar, present谩ndose. Y aunque vulnerabilidad tenemos todos, esta forma de hacer me permite apropiarme de mi cuerpo. Para m铆, la performance es un lugar de poder y autoconocimiento que me salva de quedarme atrapada y sola sintiendo cosas sin que se entere nadie en el mundo.
鈥揝铆, pero tuve muchos problemas por mi documento 鈥搎ue es una de las tareas peor legisladas y m谩s burocr谩ticas que existen en el pa铆s鈥. Pens茅 que la Ley de Identidad de G茅nero me iba a ayudar, pero como nac铆 en Israel y la ley fue redactada para nativos o extranjeros y no para optantes de nacionalidad, el vac铆o legal hizo que estuviera dos a帽os indocumentada, marginada, en el limbo. Gracias a un contacto con el Ministerio de Derechos Humanos, finalmente me lo dieron en enero y, en ese momento, me replante茅 muchas cosas, entre ellas la carrera. Porque el plan de Visuales est谩 muy desactualizado y se basa especialmente en el arte tradicional (escultura, grabado, pintura), sin contemplar lo conceptual y contempor谩neo. El p煤blico, de hecho, sigue sin estar acostumbrado a la performance, que fue muy tapada durante la dictadura militar. Cuesti贸n que decid铆 pasarme a Cr铆tica, una carrera m谩s joven, un lugar donde puedo problematizar, cuestionar lo naturalizado, abrir situaciones sin bajar l铆nea y hablar de los l铆mites del arte, del inconsciente que subyace. Me encanta escribir; lo hago para la revista de arte La Curandera y he colaborado en el suplemento Soy, en Wicked Mag, etc茅tera. La propia performance necesita mucho de la palabra, una herramienta de lo m谩s poderosa.
鈥揝铆, la primera, existencialista, la segunda, realista. Cuando empec茅 a escribir, a煤n cuando mi blog era p煤blico, nadie sab铆a que la historia que relataba era la m铆a. Hasta que, en un momento, me dije: 鈥淥rdenemos y apliquemos la primera persona; desnud茅monos. Elizabeth soy yo鈥. Eran entregas. Todo lo que hago es una entrega, un gesto generoso, de darme al otro. Pero la vulnerabilidad se expresa en ese otro, que tiene que hacer algo con lo que una le da.
鈥揈n Soy tu creaci贸n, estoy en un colch贸n y le pido a la gente que me dibuje. Algunos me hacen barba, otros unos pechos gigantes, hay quienes me cortan la cabeza, quienes no me hacen rostro... Esos dibujos hablan m谩s de quien dibuja que de quien est谩 siendo retratada. En esos dibujos, no estoy yo: est谩 lo que al otro le pasa con la feminidad, con las personas trans, con la mujer. Mi exposici贸n expone a los dem谩s. La primera vez que la hice fue en Mar del Plata en 2010 (despu茅s la repet铆 en distintas ciudades) y fue la primera vez que estuve en corpi帽o frente a alguien. Fue muy fuerte porque, adem谩s, al ser feminista, empec茅 a cuestionarme el hecho de usar mi cuerpo y estar pasiva, inm贸vil. Finalmente comprend铆 que el poder de la situaci贸n era m铆o, porque ordenaba que me dibujasen y pon铆a los l铆mites (no hab铆a goma de borrar, no se pod铆an quedar con los retratos). Queda en una no victimizarse; es importante pensarse fuerte en situaciones que aparentan fragilidad.
鈥揟RANSita r谩pido lo hice en enero de 2011, 茅poca en que ven铆a baja de energ铆a a partir de la marginaci贸n y en la que, incluso, llegu茅 a pensar que la prostituci贸n iba a ser la 煤nica salida. No pod铆a conseguir trabajo y el tratamiento hormonal era muy caro; ten铆a 23 a帽os, quer铆a independencia y, desde el vamos, estaba en una situaci贸n desigual al no tener documento. Cuesti贸n que ven铆a todo muy negro, hasta que hubo un encuentro interdepartamental en el IUNA donde expuse mis trabajos con mucho 茅xito e hice un clic. Me dije: 鈥淓stoy por buen camino, no me tengo que rendir鈥. Pero como el momento era tan endeble, necesitaba hacer un stop. Entonces empec茅 a ofrecer asesor铆as conceptuales para artistas, donde ayudaba a m煤sicos, poetas, dibujantes a hacer nueva obra y pensar el aspecto conceptual de su trabajo. Como estaba usando mi cabeza para el trabajo de los otros, decid铆 hacer algo m谩s 鈥渓iviano鈥, darme un respiro y volver al dibujo, haciendo una historieta por d铆a basada en hechos reales. Comiqueaba lo que me pasaba desde el humor y sub铆 una tira por d铆a a Facebook durante s贸lo un mes. El comic, amistoso, hegem贸nico y popular, fue un anzuelo para que mucha gente empezara a revisar mi obra previa 鈥搈谩s pesada por pol茅mica y por contenido鈥. Cuando este a帽o me ofrecieron exponerlos en Casa Brandon, hice una serie in茅dita que se llam贸 TRANSita lenta, una historia de ocho escenas con correlaci贸n donde cuento c贸mo le confes茅 a mi mam谩 鈥揹esde un lugar de angustia鈥 lo que me pasaba hasta c贸mo me fajaba los pechos para ir al trabajo, y c贸mo me proteg铆a en la calle ese disfraz de var贸n. Porque ser var贸n en la calle es lo mejor del mundo, es un escudo: nadie te dice nada, nadie te mira. Ser hombre en esta sociedad 鈥搈谩s all谩 de que ellos tambi茅n sean v铆ctimas de ciertas formas de opresi贸n鈥 es un beneficio.
鈥揝铆, lo entend铆a as铆. Porque el camuflaje es bueno para que nada te toque, nada te haga mal. Si pasaba algo, el ataque era contra el traje, no contra m铆. El problema es que tampoco las cosas buenas me llegaban. Si alguien me amaba, 驴a qui茅n amaba? Era un enga帽o. Lo que me llev贸 a pasar por este proceso fue la esperanza de un crecimiento, de un aprendizaje: no ser otra persona o ser una mujer, sino ser mejor de lo que era. Me acuerdo de que la primera semana que ya no tuve excusas para seguir usando ropa de var贸n fue durante la Marcha del Orgullo, y yo cre铆a que era mi gran oportunidad para estrenar prendas de mina. Pero despu茅s me dije: 鈥淣o representa lo que estuve viviendo. Eso tengo que hacerlo en mi casa, con mi familia鈥. Entonces se me ocurri贸 tomar una remera XXL de hombre y estamparle 鈥淢ujer鈥, 鈥淭rans鈥, 鈥淛ud铆a鈥, 鈥淎tea鈥, 鈥淧orte帽a鈥, 鈥淓xtranjera鈥, 鈥淐asta鈥, todas palabras aparentemente contradictorias que me definen 鈥損ero que, como vivimos en una cultura que se edific贸 en base a contradicciones, su corrimiento genera v茅rtigo鈥. Al final, en rojo, pon铆a: 鈥淧otencial amenaza a tus prejuicios鈥. Y march茅 as铆, mostrando apenitas un hombro, que era lo 煤nico 鈥渇emenino鈥 que ten铆a (y lo digo entre comillas porque lo femenino no existe como tal, es una construcci贸n cultural). As铆 y todo, logr茅 que gente que no me conoc铆a se refiriera a m铆 en femenino, y con total naturalidad. Logr茅, sin ir de rosa ni con tetas gigantes, lo que quer铆a.
鈥揕as mujeres trans y las travestis tienden a exacerbar lo femenino y ocultar lo masculino para visibilizar su ser mujer o su ser travesti. Yo quise hacer lo inverso y, adem谩s, homenajear a la artista Valie Export, que hizo algo similar: entr贸 a un cine porno con un jean abierto, la vagina al aire, y portando una metralleta, le apunt贸 a la audiencia al grito de: 鈥淎c谩 tienen lo real; si alguien quiere hacer algo, me dice鈥. 隆Una genia! Reemplaz贸 el falo por el arma. Como yo quer铆a hacer una remake, ten铆a que reemplazarlo por lo antif谩lico y us茅 las tijeras. Fue una forma burda, bien grasa, de visibilizar el t贸pico de las operaciones y decir: 鈥淪铆, me la voy a cortar鈥.
鈥揅uando cumpl铆 un a帽o de tratamiento hormonal, alguien me dijo: 鈥淎unque te operes, nunca vas a ser mujer porque no menstru谩s鈥. Entonces me puse a investigar qu茅 clase de privilegio era 茅se, me extraje sangre e hice performances en forma de diario personal marcando las situaciones punzantes o de remarcaci贸n de g茅nero que hab铆a vivido. La m谩s significativa fue la de marzo, que vino a cuento del chico con el que tuve relaciones sexuales por primera vez y que rechaz贸 una historia conmigo porque dec铆a que su proyecto de paternidad se anulaba si est谩bamos juntos. Lo que hice fue ba帽arme el pelo con sangre y dejar que salpicase sobre una l谩mina, que se volvi贸 obra; despu茅s explicaba que tal vez sea inf茅rtil para reproducir hijos, pero soy f茅rtil en ideas: el 煤tero es mi cerebro. Ese es mi lugar de concepci贸n.
鈥揅omo este invierno voy a operarme, tuve que suspender el tratamiento hormonal y estoy produciendo testosterona. Siempre supe que iba a hacerlo, sin fines de reconocimiento, sin fines sexuales, sin intenci贸n de 鈥渃ompletarme鈥. Yo me siento complet铆sima ahora, ma帽ana, ayer, siempre, pero no quiero seguir tomando las pastillas inhibidoras de testosterona. Prefiero hacerme una intervenci贸n de una vez y para siempre a decirle a mi cuerpo que no haga algo que est谩 haciendo, porque no me gusta reprimir en ning煤n sentido. En tanto mucha gente sigui贸 mi lucha, sent铆 el compromiso de compartir esta informaci贸n, que no quedara vedada. Entonces plane茅 tres proyectos... Primero invit茅 a distintos artistas 鈥搈uchos de ellos, fot贸grafos鈥 para que en conjunto hagamos una fotoperformance del antes y el despu茅s y editemos las im谩genes mostrando que la feminidad no es definida por los genitales, que la identidad muta. Despu茅s voy a hacer un registro personal de la intervenci贸n y el largo proceso que implica, pero exclusivamente desde mi 贸ptica. Porque cada vez que hay un proyecto de imagen sobre la identidad trans, la autor铆a es de alguien no trans sobre lo ajeno, como si fuera un objeto de estudio, y a m铆 me interesa crear un relato de empat铆a donde cualquiera pueda identificarse con lo dif铆cil que es decidir sobre el cuerpo propio. Ambos van a editarse el a帽o pr贸ximo en formato libro bajo el t铆tulo La artista que naci贸 con los ovarios afuera. Sin embargo, como siempre le doy lugar a lo interactivo en mis obras, necesitaba algo m谩s... Hete aqu铆 la perfo del viernes 19, donde fui disfrazada de var贸n, con los pechos fajados, y transport茅 a todos al 2009, ley茅ndoles textos de una 茅poca en la que todav铆a me replanteaba la idea de operarme, cuando ni siquiera hab铆a empezado el tratamiento hormonal. A partir de all铆 hice una peque帽a cronolog铆a sobre lo que me pas贸 estos 煤ltimos a帽os, y la gente me dio unos sobres cerrados 鈥揷on cartas, canciones, fotos o vaya a saber uno qu茅鈥 que abrir茅 el d铆a de la operaci贸n.
鈥撀ooo! Esos sobres (recib铆 50) y esa perfo tienen la fuerza demoledora de lo ef铆mero; son algo 煤nico e irrepetible que tambi茅n van a quedar en la historia. Porque esas personas tambi茅n vivieron sus separaciones, alegr铆as, cambios en sus cuerpos, momentos de odio en estos 煤ltimos tres a帽os. Y ese es el lugar de empat铆a que nos une. Es importante generar identificaci贸n para que todos comprendan que las personas trans no viven de manera diferente; hay que cortar las brechas y empezar a conectarse desde un lugar m谩s humano.
鈥揝铆, hace un a帽o vengo recolectado historias de violencia sexual de mujeres o identidades femeninas mayores de 16 a帽os en 谩mbitos seguros (es decir, maltrato sexual dentro de la pareja, abuso por parte de amigos, casos en el sistema de salud) y luego me las apropio y las reproduzco en distintos espacios, haciendo o铆r uno de esos relatos en primera persona y v铆a MP3 a quien quiera recibir sexo oral. Ya lo hice tanto en lugares p煤blicos 鈥損or ejemplo, la Marcha de las Putas鈥 como en galer铆as privadas. La idea es concientizar a hombres y mujeres sobre situaciones de violencia que suelen ser silenciadas o naturalizadas. La convocatoria est谩 abierta y recibo las historias 鈥揹e cuyas protagonistas se preserva la identidad鈥 en [email protected].
Para conocer m谩s sobre la artista, ingresar a effymia.com
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