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Viernes, 22 de agosto de 2014
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Experiencias

Belleza real

Entre la variada oferta de experiencias que brinda Tecnópolis, el Ministerio de Industria y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial pusieron a disposición un escáner corporal como primer paso para elaborar un estudio antropométrico de las y los argentinos, que permitiría elaborar un sistema de talles para la vestimenta inclusivo y diverso que, a pesar de la Ley de Talles, aún no está garantizado.

Por Elisabet Contrera
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Una de las excusas de la industria textil para no cumplir con las leyes de talles es que no cuentan con un estudio antropométrico que dé cuenta de las medidas de la población. En poco tiempo ya no tendrán ese problema. El Ministerio de Industria de la Nación y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) dieron el primer paso para averiguar cuáles son las medidas reales de lxs argentinxs con la instalación de un escáner corporal en el predio ferial de Tecnópolis.

¿De qué se trata la propuesta? En el stand de la cartera de Industria montaron una sala para que los cientos de familias, jóvenes, adolescentes, niños y niñas que visitan el parque puedan conocer sus talles. El trámite es simple y rápido. Uno ingresa a una pequeña habitación, mira hacia una cámara, permanece quieto por unos instantes y en dos minutos el escáner toma una imagen completa de su cuerpo.

A la salida del cubículo, el técnico a cargo del manejo del dispositivo entrega un papel impreso con todas las medidas exactas de las diversas partes del cuerpo: contorno de pecho, muslos, torso, ancho de espalda, tamaño de bíceps, cintura y cadena, rodillas, tobillos, ancho de pies, largo de piernas y volumen total.

“Se trata de un primer paso, de una primera muestra representativa”, detalló Patricia Marino, directora del Centro de Desarrollo Textil y gerenta del área de Comercialización del INTI, en diálogo con Las12. “La segunda etapa será implementar el proyecto en los centros del INTI que funcionan en las principales ciudades del país”, agregó.

“Con la información recabada en cada provincia, elaboraremos el primer estudio antropométrico de la Argentina. Unos 60 países de todo el mundo ya cuentan con este estudio, nosotros necesitamos avanzar en ese mismo camino”, resaltó Marino.

Este estudio servirá como herramienta para que el Estado pueda sentarse con los actores del sector textil e implementar un sistema de producción de vestimenta inclusivo y diverso, que en la actualidad pese a las normas vigentes no se está garantizando (ver Ley de Talles).

Hasta ahora la convocatoria fue un éxito. Según registros oficiales, ya se acercaron a medirse cerca de tres mil personas y esperan que muchas más se animen a hacerlo. El stand permanecerá abierto durante toda la megamuestra, que abre de miércoles a domingos de 12 a 20, hasta noviembre. Estar en la fila esperando para ingresar a la sala es toda una experiencia. Para los más chicos, es una aventura más, dentro de las cientos que ofrece Tecnópolis para ellxs. Para los más grandes, genera tanta ansiedad como curiosidad. “Me es muy difícil encontrar ropa de mi talle, todo me queda chico, es muy frustrante”, le cuenta una señora, de más de 50 años a su amiga. “Pero si todo está pensado para chicas muy flacas”, le responde.

La tiranía de la industria textil que impone un modelo de cuerpo ficticio se pone en juego en esas pequeñas acciones cotidianas donde pesarse en una farmacia o entrar a un probador puede ser desesperante. Encajar en ese molde es lo que lleva a tantos y tantas jóvenes a sufrir diversos trastornos alimentarios, como bulimia y anorexia. “Por eso, es tan importante avanzar con este estudio no sólo para contar con una herramienta necesaria para la elaboración de la ropa, sino también para detectar problemas de salud como la bulimia, la anorexia, la obesidad o sobrepeso”, sostuvo Marino.

Ley de Talles

En la actualidad, existen leyes para regular el mercado y garantizar talles reales a la población, pero la industria no las cumple y los controles no son suficientes. Las campañas para concientizar sobre el tema, impulsadas por organizaciones de mujeres y las acciones aisladas del Estado en la materia, no alcanzan para que todxs tengan derecho a algo tan básico como la ropa.

La primera en legislar en la materia fue la provincia de Buenos Aires que aprobó su ley en 2001 y fue reglamentada en 2005. La norma obliga a los fabricantes de indumentaria femenina a tener prendas con talles del 38 al 46, a que cada prenda tenga una etiqueta donde figure el talle y su correspondiente traducción a medidas, y prevé multas para los comerciantes que no cumplan con la legislación.

Las12 se comunicó con el Ministerio de Producción de la provincia de Buenos Aires, órgano de control en el territorio provincial, para solicitar los números de multas impuestas hasta el momento, pero al cierre de esta nota la información no había sido suministrada. En 2011, se aprobó una reforma en la Cámara de la Diputados para que la norma alcance también a los varones, pero no tuvo la misma suerte en el Senado bonaerense.

En el caso de la ciudad de Buenos Aires, la Legislatura aprobó su Ley de Talles en 2009, que incluye talles del 36 al 50 tanto de mujeres como de varones, y para todas las edades, pero su reglamentación la hizo impracticable. Las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Santa Cruz y la ciudad de Córdoba cuentan con su propia normativa, pero también tienen dificultades para su aplicación.

En el caso de Mendoza aprobaron su ley en julio de 2013, que apunta a que los establecimientos industriales confeccionen y ofrezcan la indumentaria que se corresponda con medidas corporales reales. En este momento, están realizando diversas campañas de concientización para que los diseñadores y fabricantes cumplan con la norma en forma voluntaria.

Según la Fundación Mujeres en Igualdad, que viene luchando por la implementación de las normas desde hace años, “muchas empresas alegan problemas económicos para cumplir con la ley. Plantean que les resulta más caro fabricar talles grandes, que se desvirtúan sus diseños, que no hay en el país una moldería para esas proporciones, que es muy difícil unificar los talles por no existir un análisis antropométrico de la mujer argentina. Sin embargo, las marcas que confeccionan talles grandes dicen que los problemas económicos no son reales, que unos pocos centímetros de tela no tienen incidencia significativa”, explican. “En la oficina de MEI recibimos permanentemente correos electrónicos de denuncia de personas que no encuentran ropa a su medida. Es una discriminación que produce trastornos alimentarios; que atenta contra un derecho básico: a vestirse. Existen marcas reconocidas en el país que incumplen con la ley, que han presentado recursos de amparo, pero que en Europa lanzan campañas contra la anorexia y la bulimia, organizan desfiles con modelos de dimensiones grandes y ponen a disposición de su clientela una amplia variedad de talles”, señalan en uno de sus informes.

Más del 67 por ciento no encuentra ropa de su talle.

Una encuesta realizada en 2013 por la delegación local de la ONG internacional Cuerpos en Riesgo de Extinción, conocida como AnyBody, señala que el 67,63 por ciento de lxs encuestadxs planteó tener problemas para conseguir prendas de su talle. De las 400 personas que participaron, de entre 13 a 69 años, también llamaron la atención sobre el universo disperso de talles (1,2,3, XS a XL, 36 a 52), realidad que genera confusión y que las diversas normas buscan atacar.

Buenos Aires, CABA, Santa Fe, Córdoba, Mendoza fueron los lugares donde los encuestados encuentran mayores dificultades y las más afectadas por la falta de talles son las personas de entre de 18 y 34 años.

Desde AnyBody Argentina están trabajando para que se implemente una ley de talles inclusiva, coherente y nacional. En 2013, la Cámara de Senadores de la Nación dio media sanción a un proyecto de ley en esa línea, pero nunca fue tratado por sus pares de Diputados.

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