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“Estaba lavando los platos y pensé ‘me quedo toda mi vida lavando los platos’. Realmente pensaba eso como posibilidad, decir me someto, me termino de someter y obedezco para que esto no se rompa. Pero si hacía eso, la que se rompía era yo.” Con esa declaración tan empática, tan cotidiana, tan posible, tan reaccionaria, María Fernanda simbolizó el día D de su vida en pareja. Lo cuenta en Historias de género, la flamante serie que Canal Encuentro emite los martes de noviembre en horario central y repite los sábados (vaya grilla marginal, viernes a las 5 de la mañana, sábados a la 1.30).
El primer capítulo arrancó por casa, visibilizando la violencia doméstica y repasando de qué forma las diferentes instituciones públicas, a través de la Ley 26.485, empiezan a tocar la vida de las mujeres y a contenerlas desde el momento en el que se animan a pedir ayuda hasta mucho después de que logran separarse del agresor. Cita la estadística de la Casa del Encuentro: en nuestro país muere una mujer cada 35 horas por esta causa. Cuenta que en los últimos 5 años hubo 66.471 denuncias, es decir casi 70 mil argentinas pidieron auxilio a la Justicia. Y no omite preguntarse cuántas causas no se abrieron. “Muchas víctimas ignoran su condición; otras, en cambio, la niegan. El primer paso para salir es tomar conciencia”, dice en off la voz de Agustina Cherri, actriz y productora del programa.
Pensando también en el mandato de la ley y en la gran asignatura pendiente, se podría decir que Historias de género es una estrategia de prevención. Hay música funcional de fondo, nada de panfletos ni corpiños agitados, mucha primera persona: testimonios sin golpes bajos, lenguaje accesible, escenarios domésticos familiares a la clase media, peinados naturales, palabras coloquiales, silencios universales. Sí, mujeres reales. Relatos imposibles de mofar como manipuladores o increíbles. Que se quedan latiendo en el living de tu casa o en tu almohada.
“El programa muestra que existen herramientas estatales que no son perfectas, pero están –cuenta a Las12 María Gras Buscetto, presidenta del Consejo Nacional de las Mujeres que depende del Ministerio de Desarrollo Social–. No sólo muestra cifras: da la voz a las mujeres para que puedan mostrar su victoria. Uno de los objetivos es romper el discurso hegemónico, que no se piense como un tema policial sino social. Verlo así nos permite interpelar el lugar que ocupamos. Queremos rediscutir los sentidos comunes y romper discursos que narcotizan y que fortalecen al victimario, como el ‘Y bueno...’. Esto se puede modificar. Se trata de una injusticia social, y las injusticias se resuelven en lo colectivo.”
“Una de las cuestiones que explica la violencia de género tiene que ver con el traspaso generacional”, señala frente a cámara Cristina Oroño, coordinadora de la línea 144. En sus palabras late parte del recorte del primer programa, de una posible subjetividad con la que se escogieron los testimonios: “La mayoría de las víctimas y victimarios proviene de familias donde los conflictos se resolvieron a través de la violencia.”
Roxana se animó a pensar en otra vida el día que cumplió 40. “A mis 11 años empezaron las discusiones. Mi papá que no venía a dormir... Empezaron a pasar cosas raras, y mi mamá me dice que consiga un flete. Yo con mis 11 años me voy a buscar un flete. Vino para casa, cargamos todo. Es muy desgarrador dejar tu casa. Y esto tiene que ver con mi historia.” Hoy es beneficiaria junto a 100 mil pares del programa Ellas Hacen, que procura devolverles la libertad interior a través de la formación y la independencia económica.
María Fernanda no se quedó lavando los platos. “Mi vida cambió rotundamente. Hoy tengo algo que es previsible: la tranquilidad.”
Historias de género, los martes de noviembre a las 22.30, por Canal Encuentro.
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