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Viernes, 16 de diciembre de 2005
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A mano alzada

Peligro: soltero

(notas sobre el estado civil como herramienta judicial)

Por Mar铆a Moreno
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Recientemente Omar Chab谩n pidi贸 juicio pol铆tico para los integrantes de la C谩mara de Casaci贸n Eduardo Riggi y Guillermo Tragant, que en su fallo para reenviarlo a la c谩rcel compararon Croma帽贸n con Atocha y apoyaron su sospecha sobre una supuesta propensi贸n de Chab谩n a fugarse en el hecho de que no tenga esposa e hijos. La solter铆a como equivalente a d茅ficit afectivo e insensibilidad social ya fue agitada en las v铆speras del nombramiento de Carmen Argibay como miembro de la Suprema Corte. El grupo Human Life Internacional, con poco cristiana groser铆a, se pregunt贸 entonces c贸mo puede representar a la mujer argentina una atea que 鈥渘o os贸 formar familia鈥. Los t茅rminos reaccionarios de los doctores Riggi y Tragant 鈥揺ncubiertos de preocupaci贸n por el cumplimiento de la Justicia en democracia y por el resarcimiento de las v铆ctimas鈥 implican un razonamiento donde s贸lo existe una ignorancia del sistema simb贸lico. Sugieren que la conciencia pol铆tica s贸lo puede gestarse en los damnificados y que la 茅tica de una persona est谩 determinada meramente por la amenaza de sus bienes, ya sean materiales como afectivos. Pone la Justicia del lado de los que tienen familia y la infracci贸n a la ley del lado de los que no la tienen. La historia ha demostrado, en cambio, c贸mo la solter铆a garantiza a menudo el compromiso con la causa y la sociedad, favoreciendo el mito, como en los casos de Manuel Belgrano y Juan Bautista Alberdi, al que se le reprochara con picard铆a que fuera el autor de la frase 鈥淕obernar es poblar鈥.

Aunque parezca lo contrario, los camaristas acusados por Chab谩n de flagrante discriminaci贸n han hecho una suerte de lectura invertida de la pol铆tica de los organismos de derechos humanos, cuyo desarrollo comenz贸 en su condici贸n de damnificados y creci贸 hasta incluir a otros en sus reclamos y llegar a elaborar consignas que llevaban la noci贸n de justicia m谩s all谩 de sus reivindicaciones puntuales. Al mismo tiempo, los camaristas parecer铆an reclamar como garant铆a la existencia de la familia como reh茅n y elemento de extorsi贸n, algo que fue utilizado por la dictadura militar para ejercer la tortura psicol贸gica sobre sus v铆ctimas. La Justicia, seguramente, influida por la narrativa melodram谩tica de los medios cuyos nuevos hits son el asesinato de ancianos y la violaci贸n suburbana 鈥搉o es que sean falsos sino que ocupan hoy la lista de temas codiciados鈥 hubieran querido un Chab谩n mes谩ndose los cabellos y arranc谩ndose la t煤nica ante los cad谩veres de Croman贸n. El melodrama exige el expresionismo, pero Chab谩n se alej贸 de la escena y, si lo hizo para tramar su exculpaci贸n o para elaborar una estrategia que lo sacara de la par谩lisis, permanecer谩 enigm谩tico incluso para 茅l mismo: la situaci贸n l铆mite s贸lo puede evocarse en una construcci贸n a posteriori y de acuerdo con los intereses del presente, aunque gran parte de los recuerdos permanezcan borrados o inconscientes. Pero no cedi贸 鈥搚 esto se debe a su 茅tica鈥 al relato expresionista de un sentimiento de culpa agitado por centenares de fantasmas que pudiera atemperar la indignaci贸n de los padres de las v铆ctimas, o alimentar el goce voyeur de la sociedad. Chab谩n no estaba en la escena de la tragedia, pero tampoco estaba oculto. Esta evidencia obvia 鈥搇a de un desplazamiento, no de una huida鈥 y las cosas que pudo haber dicho in situ se han transformado en inculpaciones aseguradas.

La falacia de comparar Croma帽贸n y Atocha se basa en una capciosa similitud num茅rica. Pero esa equivalencia podr铆a ser reversible: de acuerdo con las comparaciones efectistas de los camaristas Eduardo Riggi y GuillermoTragant, un atentado terrorista, donde el objetivo voluntario fue una muerte masiva, podr铆a ser juzgado como 鈥渆strago doloso鈥. Estos detalles de un juicio basado en chivos expiatorios y manipulaciones pol铆ticas favorecen la homologaci贸n conformista entre reparaci贸n-castigo-c谩rcel (sin cuestionar a esta instituci贸n como pudridero en vida y socializaci贸n del delito) por falta de la capacidad de ejercer una justicia m谩s profunda. Los grupos familiares rectores que comenzaron a hacer pol铆tica durante la dictadura a partir de su parentesco con las v铆ctimas fueron capaces de un mayor refinamiento justiciero, al apuntar al futuro en una s铆ntesis que iba m谩s all谩 del pedido de juicio y castigo a los culpables: Nunca m谩s.

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