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Vuelve a ocurrir cada semana. Por lo general adoptan la invisibilidad que facilitan los clasificados, y un poco menos los afiches callejeros en paradas de colectivos o en cabeceras de ferrocarril. Hace apenas diez días cayeron en la trampa dos amigas que anhelaban ser modelos. Durante semanas se prestaron a castings y al pago en fecha establecida de doscientos pesos cada una para acceder a una serie de beneficios estéticos, más gastos de representación. Sus potenciales “managers” terminaron violándolas en una peluquería de Lanús, adonde las habían citado para ensayar cambios de look. Como la serpiente a punto de morderse la cola, su cabeza asomó nuevamente por estos días en el destacado “Chicas para chat con USA”, que en promoción vía Internet aparece como “un nuevo concepto de modelar”. En Buenos Aires funcionan cientos de estudios de videochat disfrazados en oficinas céntricas, que trabajan con clientes vernáculos o extranjeros, consumidores de prostitución latina. “Nuestro negocio –advierte la empresa webmodelscasting– se basa en brindar una actuación/entretenimiento en vivo (...). La página está bloqueada para la Argentina y sólo trabaja con usuarios extranjeros. (...) Las modelos seleccionadas serán capacitadas por un período de 90 días. Esta capacitación será paga.” Si la elegida tiene suerte, al cabo de esos tres meses logrará huir del circuito con lo que reste de sí misma. Sin embargo, adolescentes y jóvenes responden a estas convocatorias, aun cuando se asomen a la sospecha de nuevas formas de prostitución exhibidas con la sutileza de un elefante. En mayo, la policía cordobesa detuvo a una mujer que regenteaba el sitio elarcangelcordoba, por facilitar la prostitución vía Internet de una chica de 15 años. El caso fue descubierto por su madre, que la siguió hasta un departamento donde se ofrecían los servicios a una lista de clientes. Según el diario La Mañana de Córdoba, “cuando le tocó declarar, la adolescente dijo que se llevaba muy mal con su madre”, que “llegó a ese departamento por un aviso publicitario, y mintió su edad para poder trabajar sin que nadie le reprochara absolutamente nada”.