Durante las inundaciones murieron 23 personas ahogadas. Durante los meses posteriores, la cifra de muertos por sus secuelas alcanz贸 a 119, seg煤n un informe de la Casa de Derechos Humanos, que concentra a todos los organismos de la ciudad de Santa Fe con la colaboraci贸n de las ONG Acci贸n Educativa y Canoa. 鈥淢谩s de la mitad de las v铆ctimas no ten铆an antecedentes de problemas de salud, mientras que se detect贸 que la mayor铆a de las personas que ten铆an alguna enfermedad, gozaban de buena calidad de vida鈥, dice el informe y tambi茅n consigna que 鈥渆n la mayor铆a de los casos, las patolog铆as mencionadas como causa de muerte se acompa帽aban de cuadros depresivos severos鈥.
La Casa de Derechos Humanos tambi茅n elabor贸 un informe sobre las secuelas que sufren los que padecieron la inundaci贸n. 鈥淟os barrios donde se registra la mayor cantidad de personas con secuelas son aquellos que el intendente, el d铆a 29 de abril de 2003, indic贸 que se pod铆an quedar tranquilos, que no se iban a inundar. La rapidez de avance del agua, la imprevisibilidad de los responsables y la magnitud del desastre convirtieron a esta poblaci贸n en la de m谩s alto riesgo鈥, indica ese informe. Los datos que se utilizaron para ese relevamiento fueron de personas que pudieron hablar y denunciar lo que les pasaba. 鈥淟a mayor铆a de la poblaci贸n afectada no s贸lo se encuentra sin la atenci贸n adecuada para poder elaborar el trauma sino que le cuesta reconocer y hablar sobre lo que le pasa y siente鈥, afirma el mismo trabajo. Los organismos denuncian: 鈥淩esulta alarmante que a partir del a帽o de la cat谩strofe el gobierno inicie el trabajo de la atenci贸n psicol贸gica de esta poblaci贸n con un peque帽o grupo de profesionales, y que a los seis meses los resultados que se publican son s贸lo num茅ricos.鈥 Si de n煤meros se trata, los profesionales que trabajan en la problem谩tica aseguran que el Ente de la Reconstrucci贸n contrat贸 a 20 psic贸logos y 100 abogados, en su mayor铆a con el objetivo de convencer a la gente de recibir lo estipulado por el gobierno, sin derecho a pataleo.
鈥淒enunciamos la falta de pol铆ticas en salud. Desde un primer momento toda nuestra atenci贸n la pusimos en la p茅rdida de vidas humanas, en ese momento hablamos con la Secretar铆a de Derechos Humanos y con el Ente de la Reconstrucci贸n. En ning煤n momento se atendi贸 ninguno de nuestros reclamos, como darles prioridad a los afectados por las inundaciones para la atenci贸n m茅dica. En todo ese tiempo sigui贸 muriendo gente鈥, afirm贸 Julia Gait谩n, una de las autoras del informe, quien se帽al贸 que las casas est谩n inhabitables, y hay gente que vive en condiciones inhumanas, todav铆a evacuados. 鈥淭odav铆a hay un galp贸n con cinco familias abandonadas en un lugar donde nadie puede habitar y tambi茅n quedan unas pocas familias en el ferrocarril Belgrano (un centro de evacuaci贸n que lleg贸 a tener 2000 personas). Todos est谩n abandonados, porque el Estado no se ocupa de ellos. Y en sus casas no se puede vivir, la mayor铆a son inhabitables鈥, afirma.
Una denuncia penal por incumplimiento de deberes de funcionario p煤blico y estrago culposo fue presentada en mayo de 2003 ante la justicia santafesina. Esta semana, los actores civiles de la causa patrocinados por las abogadas de Casa de los Derechos Humanos hicieron una presentaci贸n para impedir que prescriban. Las abogadas Lucila Puyol y Lucrecia Faccioli arguyeron que, seg煤n el art铆culo 67 del C贸digo Penal, mientras sigan siendo funcionarios, los delitos est谩n vigentes. Y eso es as铆 para la mayor铆a, que se mantiene en cargos p煤blicos. Pero no se avanz贸 nada. Durante este tiempo, el juez Diego de la Torre tom贸 declaraciones testimoniales a los funcionarios de entonces, pero ninguna indagatoria. El fiscal Ricardo Favaretto tampoco las pidi贸.
鈥淧resentamos un escrito solicitando que se llame a indagatoria a personas que resultar铆an responsables de la cat谩strofe a la luz de todas las pruebas que hay en el expediente por la figura de incumplimiento de deberes de funcionario p煤blico que prescribe a los dos a帽os. Al mismo tiempo, por el art铆culo 67, cabe la interrupci贸n de la prescripci贸n debido a que la mayor铆a contin煤an siendo funcionarios. Estamos esperando que el juez y el fiscal los llamen a indagatoria鈥, explic贸 Puyol. Como el juez se encuentra en uso de la licencia, no habr谩 medidas por ahora.
Ana Salgado es la directora de la Escuela Vicente Zaspe, del barrio Santa Rosa de Lima. All铆 empezaron a recibir personas evacuadas en la noche del 28 de abril, y estuvieron organizando la comida para alrededor de 400 personas, entre ellos una mujer en silla de ruedas. 鈥淧reparamos leche, alfajores, a la otra ma帽ana temprano nos fuimos a ver, ya esa noche se ve铆a gente y茅ndose del barrio, a la otra ma帽ana nos fuimos a ver el agua que estaba entrando. Pedimos un sol de noche por si ten铆amos que volver a permanecer otra noche m谩s y cuando 铆bamos a ir a buscarlo, vemos que el agua empieza a llegar a la escuela. Entro para pedir los camiones para evacuar a la gente, y cuando miro para afuera, el agua ya entraba por los escalones. Hab铆a 400 personas, la gente segu铆a viniendo a la escuela. Pero cuando pasabas por el port贸n la fuerza del agua te tumbaba. Temprano hab铆amos conseguido una escalera de hierro; cuando el agua me lleg贸 a la cintura, dije subamos al techo. Era el mediod铆a cuando empezamos a subir. Lo primero que perdimos fue la noci贸n del tiempo鈥, relata esta directora que hoy est谩 trabajando con sus alumnos para recuperar la memoria, porque 鈥渆sto no puede volver a suceder鈥.
Cuando se quedaron sin luz y sin tel茅fono 鈥渇ue la total sensaci贸n del abandono. S贸lo ten铆amos una radio para escuchar noticias. Eramos 400 personas entre adultos y chicos, m谩s algunos sachets de leche, yogur, alfajores. Gracias a la viveza de la gente del comedor que subi贸 con nosotros, llevamos algo para comer. En eso entr贸 un vecino en canoa a buscar a sus familiares y decidi贸 priorizar a la mujer en silla de ruedas y una embarazada. Sab铆amos que no las 铆bamos a poder subir鈥, sigue el relato. "En aquel momento nos daba bronca escuchar a Reutemann decir que la gente no se fuera de los techos, o al ministro de gobierno Carlos Carranza que dec铆a que no hab铆a combustible para los lanchones. Lo que no hab铆a era decisi贸n pol铆tica para usar el combustible que hubiera en la ciudad para esta emergencia鈥, afirma con una convicci贸n que el tiempo s贸lo ha profundizado. Ese d铆a lo pasaron en el techo de la escuela, pero a la nochecita el agua empez贸 a llegarles a los tobillos. S贸lo el techo del comedor, a dos aguas, era un poco m谩s alto. Pero irse all铆 tambi茅n era riesgoso. Entonces apareci贸 Luis Cejas, un vecino con una canoa que sac贸 gente toda la noche. 鈥淧rimero salieron las mam谩s con los chicos, despu茅s las mujeres solas y por 煤ltimo los hombres. Cuando yo sal铆 hab铆a m谩s de 6 metros de agua. Salir era toda una odisea, pero Cejas sac贸 a cientos de personas esa noche.鈥 Salgado recuerda aquello con detalle y confiesa: 鈥淟a escuela es una fortaleza tan grande, pero yo me paro y tengo la sensaci贸n de que el Salado avanza de nuevo. No lo digo porque a la gente no hay que asustarla. Tenemos que luchar por nuestros derechos con alegr铆a, porque quieren vernos tristes y enojados鈥. La bandera estar谩 hoy a media asta en todos los establecimientos de Santa Fe. 鈥淟e vamos a decir no a la desmemoria.鈥
Mar铆a Ang茅lica Mamet, de la Escuela de Psicolog铆a Social Pichon Rivi猫re, es una de las operadoras en salud mental que trabaja con los inundados desde el primer d铆a. 鈥淗acemos un balance negativo del desarrollo de esta situaci贸n. Aqu铆 hay un da帽o no reparado, que implica adem谩s la no asunci贸n de responsabilidades. Lo que uno puede decir es que el da帽o se ha profundizado, por eso decimos que es un balance negativo鈥, dice la profesional. Para Mamet, 鈥渁 esta altura en la gente operan por un lado mucha rabia, mucha bronca, porque va tomando cada vez m谩s conciencia de lo perdido, pero tambi茅n por el sentido de la injusticia鈥. Por eso, considera una apuesta a la salud que la gente se sume a la pelea por la justicia. 鈥淗ay una lucha muy fuerte contra el mensaje de olvidate, ya pas贸, ya est谩 bien, ya fue. Ese es un mensaje que circula desde diferentes 谩mbitos. Surge desde la impotencia, pero lo que tapa es que la persona no est谩 mal porque no olvida, sino por lo que pas贸.鈥 La especialista subraya que la gente 鈥渘o se puede olvidar de algo que ha significado una ruptura absoluta de sus condiciones de vida previas, algo que te rompi贸 el proyecto de vida, que te lo desarm贸, no puede ser olvidado, debe ser elaborado鈥. Esa elaboraci贸n est谩 dificultada porque los responsables pol铆ticos no asumen esa responsabilidad. 鈥淓st谩 claro que hubo una acci贸n deliberada que implic贸 tama帽o da帽o. Ellos no asumieron esta acci贸n deliberada y la gente qued贸 con vivencias de aniquilamiento, de descuido, de desprotecci贸n absoluta por parte del Estado que es quien se supone que lo debe cuidar鈥.
Pero adem谩s, el miedo sigue a flor de piel. Hace un mes circul贸 la informaci贸n de que el r铆o Salado volver铆a a hacer un pico. 鈥淔ue un momento terrible donde hubo situaciones de p谩nico, mucha angustia. La gente del barrio dec铆a que a las 2 de la ma帽ana parec铆a la peatonal, porque frente a un dato que les volvi贸 a reactivar la angustia y el miedo por lo vivido, lo que hicieron fue buscar la bicicleta y llamar a los vecinos, para ir al terrapl茅n a mirar. No pueden creer lo que dice el gobierno, tienen que corroborar con sus propios sentidos鈥, afirm贸.
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