Lunes, 26 de septiembre de 2005

Emociones mezcladas fueron las que sintieron los simpatizantes de Banfield cerca de las seis de la tarde de ayer, mientras abandonaban el coqueto Viaducto de Sarandí luego de empatar 1 a 1 con Arsenal, en un partido trabado y deslucido.
La contrariedad de la parcialidad del conjunto del Sur, que hasta este encuentro miraba a todos desde la cima de la tabla junto a San Lorenzo, era evidente. Si bien los hinchas estaban satisfechos porque su equipo había sorteado con relativo éxito una parada difícil –ante un rival al que todavía Banfield no pudo vencer en Primera División–, la preocupación por el flojo rendimiento que exhibió el equipo en la primera mitad era mucho más fuerte. Porque Banfield había sido superado claramente por Arsenal que, sin hacer maravillas, merecía mucho más que el gol con el que se fue al descanso.
El equipo dirigido por Carlos Leeb comenzó el partido mostrando una actitud diferente de la que exhibió en sus anteriores presentaciones. Quizá la presión de saberse líder del campeonato le jugó en contra a un plantel muy joven, que había iniciado el certamen pensando en otra cosa. Arsenal aprovechó la situación y, achicando los espacios hacia atrás, consiguió poner en riesgo en varias ocasiones el arco defendido por Lucchetti.
La movilidad de Tabares, Raymonda e Hirsig lograba romper con facilidad la línea media de la visita en la que sólo la regularidad de Leiva conseguía destruir el ritmo propuesto por el conjunto de Sarandí. Banfield trataba de ser prolijo en la mitad del campo, pero la presión de Esmerado y Patricio González sobre Galarza y Dátolo hacía que el conjunto de Leeb abusara de pelotazos largos en busca de Sand. Para colmo, a los 20 minutos de la primera parte, Dátolo y Cvitanich se lesionaron en la misma jugada y sus reemplazantes, Paletta y Mendoza, tampoco pudieron otorgarle mayor dinamismo al mediocampo.
Cerca del final de la primera parte, cuando parecía que Banfield había conseguido sortear con éxito el asedio local –y arrimaba algo más de peligro–, Arsenal abrió el marcador. En un contragolpe excelente, Tabares llegó hasta el fondo por la derecha y su centro, al segundo palo, encontró la cabeza de Píriz Alves, que sólo tuvo que acariciar la pelota al fondo de la red.
En el complemento, Leeb cambió el tradicional esquema táctico y pasó a jugar con sólo tres defensores. Cuando la gente visitante comenzaba a impacientarse con Pezzotta, Galván consiguió la igualdad con un perfecto tiro libre que se coló por encima del cuerpo de Dreer.
A partir de allí, ambos equipos se repartieron el dominio hasta que se hizo presente el fantasma de la derrota. El pitazo final encontró al local festejando el punto y a Banfield con una sensación confusa.

Informe: Carlos Altea.

ARSENAL-1 Dreer-5- Noce-5 Sekagya-6 V. López-6 Yacuzzi-5 P. González-6 Esmerado-6 Hirsig-6 Raymonda-6 Tabares-7 Píriz Alves-7 DT: Bianco

BANFIELD-1 Lucchetti-5 Barraza-5 Civelli-5 Sanguinetti-5 Pagés-5 G. Galván-6 Leiva -6 Galarza-5 Dátolo-5 Cvitanich-5 Sand6 DT: Leeb

Estadio: Arsenal. Arbitro: S. Pezzotta. Goles: 42m Píriz Alves (A); 59m Galván (B). Cambios: 22m Mendoza por Cvitanich (B) y Paletta por Dátolo (B); 64m S. González por Píriz Alves (A) y J. Morales por Raymonda (A); 81m R. Mannara por Tabares (A); 90m S. Romero por Sand (B).

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