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El envión futbolístico de River no se detiene. Y ahora la contundencia volvió a estar en la escena principal de uno de los animadores del torneo. Desde aquella derrota ante Racing, el equipo comenzó a enderezar el rumbo que ahora lo encuentra a sólo un paso del líder Boca. Pero más allá de las cuestiones numéricas, River tiene argumentos sólidos en su esquema para aspirar a cosas importantes. La diferencia que exhibió ayer ante San Lorenzo no sólo se reflejó en el resultado (5-0) sino que en la cancha quedó plasmada la distancia que hay entre un plantel con objetivos claras y otro que deambula sin alma buscando la salida hacia algún lugar.
River necesitó sólo siete minutos para sentenciar una nueva victoria. Ese fue el tiempo que tardó en sumar dos goles, y dejar al descubierto los inconvenientes que tiene San Lorenzo para construir su juego. Los errores que se le pueden adjudicar al arquero Orión por su rendimiento en la eliminación de la Copa Sudamericana también se le pueden atribuir a Saja ayer, luego de su mala salida para cortar un envío de Ferrari desde la derecha, que desembocó en el cabezazo de Zapata.
Dos minutos después, Farías se aprovechó de las dudas que tuvieron Quatrocchi y Bianchi Arce para despejar una pelota y definió con un zurdazo cruzado al palo más lejano de Saja. Pero el arquero contribuyó aún más a bajar su nivel cuando desperdició la posibilidad de descontar: Saja ejecutó un penal –Elizondo cobró una supuesta falta de Carrizo a Silvera– con mucha suavidad, para que su colega de River controlara la pelota sin problemas.
Las diferencias entre ambos comenzaron cuando River demostró que con nombres de jerarquía todo resulta más fácil. El nivel de Belluschi, la colaboración de Gallardo, el aporte de Ferrari, y la peligrosidad que imprimen Farías y Higuaín sirvieron para contrarrestar a un rival que apenas puede contar con Silvera como arma más destacada. Pero como el ex Independiente no es abastecido con criterio, las intenciones de San Lorenzo se desvanecen antes de empezar.
La diferencia que había sacado River pudo extenderse aún más en el desarrollo del primer tiempo. Higuaín tuvo dos chances claras: en la primera, su remate se fue al lado del palo; y en la segunda, su cabezazo encontró bien ubicado a Saja. Precisamente, este último se reivindicó un poco con otra volada para tapar un tiro de Gallardo, y dos anticipos ante Higuaín y Farías. San Lorenzo sólo se acercó con un cabezazo de Hirsig.
Los cambios que realizó el visitante buscando la reacción en el segundo tiempo no dieron resultado, y a los 16 minutos todo se definió cuando Zapata culminó una gran jugada entre Higuaín y Belluschi, y picó la pelota por arriba del arquero. La fiesta se agrandó cuando el reaparecido Ortega marcó el cuarto, dejando en el camino a Bottinelli y definiendo también por arriba de Saja. El goleador Farías puso las cifras finales con un cabezazo luego de un envío de Méndez.
Este clásico mostró las dos realidades: uno que tiene criterio y poderío para saber hacia dónde va; y otro que no tiene resolución y tampoco capacidad, y así el prestigio se sigue deshilachando.
Estadio: River.
Arbitro: Horacio Elizondo.
Goles: 5m y 61m Zapata (R), 7 y 90m Farías (R), 78m Ortega (R).
Cambios: 45m Alvarado (4) por A. González y Acosta (4) por Hirsig (SL), 67m Ortega por Belluschi (R), 68m Domínguez por Higuaín (R), 71m Husain por Rivero (SL), 80m Méndez por Zapata (R).
Incidencias: 34m Carrizo le detuvo un penal a Saja (SL). Recaudación: 439.699 pesos.
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