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Los números indican que Boca sacó 6 puntos en sus dos últimos partidos, con 7 goles a favor y ninguno en contra. La formación en ambos partidos fue la misma con una sola excepción: ante Racing atajó Caranta y ante Vélez, Migliore. El dibujo táctico fue muy parecido en los dos encuentros, por lo que podría inferirse –a la luz de los resultados obtenidos y sin considerar la escasa resistencia que ofrecieron Racing y Vélez– que Miguel Angel Russo finalmente encontró el equipo.
Desde la ida de Riquelme, el entrenador había probado diversas variantes en una zona clave, el mediocampo: Battaglia a la derecha de Banega; los dos en una misma línea; Cardozo de enganche: Gracián de enganche; Banega solo en el medio; Battaglia solo en el medio; 4-4-2 con Dátolo sobre la izquierda; 4-4-2 con Alvaro González sobre la izquierda. Ninguna satisfizo.
En los dos últimos compromisos, el entrenador –que en la fecha anterior no pudo disponer de Ledesma (suspendido)– armó una especie de 4-3-1-2 con Banega suelto, flexibilizado como 4-1-3-2, con Battaglia moviéndose en abanico delante de la línea de cuatro y casi en una misma línea Alvaro González por la derecha, Banega por el medio y Neri Cardozo por la izquierda. En la nueva estructura, Battaglia y Banega parecen sentirse mucho más cómodos. Superados los parates obligados por varias lesiones,
Battaglia está físicamente más entero y en condiciones de sostener todo el andamiaje desde el medio. Ayer jugó como en sus mejores tiempos, plantó su presencia en el medio, quitó mucho y por lo general distribuyó la pelota con buen criterio. El reconocimiento de los hinchas le llegó en los minutos finales con el partido liquidado: lo aplaudieron cada vez que tomaba contacto con la pelota. Banega, sabiéndose respaldado, puede intentar alguna gambeta y algún lujo sin que caiga un pesado murmullo cuando falla. No es un enganche clásico, pero –un poco más adelantado y sin superponerse con Cardozo– aporta mucho más que Gracián, quien rindió muy por debajo de lo que se esperaba de él. A Banega le sobra confianza para pisar la pelota (a veces exagera), pero le falta fe para probar al arco, tal como lo hacen Neri Cardozo y Ledesma.
Contra Racing, la figura había sido Banega. Ayer, Battaglia fue el abanderado y tuvo como escoltas a Alvaro González y Neri Cardozo. El uruguayo, que tiene una rara habilidad, inició con una buena gambeta la jugada que terminó en el segundo gol de Boca, sirvió a Palacio en el tercero y definió fenómeno en el cuarto. Neri, que recuperó el afecto de los hinchas, participó en los dos últimos goles, con pases muy precisos desde la izquierda. El único reparo que se puede poner a la actuación del uruguayo es que no lo tapó como se imponía a Cabral, cuando ingresó en el equipo visitante en el segundo tiempo.
Russo declaró hace poco que ya tiene el equipo para jugar el Mundial de Clubes en Japón, aunque no dio nombres. Las dudas están en el medio, porque está claro que Caranta va ser el arquero; Palacio y Palermo los delanteros e Ibarra, Maidana, Paletta, Morel Rodríguez los defensores, en la medida en que estén en buenas condiciones físicas.
En el medio, todo hace suponer que el DT va a respetar la titularidad de Ledesma y Alvaro González será el primer recambio. Los demás serán los que jugaron ayer.
El dibujo, hasta aquí, le viene dando buenos resultados. Y si los rivales siguen dando ventajas como lo hicieron Racing la semana pasada y Vélez ayer, el 10 en dibujo se convertirá en 10 en matemáticas.
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