Página/12 :: libero :: Al final terminaron jugando para el Diablo

Estudiantes, el campeón de América, reclamó derechos sobre la victoria. Dijeron Sabella y los jugadores, tras el empate en uno ante Banfield, que con un jugador menos en los últimos 20 minutos del partido por la expulsión de Enzo Pérez terminaron llevándoselo por delante al Taladro y teniendo tres situaciones claras que lo arrimaron al triunfo que al final no fue.

Banfield, el campeón vigente del fútbol argentino, también exigió lo suyo. Dijeron Falcioni y sus futbolistas que las llegadas más nítidas estuvieron de su lado. En el primer tiempo, un cabezazo de Battión dio en el travesaño y otro de Sebastián Fernández en el poste izquierdo. Y en el segundo, Orion le atajó un penal al uruguayo Sebastián Fernández. Suficiente como para aspirar al triunfo que no llegó.

Habrá que concluir entonces que la igualdad estuvo bien. Y que para Estudiantes supo a poco, más allá del reconocimiento levantado de su gente a tanto corazón puesto sobre la cancha de Quilmes. Quedó a seis puntos de Independiente. Y aunque la ventaja no parece indescontable ni mucho menos, al final de la tarde flotaba la sensación de que darles alcance a los Rojos desde ayer es más complicado.

Acaso pueda decirse que Estudiantes estuvo más cerca del éxito porque en la segunda etapa acorraló a Banfield y porque, en la última pelota de la tarde, Maidana sacó parado junto al palo derecho un tiro libre rasante de Verón que entraba justo. Pero un balance honesto de lo sucedido ayer no deja dudas: cada uno se llevó lo que debía. Estudiantes no pudo ganar porque en su momento de mayor dominio, que arrancó inmediatamente después del penal atajado por Orion, no tuvo claridad en los metros finales del terreno. Y si Banfield tampoco consiguió ganar fue porque falló a la hora de concretar aquellas situaciones tan claras.

Cuando Boselli marcó su gol (desvió de cabeza un remate al arco de Braña), la movilidad de Gastón Fernández y la velocidad de Núñez por los costados parecían anticiparle a Estudiantes una tarde repleta de satisfacciones. Después, todo se hizo más difícil. Banfield emparejó, empató y luego se retrasó. Y ante la imposibilidad de colar buenas pelotas en el fondo banfileño, Estudiantes recurrió sin éxito a los bombazos desde afuera de Verón para demoler el murallón defensivo que Banfield levantó al borde de su área grande.

Sólo durante el tramo en el que Erviti pudo manejar a su equipo, Banfield fue más que Estudiantes. Y eso pasó en el último cuarto de hora de la primera etapa, cuando además igualó con el gol de Marcelo Quinteros. Tras el penal desperdiciado, se replegó, dejó de llegar y eligió el empate. Es posible que ese retroceso haya tenido que ver tanto con la presión que le metió Estudiantes como con la fatiga acumulada tras el viaje a México y el partido copero de la semana ante Morelia. Pero en ese rato en el que Estudiantes le tiró toda su fuerza encima, Banfield tambaleó y perdió toda su estampa de equipo ordenado. Aguantó y se llevó el empate porque Estudiantes no lo pudo rematar. Sólo por eso.

Estadio: Quilmes (local Estudiantes).

Arbitro: H. Baldassi.

Goles: 14m, Boselli (E); 40m, Quinteros (B).

Cambios: 40m, L. González (5) por Boselli (E); 56m, E. Pérez por G. Fernández (E); 67m, Laso por C. García (B); 80m, Cardaccio por Quinteros (B); 89m, Pío por J. Rodríguez (B).

Incidencias: 51m, Orion (E) le atajó un penal a S. Fernández (B); 70m, expulsado E. Pérez (E).

Estudiantes y Banfield no se sacaron ventajas y perdieron terreno con el líder

Al final terminaron jugando para el Diablo

El equipo de La Plata estuvo un poco más cerca del triunfo, pero no supo rematar el partido y ahora quedó a seis puntos de Independiente, cuando restan siete fechas. El equipo de Falcioni se despide de la lucha por el título.