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Lunes, 19 de julio de 2010
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“No creo que el promedio sea un condicionante para intentar jugar bien”

Cappa, entre la convicción y la urgencia

En una profunda charla con Líbero, el director técnico de River resalta la idea de jugar buen fútbol para conseguir los resultados que permitan zafar de una situación muy comprometida. También habla del Mundial y de los rebotes en el fútbol local.

Por Adrián De Benedictis
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“Lo de Huracán fue un episodio y quedó allí, y el que me toca en River es otro espisodio”, explicó Cappa desde Salta.

River comenzará el mes próximo una temporada muy particular, en la que no sólo intentará convertirse en protagonista, luego de varios torneos de ostracismo, sino que también buscará escapar de las últimas posiciones en la tabla de promedios. Para ello, el club decidió la llegada de Angel Cappa en el final del último torneo Clausura, y con el inicio del nuevo campeonato renacerán las expectativas por los pasillos del estadio Monumental. El plantel se encuentra en Salta realizando trabajos de pretemporada combinados con partidos amistosos y desde allí, vía telefónica, el conductor dialogó con Líbero para dejar en claro lo que pretende plasmar en la institución de Núñez.

–Más allá de que hace tres meses que asumió, ¿su trabajo se podrá ver más puntualmente a partir del próximo torneo?

–Bueno, con un trabajo prolongado de pretemporada seguramente podremos hacer una tarea más específica con cada jugador. Y esperemos que empiece a funcionar el equipo desde el inicio. De todos modos, los argentinos siempre somos muy apresurados, y pretendemos que en el primer partido funcione todo a la perfección, y generalmente no ocurre así. Eso se da como una consecuencia de algo. En definitiva, uno espera que se pueda encontrar el mejor funcionamiento lo más rápido posible.

–Al principio de este receso, los jugadores no llegaban y usted se había puesto ansioso. ¿Está conforme ahora con los jugadores que llegaron hasta el momento al club?

–Sí, y seguramente llegarán un par de jugadores más, pero los que llegaron son futbolistas muy valiosos como para estar conformes. Porque no solamente hay que tener 11 jugadores, hay que tener un plantel que pueda responder con eficacia las necesidades que pueda tener el equipo.

–¿El bajo promedio que tiene River puede actuar como un condicionante para su tarea?

–No, de ninguna manera, no creo que sea un condicionante. Siempre estando en River uno trata de cumplir los objetivos de la institución, que son jugar bien para ganar. Eso es lo que pretendemos hacer.

–¿Y no tiene en cuenta para nada las urgencias que rodean al club?

–Es que yo no conozco otro modo de solucionar urgencias que no sea ganando. Y no conozco otro camino lógico para tratar de ganar, que es jugar bien.

–En un campeonato que dura 19 partidos y en el que los técnicos parecen tener plazos de no más de cinco encuentros, ¿cree que se pueden sostener las ideas en cualquier circunstancia?

–La verdad, no quiero ocuparme de pensar en los plazos. Yo pienso en que el equipo juegue bien al fútbol y pueda ganar los partidos. Con Huracán lo conseguí y hay otros equipos que también lo consiguieron. Lanús lo viene consiguiendo hace muchos años, Vélez también, Estudiantes lo mismo. Entonces, bueno, nosotros intentaremos conseguirlo al igual que ellos. Si todo va bien, nadie se quedará pensando cuántos partidos pasaron con tal o cual entrenador.

–Usted consiguió armar en Huracán un equipo competitivo con una base de jugadores que no tenían tanto renombre. ¿Considera que en River puede llegar a mejorar todavía más lo del año pasado?

–Creo que ni más, ni menos. Lo de Huracán fue un episodio y allí quedó, y el que me toca en River es otro episodio. Vamos a ver qué es lo que podemos conseguir en River, siempre dentro de la misma idea. No quiero hacer ningún punto de comparación ni con Huracán ni con nadie.

–Uno de los puntos que se cuestionaron en River durante los últimos años fue la falta de futbolistas de jerarquía. Si suma a los nuevos con los que ya estaban, ¿este plantel tiene esa capacidad técnica que usted pretende?

–Yo no suelo comparar a los jugadores con otros, como pueden ser los de Huracán, por citar el último club que dirigí. Porque, si no, sería como si vos estuviste enamorado de una rubia muy linda, y ahora te toca una morocha y decís: “Bueno, voy a tratar de amarla más que la otra”. Sería un error tratar de comparar, vos te vas a ir enamorando a medida que sucedan los hechos. Y las sensaciones son siempre distintas.

La Copa del Mundo que finalizó hace ocho días también fue un tema donde Cappa se explayó. Y, al parecer, quedó conforme con varios aspectos que se vieron en tierra sudafricana, pero sobre todo por la satisfacción que le provocó ver por primera vez en su historia a España como campeón. Y no sólo por el bienestar que le causa residir en la ciudad de Madrid en sus etapas de descanso laboral sino por el nivel de juego exhibido por el equipo conducido por Vicente del Bosque a lo largo del certamen. Un ideal futbolístico que Cappa pregona en cada equipo que le toca dirigir en cualquier parte del mundo.

–¿Su aspiración es que River logre tener un funcionamiento como el de la selección de España?

–No, no. Mi aspiración es que River tenga un funcionamiento como River. Una cosa es estar dentro de un mismo estilo de fútbol, y otra cosa son las distintas características que puede tener el jugar bien. El Arsenal de Londres juega muy bien, y el Barcelona que todos conocen también lo hace, pero ambos son distintos en algunos aspectos.

–Por lo que se vio en el Mundial de Sudáfrica, con equipos que llegaron a las instancias finales con un estilo que usted comparte, ¿el fútbol quedó resguardado en ese sentido?

–Sí, pero siempre es momentáneo. Siempre es por ahora, porque las cosas son así. El fútbol tiene ciclos, y hay ciclos donde los equipos juegan bien y llegan a ganar, y hay otros ciclos donde ganan los equipos que no juegan tan bien. En este momento, afortunadamente, tenemos un Barcelona, tenemos la selección española, tenemos al Arsenal inglés, tenemos al seleccionado alemán, y otros equipos que también están en ese grupo. Por ahora estamos de parabienes, pero, ¿quién sabe cuánto puede durar? Lo bueno es que es un ejemplo para todo el mundo, sobre todo como dijo el entrenador de España: que no se trata sólo de ganar, y que España fue un equipo sin trampas. Eso me pareció muy importante y no hay que olvidarse nunca de ese concepto.

–Y Argentina, con la riqueza individual que tiene y que viene surgiendo desde las categorías menores, ¿por qué cree que no puede consolidar una idea futbolística como lo hicieron estos equipos?

–Argentina lo puede conseguir, no tengo duda. Lo que pasa es que España, como Holanda o Alemania, son equipos que le llevan mucha ventaja en cuanto al tiempo. Ellos mantienen mucho más tiempo de trabajo y de desarrollar una idea, mientras que Argentina recién comienza a hacerlo.

–¿Con el plantel que pasó por Sudáfrica no se podía conseguir al menos algo similar a ellos?

–Creo que pudo haber sido el comienzo, y hay que ver si lo sigue sosteniendo. El inicio del proceso español, que terminó con el campeonato de Europa y con el campeonato del mundo, fue muy complicado al principio. Luis Aragonés, que estaba en el Mundial anterior (2006), fue terriblemente cuestionado y con términos muy duros, incluso con falta de respeto. Y después se lo veneró porque fue campeón de Europa; por eso las cosas llevan su tiempo.

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