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Lunes, 1 de noviembre de 2010
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Cuando River y Boca llegaron desinflados a la cita

Los superclasiquitos

Que ambos lleguen sin chances de pelear por el título no es una situación inédita, aunque hacía al menos quince años que no se registraba. Un repaso a esos clásicos en los que sólo el honor de la rivalidad estuvo en juego.

Por Daniel Guiñazú
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No es cierto que River y Boca chocarán por nada en su próximo partido del martes 16 o el miércoles 17 en el Monumental. De hecho, estará en disputa otro capítulo de la más formidable rivalidad del fútbol argentino. Y eso lo hará singular como cada uno de los choques que han tenido desde 1913, cuando se enfrentaron por primera vez por un campeonato. Sin embargo, y como en el Apertura 2009 (1-1) y el Clausura de este año, cuando Boca ganó 2-0 con aquel par de goles de Gary Medel, por tercer torneo consecutivo, el Superclásico llegará cuando uno y otro ya no tienen ninguna chance de pelear por el título.

Pero no se jugará otra vez tan sólo por el honor. Para River, los tres puntos cotizan en oro por su posición complicada en la tabla de los promedios. Y este dato, que River esté peleando por mantener la categoría como nunca lo hizo, distingue este encuentro por encima de cualquier otro. En el largo recorrido de la estadística profesional, hay bastantes Superclásicos jugados sólo para cumplir con el programa. Conviene repasar esa otra historia perdida en las tinieblas.

1937. Se enfrentaron a dos fechas del final del certamen cuando todo ya estaba definido. River ya era el campeón y Boca estaba muy lejos, y encima llegaba con suplentes. El partido se jugó en el Viejo Gasómetro de la Avenida La Plata y salió mejor de lo que se pensaba, con victoria millonaria 3-2 (Deambrosi, Vaschetto y Bernabé Ferreyra para River, Fatecchi en contra y Careri para Boca).

1941. El partido de la primera rueda los sorprendió a ambos muy alejados del puntero San Lorenzo. Se enfrentaron en la Bombonera, inaugurada un año antes, y ganó Boca 2-1 con goles de Emeal y Valsecchi (D’Alessandro descontó para River). Tras la derrota, D’Alessandro, José Manuel Moreno y Aristóbulo Deambrosi fueron separados del plantel riverplatense. Los dirigentes los acusaron de jugar con pocas ganas.

1948. Acaso, el de la segunda rueda haya sido el Superclásico más deslucido de todos los tiempos. Hacía cinco fechas que había empezado la huelga de los profesionales y River y Boca jugaron en el Monumental sólo provistos con amateurs y extranjeros. El resultado fue una anécdota: empate 1-1.

1949. River estaba en plena declinación y Boca luchaba por no irse al descenso. En la segunda rueda se enfrentaron en la Bombonera y ganó Boca 2-0 con goles del paraguayo Duilio Benítez y Marcos Busico.

1950. Un partido raro. En la primera rueda, River estaba a dos puntos del último puesto en la tabla y Boca no venía mucho mejor. Aún así, batieron el record de recaudación del profesionalismo con 175.147 pesos de aquellos tiempos. Con un Monumental de tres tribunas casi repleto, ganó River 1-0 con gol de Barbeito.

1958. Un mal año para el Superclásico. En la ida, jugaron en el Monumental cuando Boca estaba 5º y River 6º. Pese a todo, batieron otra vez el record de recaudación (508.540 pesos) e igualaron 2-2 (Ermindo Onega y Norberto Menéndez para River, Osvaldo Nardiello y el uruguayo Javier Ambrois para Boca). La vuelta fue de compromiso porque una fecha antes, Racing había salido campeón. Pero esa noche, igualmente una multitud colmó la cancha de Huracán (Boca tenía la Bombonera suspendida) y otra vez reiteraron el resultado: 2-2 (Nuin y Menéndez para River, Mansilla y J. J. Rodríguez para Boca).

1959. San Lorenzo estaba muy cortado en la punta y en la segunda rueda, Boca y River circulaban sin ambiciones por la mitad de la tabla. Pese a todo, se dio un partido muy emotivo en el Monumental. Antes de la media hora, River había sacado dos goles de ventaja (Melón y Nuin). Pero en gran embestida, Boca terminó ganando 3-2 (goles de Yudica, J. J. Rodríguez y Nardiello).

1961. Al mismo momento que Boca y River jugaban en la Bombonera, Racing vencía 3-2 a San Lorenzo y se consagraba campeón. En el Superclásico, todos los goles fueron brasileños: ganó Boca 3-1 con tres de Paulo Valentim. Delem descontó para River.

1982. En plena crisis económica, tras las contrataciones de Maradona y Kempes, en el Metropolitano, Boca y River miraron siempre desde lejos la lucha por la punta entre Estudiantes e Independiente. En la segunda rueda, con los dos ya fuera de todo, River ganó 2-0 en la Bombonera (Vieta y Messina).

1983. Otro mal año compartido, pero con una particularidad. Los dos partidos del Metropolitano se jugaron con quince días de diferencia. El de la primera rueda se había suspendido por un conflicto entre River y su plantel y cuando se realizó, ganó Boca 2-1 (Pasucci y Stocco, Tapia para River). Dos semanas más tarde, en la cancha de Vélez, volvió a vencer Boca, esta vez 1-0 (gol de José Orlando Berta).

1984. En el peor año de su historia, Boca hizo de local en el Monumental y empató 1-1 (Krasouski y Stafuza en contra). En la revancha, perdió 4-1 con un equipo formado por juveniles. Dos de Alonso y dos de Francescoli fueron los goles millonarios.

Clausura 1995. En la penúltima fecha, ninguno tenía chances de dar la vuelta olímpica (San Lorenzo fue campeón), pero entregaron un partido muy vibrante que favoreció a Boca por 4 a 2 (Saldaña, Márcico, Tchami y Da Silva para Boca, Ortega y Francescoli de penal para River).

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