Con muy poco, a Boca le alcanzó para ganarle 1-0 a Quilmes en la Bombonera, en un pobre partido en el que lo único positivo para el conjunto de Roberto Pompei fueron los tres puntos. A lo largo de los noventa minutos, los locales fueron superiores, pero más por las limitaciones del equipo de Madelón que por virtudes propias.
A esta altura del torneo no es una novedad decir que Boca insinúa mucho más de lo que concreta. Claro que eso ya no parece estar determinado por la jerarquÃa de su rival: a Boca simplemente no le salen las cosas, ni siquiera en los entrenamientos. El punto es que el problema de Boca ya no depende siquiera del que tenga enfrente. Ayer fue el turno de Quilmes, que es algo asà como la Cenicienta del torneo, más allá de la repuntada de las últimas fechas que le permitió llegar a este encuentro con siete puntos de los últimos nueve puntos en juego. Y Boca no le encontró la vuelta, ni siquiera empujado por la necesidad.
El estado del campo de juego de la Bombonera parecÃa un fiel reflejo de esta realidad insoslayable. Raleado por todas partes, desprolijo, atentaba contra la circulación de la pelota. Sin embargo, eso no pareció ser un obstáculo para los jugadores de Boca, quienes a pesar de la ausencia de varios titulares –Battaglia, Clemente y Caruzzo–, lograron imponerse ante un Quilmes que no se mostró ambicioso y prácticamente no generó peligro.
Pese a la leve superioridad, Boca más bien aburrÃa con su juego, con sus imprecisiones y sus errores en la zona de definición, donde durante toda la primera parte contó con varias oportunidades, pero no pudo concretarlas como para romper la paridad: Monzón estrelló un disparo en el travesaño, después se lo perdió Cellay tras un centro en jugada de tiro libre; Chávez, habilitado por Ruiz desde la derecha, dominó en el área y sacó un buen remate que el arquero GalÃndez desvió de un manotazo; Araujo tuvo dos que no definió bien y Palermo, en una noche que parecÃa destinada para él, falló dos veces de cabeza. Por el contrario, Quilmes atacaba preferentemente por la izquierda, pero no lograba hacer daño a la defensa de Boca, que neutralizaba todos los intentos.
Con el correr de los minutos, la abulia de Boca fue en aumento. Iba para adelante, pero a ritmo lento, sin cambio de ritmo y con poca precisión. Entonces, Quilmes no pasaba sobresaltos ante la impericia del equipo de Pompei. Sin embargo, en su peor momento, la fortuna jugó a favor de Boca: tras unos rebotes y un pase de Palermo, Medel quedó cara a cara con GalÃndez, que salió lejos y le ganó el mano a mano. Claro que la pelota le cayó servida a Erbes, que conectó suave de primera, desde afuera del área, y la pelota ingresó mansita ante la desesperación del fondo quilmeño.
A partir ahÃ, Boca manejó la pelota y no pasó mayores sofocones ante un limitadÃsimo Quilmes, que además poco pudo hacer con Cerro y Caneo en inferioridad fÃsica y sin cambios por realizar. De esa forma, el conjunto de Pompei se aseguró un triunfo que fue justo, pero que no despejó las dudas que arrastra Boca. Igual, al menos esta vez se fue feliz por los tres puntos que se llevó para la tabla.
Estadio: Boca.
Arbitro: Héctor Baldassi.
Gol: 72m Erbes (B).
Cambios: 45m Varela (5) por Torres (Q); 58m Caneo (5) por Raymonda (Q); 75m Sánchez Miño por Giménez (B); 76m Romeo por Quiles (Q); 86m Mouche por Medel (B).
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