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Lunes, 5 de marzo de 2012
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El equipo de Falcioni ganó el clásico con un 2-0 que resultó exagerado

Boca aprovechó las urgencias del rival

Un zurdazo cruzado del pibe Sánchez Miño y un derechazo de Mouche, después de gambetear a Champagne, le permitieron a Boca quedarse con el clásico y la punta y sostener su racha de invictos. San Lorenzo metió mucho, pero jugó poco.

Por Juan José Panno
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Sánchez Miño celebra su gol, el de la apertura del marcador. El pibe le dio luz al puntero del campeonato.

El partido chato, sin brillo y previsible en casi todo su desarrollo, tenía reservadas dos sorpresas grandes. Una, tal vez la más importante, fue la aparición del zurdito Juan Manuel Sánchez Miño, autor del primer gol de Boca y figura de su equipo, por su buen manejo y su ductilidad para entrarle a la pelota.

La otra fue el encendido canto de los hinchas de San Lorenzo al final del partido. No tenían nada que festejar, pero lo que hacían era 1) reconocer el esfuerzo de los voluntariosos jugadores, 2) avisar que van a seguir alentando hasta el final, nada de silencio atroz, y 3) tapar a la hinchada de Boca para que no celebrase en las propias narices.

Si se hila un poco más fino también se puede pensar que lo que hicieron al final fue lo que tenían previsto con una victoria que daban por segura, por esta cuestión de la paternidad. El triunfo contra Argentinos y el invicto de Boca en peligro les habían agrandado mucho las ilusiones.

La historia (San Lorenzo le llevaba nueve partidos de ventaja a Boca; ahora, ocho) pesa, influye, pero no decide los partidos. Se necesita algo más que la camiseta. Por ejemplo, que Bueno le ponga un poco de tiza al parietal si queda cara a cara con Orion, que Cristian Chávez no se duerma si le roba la pelota a Insaurralde y tiene enfrente a Orion, que los laterales tengan un poco más de precisión, que Gabriel Méndez no patee tan apresuradamente al arco, que Ortigoza no tenga que hacerlo todo solo, que les pongan un poco de razonamiento a sus urgencias.

Boca ganó por una diferencia de dos goles que pareció exagerada. El equipo de Falcioni concretó un par de llegadas, volvió a mostrar seguridad en Orion y mucha disciplina para pasar la línea de la pelota cuando estaba en poder del rival y aportó un poco de luz con el pibe Sánchez Miño, pero no fue mucho más allá. ¿Ganó bien? Digamos que sí, pero ahí nomás, con lo justo. Y nunca por una diferencia de dos goles.

El partido se acható en los temores de uno y otro. Falcioni no quiere perder el orden y mucho menos el invicto. Madelón no quiere perder la posibilidad de sumar, aunque sea de a uno (y mucho más si se juega contra un rival potencialmente superior) en la carrera por zafar de la guadaña.

Laterales que pasan poco al ataque o resuelven metiendo pelotazos, volantes que meten fuerte, marcan, presionan y se quedan con poca energía y espacio para la creación y delanteros poco abastecidos dan como resultado un juego mediocre, aburrido.

Los boquenses esperaban mucho de Santiago Silva, pero por ahora se quedaron con las ganas. Casi convierte con un buen cabezazo que le tapó Champagne y un remate forzado que también atajó el arquero. No hizo mucho más. Se lo nota lento, falto de fútbol, pero en su descargo hay que marcar que le llegó poco la pelota. En el primer tiempo jugó Cvitanich y en el segundo Mouche, pero ninguno de los dos lo buscó como seguramente a él le hubiese gustado. Silva fue importante en el primer gol de Boca, cuando picó arrastrando marcas y le dio el espacio al pibe Sánchez Miño. En el segundo intervino indirectamente, empujándose con defensores locales, mientras la pelota le caía a Mouche, finalmente el autor del gol.

Boca, con varios suplentes (obviamente el más extrañado fue Riquelme), sigue haciendo marcas en su serie invicta y disfruta de la punta.

San Lorenzo, desde abajo, está en otra pelea. Y no se va a entregar así nomás.


Estadio: San Loremzo.

Arbitro: Sergio Pezzotta.

Goles: 58m, Sánchez Miño (B); 88m, Mouche (B).

Cambios: 34m, Mouche (6) por Cvitanich (B); 61m, G. Méndez por Bazán y Romagnoli por Chávez (SL); 67m, Benítez por Palomino (SL); 71m, Rivero por Ledesma (B) y 88m, C. Rodríguez por Chávez (B).

Incidencias: 87m, expulsado Méndez (SL); 90m, expulsados Bueno (SL) e Insaurralde (B).

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