Página/12 :: libero :: River se lo quedó en un final caliente

River encontró la alegría en el final y se llevó un triunfo importante del estadio de Lanús, sobre todo porque le permite llegar con el ánimo en alza para el Superclásico del domingo próximo. Si bien la igualdad se habría acomodado más a lo que mostraron ambos equipos, River aprovechó esa chance y se fue festejando.

Los visitantes fueron tomando la iniciativa del juego lentamente, y asumieron el protagonismo desde los primeros instantes. La intención era trasladar la pelota por abajo, abriendo la cancha con la subida de los volantes externos, quienes se desprendían hasta el fondo.

El manejo de Lanzini era importante para organizar el aspecto ofensivo, y el chico era bien acompañado por Andrada y Gutiérrez. Si bien la primera llegada profunda fue para el local, con una buena reacción de Barovero para evitar el gol, el resto fue a favor del visitante.

Kranevitter fue el primero que remató cruzado, y la pelota se fue al lado del palo. Gutiérrez probó llegando desde la derecha, luego de una buena habilitación de Andrada, y Marchesín respondió bien al sacarla por arriba. El arquero volvió a reaccionar con acierto ante un zurdazo cruzado de Ferreyra. El dominio de River se hacía más acentuado, y a Lanús le resultaba difícil recuperar la pelota. En ese sentido, la tarea de Ponzio y Kranevitter era determinante para manejar la zona del mediocampo.

El colombiano Gutiérrez volvió a aparecer y no pudo ante la presencia del arquero, en la más clara que tuvo el delantero. Pocos minutos más tarde, Lanzini se animó y probó desde afuera del área: Marchesín resolvió bien una vez más.

Cuando se acercaba el final de la primera etapa, Lanús tuvo una oportunidad para desnivelar, pero Barovero se anticipó para desviar el toque de Melano. Los arqueros exhibían un buen nivel y prevalecían ante los intentos de los adversarios. River volvió a llegar en los últimos minutos, y esta vez Kranevitter apareció por la derecha y remató alto.

Lanús salió con más decisión a jugar el segundo tiempo, y Ayala hizo una gran jugada individual, pero en lugar de entregarle la pelota a Silva, buscó seguir él y no pudo ante Barovero. El arquero de River se destacó nuevamente, esta vez con las piernas, ante Pereyra Díaz.

Como el local presionaba más adelante, River elegía jugar de contraataque. Para ello, el técnico eligió el ingreso de Mora por Andrada. El uruguayo se ubicó bien abierto en los últimos metros, pero se notaba su falta de ritmo luego de varias semanas sin jugar. En una de esas salidas rápidas, Somoza intentó interceptar un paso y accidentalmente casi convierte en contra de su propio arco.

Lanzini tuvo una nueva chance y su tiro de derecha se fue al lado del palo. El ritmo del partido era más intenso, y los dos pasaban a gran velocidad hacia el campo rival. Diego González se desprendió por la derecha y su remate cruzado dio en la base del palo antes de salir por el fondo. Enseguida, Vangioni se fue por su franja y lanzó un envío al área para buscar a Mora. El delantero recibió sin marca, pero no pudo cabecear con precisión y la pelota salió por arriba.

A medida que se acercaba el final, Lanús era el que se lanzaba más hacia el arco rival, pero no podía ante la presencia de Barovero. Silva no pudo empujar un cabezazo de González, quien se anticipó en el primer palo luego de un tiro de esquina; y el mismo delantero remató recto y atrapó Barovero en otra posibilidad. Cuando parecía que todo quedaba igualado, Marchesín rechazó mal una pelota, y se la dejó servida a Mercado para que convierta de cabeza el único gol de la noche. Los jugadores de Lanús fueron invadidos por el nerviosismo y perdieron la lucidez para alcanzar la igualdad.

Estadio: Lanús.

Arbitro: Pablo Díaz.

Gol: 89m Mercado (R).

Cambios: 51m Ortiz (5) por Barrientos (L), 56m Mora (5) por Andrada (R), 68m Chávez por P. Díaz (L), 84m Solari por Lanzini (R), 90m Blanco por Velázquez (L), 90m Pezzella por Gutiérrez (R).

Lanús había mostrado mejor imagen, pero un cabezazo agónico de Mercado cambió la historia

River se lo quedó en un final caliente

El partido se enrareció en los últimos minutos con las provocaciones entre Teo Gutiérrez y Goltz, y el equipo de Núñez sacó partido de la situación con un gol muy protestado, pero completamente legítimo. Ahora espera por Boca.