Imprimir|Regresar a la nota
Lunes, 1 de diciembre de 2014
logo libero
Gran triunfo sobre Banfield que permite mantener la esperanza abierta hasta la última fecha

El partidazo de River vino con promesa

Fue uno de los mejores encuentros del campeonato, sin duda, con un segundo tiempo espectacular. Los cambios de Gallardo dieron resultado y terminaron volcando el trámite. Cavenaghi marcó los primeros goles desde que volvió a jugar.

Por Juan José Panno
/fotos/libero/20141201/notas_l/bu05fo01.jpg
Cavenaghi ya sacó el derechazo que se convertirá en el empate parcial de River. El delantero volvió a convertir luego de seis meses de inactividad por una lesión.

¡Qué maravilloso es este juego! ¡Qué extraordinario es eso de que todo puede cambiar de un partido a otro, de un tiempo a otro, de una jugada a la siguiente! ¡Qué bueno es que se den partidos como este que protagonizaron, especialmente en el período complementario, River y Banfield, con múltiples llegadas, goles, momentos de gran tensión e incertidumbre por el resultado hasta el último instante! El equipo de Gallardo, además de un partidazo, ganó el derecho a seguir la pelea al menos hasta que se juega la última fecha, y eso se vivió como una prolongación de la fiesta que habían vivido el jueves último en la semifinal de la Sudamericana.

Lo curioso, lo sorprendente es que cuando terminó el primer tiempo del encuentro de ayer, los hinchas más insaciables parecían haberse olvidado de Boca y se preguntaban cuándo fue que se decidió regalar el campeonato. Ya estaba la chapa puesta en la goleada de Racing, Banfield ganaba 1-0 con un golazo de Bertolo y el equipo mixto que armó el entrenador de River no daba demasiadas respuestas dentro del campo de juego y empezaba a despedirse del torneo local. Algunos decían que Gallardo había rifado el campeonato porque no puso suplentes contra Olimpo; otros que el problema era que no metió titulares contra Racing; y no faltaban los que les echaban la culpa a los dirigentes por obligar al DT a arreglarse con un plantel tan corto. Claro que también estaban los optimistas a ultranza, los que pedían silencio porque todavía faltaban jugarse 45 minutos. Los hechos terminaron por darles la razón a los creyentes.

Suele pasar que los técnicos aciertan con los cambios; la pegan. Véase si no qué pasó con las variantes que introdujo Gallardo en el entretiempo: mandó a la cancha al uruguayo Sánchez por Mercado (que entró como titular porque en el límite de amarillas no podrá jugar la primera final de la Sudamericana) y a Cavenaghi por Teo Gutiérrez. No habían jugado mal ni el lateral ni el delantero colombiano, pero se los notaba cansados. El ingreso de Sánchez obligó a que Solari se retrasara como lateral. Y River hizo tres goles en el segundo tiempo con ellos como actores principales. Cavenaghi convirtió el primero. Sánchez –que la rompió– metió de cabeza el segundo, tras un centro de Solari, y a éste le hicieron el penal que Cavenaghi transformó en el tercer gol. Dos modificaciones y una variante posicional con una efectividad notable, a la luz de los resultados.

Lo cambiante del partido también se puede sintetizar en lo que ocurrió a los 54 minutos. En un contragolpe quedaron de cara al gol tres jugadores de Banfield y el que tenía que mandar la pelota a la red, Salcedo, se chocó con el inmenso Barovero. En la misma jugada, River salió del fondo, Cavenaghi hizo un buen rodeo en tres cuartos de cancha, pateó con más dirección que fuerza y Servio se tiró a destiempo. El mazazo fue tan fuerte para los de Almeyda que se quedaron sin reacción; y tres minutos más tarde, Sánchez –de cabeza y en absoluta soledad– clavó el 2-1. Pero había más, porque se fue expulsado el Malevo Ferreyra y, de penal (pateó bien Salcedo), Banfield llegó a la igualdad. El 2-2 volvía a dejar a River afuera de todo; pero faltaba la patriada de Solari, el penal de Bianchi Arce y el remate del ídolo Cavenaghi para desgracia de Racing, que se quedó con el festejo atragantado.

Banfield –que con su actitud generosa siempre da espectáculo, aunque le falte equilibrio– y River –que viene dulce y juega con mucho coraje– regalaron un gran partido, uno más del mejor campeonato de los últimos tiempos, que tiene entre sus méritos que recién se definirá en la última fecha.


Estadio: River.

Arbitro: Darío Herrera.

Goles: 42m Bertolo (B); 53 y 73m Cavenaghi, el segundo de penal (R); 57m Sánchez (R); 63m Salcedo de penal (B).

Cambios: 46m Sánchez (9) por Mercado y Cavenaghi (8) por Gutiérrez (R), 68m Boyé por Martínez (R), 69m Requena por Domingo (B), 81m Asenjo por Yeri (B), 86m Bettini por Toledo (B).

Incidencias: 61m expulsado Ferreyra (R).

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.