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La tabla de los promedios está tan ardiente que entre Sarmiento, el equipo que hoy estaría descendiendo, y Argentinos, el conjunto que por ahora estaría conservando la categoría, hay sólo una centésima de diferencia. Los juninenses registran 0,952 con un partido menos, mientras que los de La Paternal marcan 0,953 luego de su ajustado pero imprescindible 1-0 del sábado ante Boca. De todos modos, son relativos estos números. Tanto que si Sarmiento mañana derrota a Banfield en el Sur, alcanzará uno de promedio, igualará la línea de Temperley, el tercer implicado en esta historia, y volverá a hundir a Argentinos en el descenso. En cambio, si perdiera el cuadro que dirige Ricardo Caruso Lombardi, caerá a 0,930 y su situación quedará muy complicada, a tres fechas del cierre del campeonato.
Hay un gran componente de crueldad en el hecho de jugarse la permanencia tan sólo en 16 partidos. En la era de los torneos cortos, la disputa abarcaba 38 fechas, y en el certamen de 30 equipos del año pasado, Crucero del Norte y Nueva Chicago se fueron a la B Nacional al cabo de 30 jornadas. Ahora no. Los dirigentes eligieron hacer un pique corto para determinar el campeón, las clasificaciones a la Copa Libertadores de 2017 y los descensos. Y como todos aceptaron estas reglas, ya no hay derecho al pataleo.
En este contexto entonces, queda claro que entre Sarmiento, Argentinos y Temperley estará el nombre del próximo descendido. Y que en los 270 minutos de fútbol que restan, la moneda puede caer hacia cualquier lado. Sarmiento tiene un fixture a priori aliviado porque no enfrentará a ninguno de los candidatos y jugará de local en las próximas dos fechas ante Patronato y Tigre. Sólo será visitante en la última ante Olimpo en Bahía Blanca. Pero es preciso ser prudente con el vaticinio: el equipo de Caruso Lombardi apenas si ganó dos veces en el torneo (ambas en Junín) y con Argentinos, son los conjuntos menos efectivos (marcaron apenas ocho goles).
Entonado por la victoria ante Boca, Argentinos afrontará la programación más complicada: visitará a Unión y a Rafaela en Santa Fe, y en el medio recibirá en La Paternal a Lanús, sin dudas, el mejor equipo del torneo. Deberá ganar la mayor cantidad de puntos posibles para no llegar al final con la soga al cuello. Tres derrotas en esos partidos lo pondrán con 0,891 en la tabla, promedio que garantiza un descenso seguro.
Por último, Temperley, luego del partido de esta noche con Atlético Tucumán, también tendrá dos juegos afuera (San Martín y Racing) y uno adentro (Newell’s). Todavía le queda algo de aire el equipo celeste del Sur. Pero si perdiera estos cuatro compromisos, caerá a 0,913 en la tabla y con esos números, la salvación se parecerá demasiado a un milagro que también aguardan Sarmiento y Argentinos, para poder aspirar a un año más en Primera.
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