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Lunes, 1 de junio de 2009
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Soderling brilló en la Ciudad Luz...

Y Nadal se quedó a oscuras

Sorpresiva caída del mejor tenista del mundo en Roland Garros, el torneo que quería ganar por quinto año consecutivo. El sueco sacó mejor, y le ganó en cuatro sets. Ahora, el camino al título quedó abierto para cualquiera.

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Una alegría casi incrédula seguía impresa en la cara de Robin Soderling incluso horas después de su victoria ante Rafael Nadal, el mejor tenista del mundo, en los octavos de final de Roland Garros, el momento “más grande” en la carrera del tenista sueco.

“Ni siquiera podía soñar con esto antes del partido. No lo olvidaré nunca”, dijo el sueco de 24 años, que hasta su duelo en la cancha central de Roland Garros ante el número uno del ranking, el gran rey del polvo de ladrillo, ni siquiera se había metido antes entre los 16 mejores de un Grand Slam.

“Es el momento más grande de mi carrera”, admitió Soderling, 25 del mundo, tras derrotar 6-2, 6-7 (2-7), 6-4, 7-6 (7-2) al español, que nunca hasta ahora había perdido en el Abierto de Francia.

Nadal llevaba 31 victorias y cuatro títulos seguidos sobre el polvo de ladrillo de París. Su figura parecía sencillamente insuperable sobre una superficie en la que manda con mano de hierro.

“Ya dije que enfrentar a Nadal en Roland Garros a cinco sets era el mayor desafío que existe, pero aun así siempre me dije: ‘Tengo que creer’. Si no, no hay motivo para saltar a la cancha”, aseguró.

“Jugué exactamente como había planeado hacerlo”, explicó el sueco, que nunca había ganado en sus tres anteriores enfrentamientos a Nadal. “No quería que me hiciera correr, quería ser yo el que lo hiciera correr a él.”

Soderling impidió además que Nadal batiera el record de títulos consecutivos en Roland Garros, que tiene junto al también sueco Björn Borg. “Espero que al menos me mande un mensaje de texto”, dijo el nuevo cuartofinalista con una sonrisa en la boca.

El tenista de Tibro, al sudeste de Suecia, comentó que no llamará a aquel jugador que se sujetaba la melena con una cinta y que se llevó la Copa de los Mosqueteros entre 1978 y 1981, después de haberla ganado ya en otras dos ocasiones en 1974 y 1975. “No voy a llamarlo”, indicó Soderling, pero “estaría genial que él me llamase”, apuntó Soderling, que durante su duelo contra Nadal se repetía “éste es sólo otro partido”, según confesó.

En realidad, reveló después, intentaba “no pensar” y terminó ganando en cuatro sets, algo que “ni siquiera podía soñar antes del partido”, dijo. Ahora, “tendrá que pasar tiempo hasta que pueda pensar” en su gesta “de manera adecuada”, razonó un tenista que al acabar el encuentro necesitó un tiempo para sí mismo.

Ahora, el sueco se medirá en cuartos de final contra el ruso Nikolai Davydenko y le quedan en el cuadro nombres como Roger Federer, Andy Murray, Juan Martín del Potro, Jo-Wilfried Tsonga, Tommy Robredo o Fernando González, entre otros.

“Son todos grandes jugadores. Creo que puedo ganarle a cualquiera, pero en un mal día puedo perder contra cualquiera”, dijo con humildad Soderling. Sin arrogancia, explicó que no había jugado el mejor partido de su vida y que hubo otros partidos en los que desplegó mejor tenis, aunque reconoció, no obstante, que estuvo a un gran nivel y que sacó “extremadamente bien” durante un partido en el que mantuvo siempre la sangre fría, incluso cuando Nadal le ganó el segundo set en el tie break.

La victoria de Soderling sobre Nadal significó la sexta derrota del español sobre polvo de ladrillo en 154 partidos, en cinco años. Nadal estaba invicto en Roland Garros, con un balance de 31-0 hasta ayer, y nadie lo había llevado al quinto set en París, donde el año pasado no cedió ni un solo set para obtener su cuarto título allí. En las dos últimas ediciones, Nadal sólo cedió un parcial, contra el suizo Roger Federer, en la final de 2007.

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