La consagraci贸n de Agust铆n Canapino en 2010 ser谩 vista en unos a帽os como un punto de inflexi贸n para el automovilismo argentino. El piloto de Arrecifes se adue帽贸 en la 煤ltima carrera del a帽o de Turismo Carretera, sucesivamente, de la punta, de la victoria y del t铆tulo, materias que se hallaban virginalmente intactas ante su pie derecho. De menor a mayor, entonces 鈥搚 nunca mejor empleada la expresi贸n鈥, se qued贸 a los 20 a帽os con un t铆tulo que fuera, sucesivamente, de Fangio, de los G谩lvez, de Emiliozzi, de Pairetti, de Di Palma, de Gradassi, de Traverso, de Mouras y, m谩s ac谩, de Ortelli, del Gur铆 Mart铆nez, del Pato Silva...
Dicho con respeto: Canapino inaugura la generaci贸n del piloto de probeta. El Flaco Traverso debut贸 directamente en el TC, parte de generaciones de corredores que durante 40 a帽os aprendieron en la pr谩ctica con el volante entre los pu帽os; con Ortelli y C铆a. aparecieron los talentos forjados en el karting, un laboratorio en miniatura para cirujanos de la velocidad. Pero con Canapino se instaura, seguramente, una nueva era: la de los chicos que hacen su escuela en la simulaci贸n electr贸nica y cuando pasan con naturalidad al auto de carrera verdadero, llevan en el lomo m谩s de una d茅cada de fragua.
鈥淒e mis 20 a帽os me he pasado 15 en los simuladores. La verdad, cuando me meto en el simulador siempre me he exigido al m谩ximo, con todo; algunas veces qued茅 cansado, porque la exigencia es mucha. Aprend铆 muchas cosas, c贸mo encarar mejor una curva, los momentos para frenar, c贸mo corregir el auto y algo fundamental como es la concentraci贸n鈥, le cuenta Agust铆n a L铆bero.
Es r谩pido, incisivo, due帽o de una inclaudicable exigencia consigo mismo. Le falta terminar de hornearse en el mano a mano. Pero no puede haber duda alguna sobre la superioridad del chico de Arrecifes respecto de sus colegas a lo largo de 2010. Al t铆tulo de TC debiera haberle sumado, sin hesitar, el de la Top Race, si esta categor铆a hubiera disputado un torneo normal de marzo a diciembre. Con cinco victorias en 12 carreras, esa escarapela adicional habr铆a sido inexorable. La frutilla fue el segundo puesto final en la 煤nica carrera de TC 2000 en la que particip贸 en el a帽o, los 200 Kil贸metros de Buenos Aires. En un a帽o en el que los pibes guillotinaron las esperanzas de los veteranos de continuar brillando pasados los 40, Canapino lider贸 con 茅xito a los Werner, a los Giallombardo, a los Falaschi, que son el futuro con forma de acelerador.
Agust铆n naci贸 en una ciudad fierrera 鈥揂rrecifes鈥 y se cri贸 en un ambiente netamente automovil铆stico, acompa帽ando a su padre Alberto, el exitoso t茅cnico m煤ltiple campe贸n en TC y TC 2000. A los cinco a帽os ya hab铆a iniciado su camino paralelo entre computadoras y equipos de simulaci贸n. Cuando ve铆a carreras por TV (y prefer铆a la F贸rmula 1 a cualquier otra disciplina), se emocionaba con las c谩maras on-board, que le mostraban en acci贸n a los pilotos de los cuales quer铆a aprender.
鈥淎l principio, cuando le ped铆a que me dejara correr, mi viejo me ped铆a que me dedicara a otra cosa. Le insist铆 hasta que me hizo probar unos autos, uno de TC que preparaba, como para demostrarme que el automovilismo no era lo m铆o. De a poco lo fui convenciendo.鈥
Agust铆n amas贸 su incipiente carrera en menos de un lustro. Y cuando iba a correr a los aut贸dromos, llevaba su simulador en el motorhome, para competir virtualmente una vez que se agotaba el ruido verdadero. Mantuvo esa gimnasia hasta hoy. Antes de largar la carrera de TC en Buenos Aires, se encerr贸 a simular la partida. 鈥淎dentro del auto, previo a la largada, me puse a pensar por un instante todo lo pasado, el esfuerzo... y me largu茅 a llorar鈥, confiesa. Dos horas m谩s tarde, tras ganar de punta a punta, se hab铆a transformado en el monarca m谩s joven del TC. 鈥淎 veces, cuando me voy a dormir y pienso 鈥榮oy el campe贸n del TC鈥, no lo puedo creer鈥, reconoce.
Es la nueva sangre que ya cruza lances con otra no tan veterana, como la de los 27 de Jos茅 Mar铆a L贸pez (鈥渘o me llevo bien con 茅l porque ha tenido actitudes en la pista que no me parecieron correctas鈥) o la de los 26 de Mat铆as Rossi. Respeta a Norberto Fontana, quince a帽os mayor, porque es su amigo y es de Arrecifes. Pero en la pista siempre ser谩 otra cosa. Los kil贸metros de la pr贸xima d茅cada confirmar谩n que una nueva era aqu铆 ha comenzado.
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