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–Hola, soy Mariano Puerta y acá me ven jugando la final de Roland Garros, algo que nunca le pasó por la cabeza a nadie y debo confesar que a mí tampoco. Corro, peleo, lucho, no me entrego frente a este monstruo que es más rápido que el Correcaminos y, bueno, lo que quería decirles, a los jóvenes sobre todo, es esto: luchen siempre por aquello que les gusta, dejen el alma... Hay que hacerlo todo para ganar y si les toca perder hay que perder con dignidad, porque la derrota forma parte de las leyes del juego y hay que saber afrontarla con la cabeza bien alta, sabiendo que uno dejó hasta la última gota. No quiero hacerla muy larga y espero que esto se haya entendido. Saludos para todos.
–Pip, pip, piiiiiiip...
–Hola, habla el Chipi. Como ya saben, en esto del fútbol ganar no es importante sino lo único, así que hay que hacer todo lo posible para poner nerviosos a los contrarios, y si hay buenos datos para meterse en la vida privada, mucho mejor. Aprendí que, en una época, los jugadores de Estudiantes lo volvían loco a un wing de Independiente, Bernao, porque se le había escapado un tiro de una escopeta y había matado a un amigo y cuando jugaban le decían “asesino” y lo sacaban del partido. Bueno, yo no tengo la culpa si Tuzzio y Ameli son los que son. Yo hago la mía; hacé la tuya, que si perdés no existís.
–Pip, pip, piiiiiiip...
–Hola, hola, soy Manu desde San Antonio. Saludos para todos. Gracias por el cariño.
–Pip, pip, piiiiiiip...
–Hola, qué tal, tengan ustedes muy buenas tardes, soy José Pekerman y acá estoy un poco confundido, muchas veces sin saber cómo manejarme frente a hombres con una personalidad muy fuerte como Grondona. Si el tipo dice que Fulano y Mengano no juegan para la Selección y los mete en la Copa Libertadores, uno se la tiene que comer, porque si no te puede pasar lo de Bielsa que, si te ponés duro, a la larga te tenés que ir. El mensaje en definitiva es que hay que ocupar los lugares porque si no los ocupan otros. ¿Se entiende? Con respecto a la actitud del equipo, por ahí es verdad que yo, poniendo un solo delantero, les estoy transmitiendo un poco de temor a los muchachos, aunque después cambié, bah, no sé, no estoy seguro si esto se entendió, pero qué se va a hacer si la pelota no dobla o es muy liviana... puede ser que ponga excusas pero, bueno, ustedes me dirán que con Bielsa el equipo siempre tuvo otra actitud, y sí... pero ya vieron cómo terminó Bielsa. Seguro que a mí no me va a pasar, aunque ya se sabe que a Seguro se lo llevaron preso...
–Pip, pip, piiiiiiip...
–Hola, sí, el mensaje es para el público de Boca. Soy el Chino Benítez. Y no me vengan con lo de Chivo Benítez, paremos con la joda. Hago lo que puedo. Pónganse un poco en mi lugar. No es fácil lidiar con estos tipos que es verdad que ganaron todo, pero ya están medio jovatos y no lo quieren asumir. Y por otro lado, yo tengo un montón de pibes que van a ser buenos, pero que todavía no están. Bueno, vengan a la cancha cuando juguemos el segundo partido con las Chivas. Ya sé que si perdemos me voy a tener que ir y si ganamos cinco a cero voy a ser Gardel.
–Pip, pip, piiiiiiip...
–Hola, soy Palermo. Y pego el grito porque sé que se viene la noche y no quiero quedarme en la oscuridad. Eso de los códigos de hablar antes con los compañeros o con el técnico que con los periodistas ya pasó. Hay que pensar en lo de uno.
–Pip, pip, piiiiiiip...
–Hola, soy Bianchi. El mensaje es para Macri: Je, je...
–Pip, pip, piiiiiiip...
–Soy Paola Suárez. No tengo mucho para decirles, más allá de lo que ustedes ven o leen de mí. Les mando un abrazo desde París.
–Pip, pip, piiiiiiip...
–Hola, soy Diego. No se olviden de mí. Quiéranme mucho.

Mensajes del deporte

Por Juan Jose Panno