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La pausa del verano europeo terminó también para el tenis, y tras más de dos meses de ausencia por problemas de rodilla, el español Rafael Nadal vuelve a empuñar la raqueta en el torneo de Montreal, en el que también regresa al circuito un feliz Roger Federer. Juan Martín del Potro y Leonardo Mayer serán los dos argentinos presentes en el certamen.

No hay, aparentemente, ansia de guerra ni mentalidad de triunfador tras el largo período de sufrimiento de Nadal, sobre cuyo regreso planean muchos interrogantes. Desde su eliminación en octavos de final del Abierto de Francia, a fin de mayo, Nadal no jugó ningún torneo, afectado por problemas físicos que lo obligaron a renunciar a Queen’s y Wimbledon –dos torneos que había conquistado un año atrás– y a recluirse en su casa de Mallorca para iniciar una larga recuperación.

“No sé si llegaré al US Open al ciento por ciento”, reconoció el español de 23 años, que perdió el número uno luego de que Federer conquistara Wimbledon.

“Esto llega rápidamente y no estoy muy preparado. Haré lo que pueda”, dijo un precavido Nadal. “Es imposible pensar en ganar. Me hablan del título en el Abierto de Estados Unidos y yo hablo de encontrar la forma y recuperarme ciento por ciento de mi lesión”, insistió.

“Mi único objetivo por el momento es prepararme duramente y jugar bien en Montreal. Sé que será casi imposible ganar”, estimó el segundo mejor tenista del mundo, que defiende el título en tierra canadiense. “No sé cuántas semanas voy a necesitar. Voy a trabajar mucho para estar listo lo más rápido posible. Después de haber sufrido una lesión y no haber podido competir, uno tiene que estar seguro de encontrarse al ciento por ciento.”

El suizo, eterno rival de Nadal, llega en cambio entonado a Montreal, exitoso en su juego y en la vida personal, ya que acaba de convertirse en padre de gemelas.

“Después de las extraordinarias experiencias de los últimos días, es mi placer informarles que ya estoy listo para jugar la Rogers Cup en Montreal”, aseguró el tenista.

“Al encontrar tiempo suficiente para practicar estas últimas semanas, debo decir que me siento en forma y lleno de energía”, añadió. El ganador de 15 Grand Slam dijo que fue “un poco extraño no jugar por un período tan largo”, que en esta oportunidad fue de cinco semanas.

El nuevo número uno del ranking mundial, que cumplió 28 años el sábado, jugará un torneo de la ATP por primera vez desde Wimbledon y convertido en todo un padre de familia, ya que en Montreal estarán Charlene Riva y Myla Rose, sus hijas.

Con su esposa Mirka y las niñas de dos semanas y media, Federer cruzó el Atlántico. “Los bebés estuvieron diez días en el hospital y todo es perfecto. Ahora lo hacemos. Una gran familia. Un gran viaje”, dijo en una entrevista que publicó el sábado el New York Times. No es el viaje habitual de un padre reciente, ya que Federer utilizó un avión particular y con niñera a bordo.

“Estaba claro que lo haría si todo estaba en orden”, explicó Federer. Nadal felicitó al suizo con un SMS por sus gemelas y el campeón de Wimbledon deseó al español un pronto restablecimiento.

Federer, que entrenó ya el viernes por la tarde bajo luz artificial con su amigo de la infancia Marco Chiudinelli, debutará no antes de mañana en Montreal ante el ruso Igor Kunitsyn o el canadiense Frederic Niemeyer. Con Nadal sucederá algo similar, contra su compatriota David Ferrer o el serbio Victor Troicki.

En las últimas semanas, Federer entrenó seis días seguidos con el austríaco Stefan Koubek, pero también pasó casi tres semanas en el hospital, donde primero durmió en la misma habitación que su esposa Mirka y luego con ella y las gemelas.

“Algunas veces me sentía muy cansado”, comentó Federer. “No sé si era por el entrenamiento o porque no pude dormir tanto como de costumbre”, añadió.

Del Potro también arranca en la segunda ronda con un rival surgido de la clasificación, mientras que Leonardo Mayer debutará contra el alemán Mischa Zverev.

Nadal y Federer en el Abierto de Montreal

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