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Lunes, 17 de noviembre de 2008
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Boca mostró síntomas de impotencia

Le bajaron las defensas

Se mostraba saludable después de la rachita de cinco victorias consecutivas, pero ayer fue sorprendido por Vélez y dio demasiadas ventajas en la desmantelada última línea. ¿De quién es la culpa?

Por Juan José Panno
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La pelota ya dentro del arco de Boca tras el cabezazo de Uglessich, pero García recién inicia su inútil vuelo.

La defensa titular de Boca se supone que la conforman Ibarra, Cáceres, Paletta y Morel, la que jugó en el partido contra River o al menos una parte de ese partido, porque a Ibarra lo echaron antes del final del primer tiempo y entró Calvo. Desde aquella tarde en el Monumental, Carlos Ischia no pudo juntarlos a los cuatro. Contra Central quedó Calvo por Morel; contra Banfield el lateral derecho fue Roncaglia; contra San Lorenzo puso a Ibarra como volante y tres en el fondo: Cáceres, Paletta y Roncaglia; contra Arsenal jugaron los mismos y ayer, tras la sorpresiva lesión de Paletta, el entrenador mandó a Roncaglia, Cáceres y Forlín. Después de la lesión de Cáceres, el entrenador –obligado a jugársela porque se recuerda que Boca iba perdiendo 3 a 1– retrasó a Battaglia. Parecía más lógico que lo dejara a Battaglia en el medio y lo bajara a Ibarra, aunque seguramente analizó que Ibarra está más para atacar que para defender, sobre todo cuando tiene que marcar en amplios espacios.

Y en los últimos minutos ocurrió que Battaglia también se fue a la carga Barracas y la juvenil dupla Roncaglia-Forlín quedó muy expuesta y poco pudo hacer ante los punzantes contraataques de un rival que le manejaba muy bien la pelota. Quedó claro que con un poco más de precisión el equipo visitante pudo redondear una goleada estrepitosa.

No le resulta fácil al técnico de Boca armar la defensa con la sucesión de lesiones y suspensiones. Pero no la venía llevando mal en este último tramo del campeonato. Desde el encuentro contra River hasta el de Arsenal de la semana pasada, a Boca le habían hecho un solo gol, contra Rosario Central. Con sólo seis goles (uno a River, dos a Central, uno a Banfield, uno a San Lorenzo, uno a Arsenal), Boca había sumado 15 puntos, lo que le permitió trepar hasta la punta de la tabla y los hinchas empezaban a imaginar la vuelta olímpica anticipada. Ayer Boca pudo quedar solo, pero se cayó de un hondazo y quedó solo, sí, pero en el segundo puesto detrás de los dos líderes.

Los hinchas de Boca se fueron de la Bombonera buscando explicaciones/responsabilidadades, como suele ocurrir en las derrotas. Del árbitro no podían decir nada y entonces hablaban de mala preparación física (lesiones eslabonadas de Morel, Paletta y Cáceres); de malas decisiones de Ischia en los cambios y de poca reacción del pibe García en los goles. En realidad, García no tuvo mucho que hacer en los goles del segundo tiempo, y si bien tardó un poco en tirarse en el primero, mayor responsabilidad tienen los que dejaron cabecear solo a Uglesich. El pibe que había agarrado el arco en la derrota ante Estudiantes y dio demasiados rebotes ante River, venía afirmándose. Ayer recibió un golpe durísimo, pero seguirá siendo titular. Lo que no se sabe es cómo armará Ischia la línea (¿de tres?, ¿de cuatro?) final. Pero todo esto será menos importante que el trabajo que deberá encarar para levantar el ánimo y la autoestima de sus jugadores. Ya se sabe que las derrotas generan dudas e inseguridad.

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