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Como ingeniero de pista, Alberto Canapino (foto, con su hijo en el podio) ya había logrado siete coronas de TC, con Juan María Traverso (1995, 1996), Guillermo Ortelli (1998, 2008), Juan Manuel Silva (2005), Norberto Fontana (2006) y Christian Ledesma (2007). Ayer anotó su octava consagración, una muy especial. “Viví la competencia con mucha ansiedad. Fue una carrera muy dura, el Gurí venía rápido. Yo le había anticipado a Agustín el viernes que tenía un potencial enorme, que iba a ser un rival muy duro.” Para Carlos Alberto “Johnny” Laborito, el preparador de Dolores, es su sexto título desde 2004. “Esto es obra de todo el taller y lo felicito a Agustín porque se lo merece.” La campaña de Canapino se enderezó desde la sexta carrera del año, cuando dejó de usar los motores de Luis Minervino y pasó a usar los de Laboritto. Desde ese entonces, sólo en una carrera no terminó en el top-ten. Laboritto también preparó el motor de Werner. “Mariano también tuvo un gran auto, pero se dio para el Chevrolet.”
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