Un grande agrandado

River perdió casi la tercera parte de los partidos que jugó en el torneo (4 de 13), apenas si consiguió poco más del 51 por ciento de los puntos que disputó (23 sobre 39), tiene un bajísimo promedio de gol (1,23) y sin embargo, después de la victoria contra Rafaela, aparece como el gran candidato a quedarse con el título. Es que sólo está a un punto de Estudiantes, su rival de pasado mañana en La Plata, tiene un programa de partidos aparentemente sencillo y está anímicamente muy agrandado, después de una victoria que no dejó mucho margen para las dudas y que desató la gran euforia de su gente.

Al equipo de Ramón Díaz le falta jugar con Estudiantes, Vélez, Olimpo, Racing, Argentinos Juniors y Quilmes. Si consigue buenos resultados en los enfrentamientos cruciales de esta semana (cuatro puntos, por ejemplo), el camino se vislumbra allanado para lo que llegue después, aunque algunos de sus rivales se juegan la permanencia en Primera.

Contra Rafaela a River le faltó una de sus piezas clave, Lanzini, pero no lo notó demasiado porque Fabbro aportó lo suyo y los dos colombianos de arriba, Carbonero y Teo Gutiérrez, resultaron vitales en la gestación y concreción de jugadas favorables. Contra Estudiantes volverán Lanzini y Maidana, con lo que el DT podrá contar con casi todos los titulares, pero seguramente no podrá jugar Barovero. Todavía no se sabe bien si lo del buen arquero de River es una contractura o un desgarro pero, aun en el caso de una lesión menor, no llegará para jugar pasado mañana en La Plata.

Barovero, que ha sido en este campeonato una figura esencial para River, ayer contó con la ayuda de los palos en dos de las jugadas de gol que provocó Rafaela, pero además contribuyó a la victoria de su cuadro con dos atajadas fenomenales, en la continuación de esas jugadas de que dispuso el conjunto santafesino en la primera etapa. En una de esas acciones hizo un gran esfuerzo que lo puso al borde del reemplazo. Contrariamente a lo que se esperaba, Ramón Díaz no lo sustituyó en el entretiempo y siguió en la cancha. Pero en la primera llegada a fondo de Rafaela salió rápidamente del arco: ahí sintió el tirón y le debió dejar su lugar a Chichizola.

Las inseguridades en el fondo de River se hicieron evidentes cuando, en su primera intervención, Chichizola recibió un pase medio envenenado hacia atrás y quiso jugar la pelota con el pie, pero se mandó una gran pifiada y finalmente salvó la situación con la cabeza. Habrá que ver cómo maneja River esto de no sentirse respaldado por el arquero, como venía ocurriendo hasta ahora.

De todos modos, la balanza en la que se pesan virtudes, defectos, posibilidades y otros aspectos parece inclinarse mucho hacia el lado del optimismo. En su cancha, River ganó 6 de los 7 partidos que jugó (sólo cayó ante Godoy Cruz) y en condición de local tendrá que enfrentarse con Vélez, Racing y Quilmes. Si mantiene regularidad como local, conseguirá puntos de oro. Como visitante a River no le ha ido tan bien, pero después de Estudiantes le quedarán Olimpo y Argentinos Juniors. Otro aspecto a favor es que algunos de los que están entreverados en la pelea por el título (Vélez, Lanús, San Lorenzo) están más preocupados por la Copa Libertadores que por el torneo local.

Porque es un grande agrandado, porque las cosas le están saliendo bien y porque tiene un programa accesible, River siente que la chapa de candidato está más reluciente que nunca.

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