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- Quilmes se manejó mejor en el barullo de un partido desordenado, confuso y sucio; llegó más y mejor que su rival y se alzó con una victoria indiscutible.
- Los jugadores de Gimnasia salieron a la cancha nerviosos, tensionados y mostraron una total falta de precisión. Tuvieron tan poca fuerza ofensiva que recién sobre la mitad del segundo tiempo patearon su primer tiro al arco.
- El error de Monetti, que no pudo retener una pelota aparentemente fácil, abrió el camino de la victoria al equipo de Caruso Lombardi.
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