Imprimir|Regresar a la nota
Domingo, 5 de septiembre de 2004
logo libros

Todo tiene que ver con todo

Mitos de la luz
Joseph Campbell

Trad. de Miguel Grinberg
Marea
Buenos Aires, 2004
206 p谩gs.

/fotos/libros/20040905/notas_i/campbell.jpg
POR JORGE PINEDO

Comparte anaqueles y cat谩logos con Richard Bach, Paulo Coelho, W. Dyer, Osho, W. Dresel, entre otros bestselleristas encuadrados dentro de esos g茅neros denominados espiritualismo, autoayuda, en fin, las variantes posmodernas del pensamiento m谩gico en su multitud de recetas para la salvaci贸n individual. El nombre de Joseph Campbell (EE.UU., 1904- 1987), sin embargo, intenta ser instalado por sus apologistas y beneficiarios (suman multitud quienes beben a煤n de esa generosa ubre) como antrop贸logo a la vera de los especialistas en mitos: M. Eliade, Sir J. Frazer, C. L茅vi-Strauss, R. Graves, G. Dum茅zil, P. Vernant, P. Grimal, A. Krappe, R. Callois, P. Brunel, R. Trousson, es decir todos aquellos que hicieron de tales relatos fundacionales un cuerpo riguroso y sistem谩tico de aproximaci贸n a distintos espectros culturales.
Muy por el contrario, el af谩n de Campbell procur贸 transformar tama帽os relatos en manuales new age destinados a justificar las cobard铆as propias del ocio burgu茅s. Catapultado a la fama hacia la primera mitad del siglo XX por la divulgaci贸n de una versi贸n prehippie de cierto orientalismo, alcanz贸 sus cinco minutos de gloria cuando George Lucas utiliz贸 sus premisas a fin de recrear la atm贸sfera de mistificaci贸n vigente en la primera parte de Star Wars. A caballo de sus libros El h茅roe de las mil caras, El vuelo del ganso salvaje, Las m谩scaras de Dios y algunos otros, el hom贸nimo del creador de la sopa enlatada gener贸 una industria de refritos basados en las desgrabaciones magnetof贸nicas de las charlas reunidas en The Joseph Campbell Audio Collection, buena parte de las mismas registradas en el Sarah Lawrence College, un terciario para se帽oritas, mayor espacio acad茅mico que se le permiti贸 ocupar.
En esta l铆nea se inscribe Mitos de la luz, met谩foras orientales de lo eterno, una compilaci贸n ejecutada por David Kudler, por cierto sumamente respetuoso del esp铆ritu original. Tanto es as铆 que conserva a la letra las claves de la creencia campbelliana basada en el principio fundador del reduccionismo: todo tiene que ver con todo. A partir de tal premisa se trazan diversos caminos de iniciaci贸n esot茅rica trazados al modo del Juego de la Oca, donde se avanza y retrocede. La cabal ausencia de sistematicidad permite juntar en una misma estrofa retazos de teor铆as contradictorias entre s铆 (como las de Freud, Adler y Jung), cuando no francos dislates (la divisi贸n entre Oriente y Occidente se encuentra a los sesenta grados al este de Greenwich), simplificaciones (El banquete de Plat贸n relata nada m谩s que una fiesta de borrachos), entre abundancia de mistificaciones ramplonas (鈥淓l alma en s铆, en su estado puro, recuerden, es transl煤cida鈥), todo alrededor de un neto predominio de mitos solares, en detrimento de los cosmog贸nicos, de fertilidad, f谩licos, matriarcales, tesmof贸ricos, etc.
Precisamente es la v铆a de la infatuaci贸n, ese fervor por la propia divinidad, el anzuelo tendido hacia la promesa de redenci贸n donde Campbell alcanza el efecto de masa: 鈥... el misterio del ser de este libro en tu manos es id茅ntico al misterio del ser del universo鈥. Hace de los mitos una herramienta para 鈥渁yudarte a armonizar tu vida individual con la vida general, la vida de la sociedad y la del universo鈥; as铆, en la segunda persona de los predicadores. Una p谩tina de ecumenismo tampoco alcanza a fin de encubrir un sistema ideol贸gico hiperindividualista (鈥淯na imagen m铆tica es un poder externo que viene en tu auxilio; a trav茅s de ellapuedes lograr la liberaci贸n de las ataduras del 谩mbito mundano鈥); conformista (鈥淵 el problema consiste en que te pongas a tono con el mundo tal cual es, no como debiera ser鈥), cuando no abiertamente facho: 鈥溌縌u茅 le suceder铆a a un cuerpo si los pies dijeran: `Quiero ser la cabeza鈥? 驴O si la cabeza dijera: `Quiero ser el coraz贸n鈥? 驴C贸mo llamamos a eso cuando ocurre en un cuerpo? Lo llamamos c谩ncer. Del mismo modo, lo que denominamos democracia, desde este punto de vista, es un c谩ncer鈥.
Falacias hist贸ricas, inexactitudes, imprecisiones, anuncio de evidencias que jam谩s desarrolla son algunos de los mecanismos de la oratoria abusados por Campbell en la propuesta de caminos identificatorios que prometen inmortalidad y completud.
No se comprende c贸mo uno de los m谩s eximios helenistas universitarios argentinos, Leandro Pinkler, no solo prologue sino que adem谩s difunda a este 鈥渙r谩culo de la vida humana鈥, sin considerar algo del 谩mbito de lo privado: una m铆stica personal tendiente a 鈥渃rear una nueva mitolog铆a planetaria de evoluci贸n espiritual鈥. Por fortuna los mitos continuar谩n regulando el modo en que las comunidades estipulan sus 铆ntimas diferencias de generaciones, de sexo y de grupos sociales, por fuera de la conciencia; sin importarles los pininos por metamorfosearlos en manuales de autoayuda.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.