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Domingo, 21 de diciembre de 2008
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No ficci贸n

Diablo, carne y mundo

Entre la cr贸nica y la investigaci贸n, este libro escucha con atenci贸n la voz de quienes sufren habitualmente una doble invisibilidad: como mujeres dentro de la sociedad y como religiosas dentro de la Iglesia.

Por Patricio Lennard
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Sonia Budassi

Mujeres de Dios
Sonia Budassi

Sudamericana
252 p谩ginas

Ya hace tiempo que hay un revival religioso, un inter茅s renovando por la fe y la religi贸n en el clima cultural que nos rodea. Y si bien esto no es ninguna novedad 鈥搚a los primeros efluvios posmodernos daban cuenta de un 鈥渞etorno de Dios鈥, en medio de un cambalache de new age, neopaganismo y religiosidad popular鈥, lo cierto es que la pregunta sobre cu谩l puede ser el sentido de la experiencia religiosa todav铆a nos interpela. En Mujeres de Dios. C贸mo viven hoy las monjas y religiosas en la Argentina, la escritora y periodista Sonia Budassi se adentra en ese mundo de mujeres tantas veces estigmatizadas por la fantas铆a popular como reprimidas, autoritarias, fracasadas en el amor, o inclusive lesbianas. Y lo hace a trav茅s de una serie de testimonios de religiosas que dan cuenta de vivencias en las que no s贸lo se adivinan los resortes 铆ntimos de una vocaci贸n te帽ida de misterio y de prejuicios para quien lo mira de afuera (en el pr贸logo del libro, Mar铆a Moreno habla bellamente de una 鈥溍﹑ica de las virtudes cotidianas鈥), sino tambi茅n de las diferencias que hay entre las distintas congregaciones, m谩s all谩 de que todas compartan ese temple de sacrificio y abnegaci贸n que suponen los votos de castidad, pobreza y obediencia.

Ya sea en la historia de esa carmelita misionera que narra con nostalgia sus aventuras cerca de la guerrilla colombiana, sentada c贸modamente en la residencia para estudiantes que hoy d铆a regentea; o en el testimonio de las herederas argentinas de la Madre Teresa de Calcuta, que asisten en Beccar a discapacitados mentales que viven en estado de extrema pobreza; o en el contraste que se arma entre el relato de una carmelita descalza y los rigores de su vida de clausura y la modernidad simp谩tica y canchera de las monjas high-tech que tienen blog y aparecen en Facebook, lo que se deja o铆r es la voz de quienes sufren habitualmente una doble invisibilidad: como mujeres dentro de la sociedad y como religiosas dentro de la Iglesia. De ah铆 que el machismo y el verticalismo paternalista de la estructura eclesi谩stica sean dos de las cosas que se critican en un libro que no tiene por objeto la reconvenci贸n ni la denuncia. Antes bien, lo poco com煤n que se ha vuelto tener trato o conocimiento directo con monjas y religiosas le da un atractivo extra a la tarea de Budassi, que sin dejar de mostrarse respetuosa con la elecci贸n de estas mujeres no ci帽e su escritura a una intenci贸n evangelizadora.

A caballo entre la cr贸nica y el periodismo de investigaci贸n, y constituyendo un aporte a la masa bibliogr谩fica que se ha ido engrosando en los 煤ltimos a帽os gracias al creciente inter茅s de parte de la sociolog铆a de la religi贸n por los santos populares, los curas sanadores y los fen贸menos de fe multitudinarios, Mujeres de Dios humaniza a sus protagonistas y las corre del estereotipo. As铆, el tema de la sexualidad 鈥-que se desliza en la experiencia de una monja que ha dejado los h谩bitos鈥- es uno de los lugares comunes que Budassi no explota. A diferencia del modo en que 鈥渆l llamado鈥 para servir a Dios se demuestra un t贸pico casi ineludible en las historias de vida que la autora recoge.

M谩s all谩 del dispar inter茅s que pueden suscitar cada uno de los testimonios (es en el cap铆tulo dedicado a las carmelitas descalzas donde la no siempre fruct铆fera s铆ntesis entre lo estrictamente personal y la raz贸n de ser de cada congregaci贸n alcanza su punto m谩s alto), Mujeres de Dios logra provocar (o reafirmar) la admiraci贸n que la espiritualidad, el altruismo y el desprendimiento de estas mujeres deber铆a despertar independientemente de las cosas que se le pueden criticar a la instituci贸n a la que pertenecen. Y no porque sea bueno o necesario creer en Dios, o porque haya que hacer algo por volver a poblar los cada vez m谩s vac铆os conventos y seminarios, sino como una forma de ant铆doto a tanto desamor e individualismo.

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