Un viaje a Ap贸stoles, Misiones, de tres 鈥渁dolescentes tard铆os鈥 como los define el narrador, sirve a Daniel Krupa de excusa para la generaci贸n de un clima claustrof贸bico en la inconmensurabilidad de la selva.
El relato de la aventura de Fanta, Seco y Polonio, los peculiares nombres de los protagonistas que son referidos en tercera persona y en presente, est谩 integrada por peque帽os hechos que funcionan por acumulaci贸n hasta concluir en una escena de incomodidad generalizada que desbarata el viaje. La escritura aparece como una construcci贸n detallada, con un cuidado especial en la articulaci贸n de cada palabra en las oraciones que suelen ser cortas, bajo una mirada cl铆nica como levemente c铆nica.
El rito de pasaje adolescente, trasladado a la selva misionera, se convierte as铆 en una parodia por exacerbaci贸n de las marcas del t铆pico relato g贸tico de Horacio Quiroga. Aqu铆 lo que encontramos es una fobia a las serpientes, historias incrustadas que parecen justificar ese temor espectral que nunca se materializa, alg煤n incidente en un acto escolar de escuela rural, el calor omnipresente, la incomodidad de chicos de clase media en un medio expulsivo, lleno de secretos que s贸lo los paisanos pueden conocer, una intoxicaci贸n con hongos alucin贸genos, una sucesi贸n de animales muertos as铆 como fragmentos de discursos ofidiol贸gicos acerca de todo tipo de serpientes que pueden encontrarse en la provincia de Misiones.
Los componentes funcionan por separado, pero generan un cuadro general que es posible reconstruir con la conclusi贸n de la lectura. Cada uno de los aspectos de la narraci贸n parece dispuesto de modo tal de generar un terror indescriptible, acumulativo, que no encuentra la forma de las palabras para ser expresado.
El rito adolescente no estar铆a completo sin el pasaje por el cabaret del pueblo, excusa que sirve para introducir una escena de elaborada intensidad que, en forma progresiva, llevar谩 a la explosi贸n del elemento causante del m谩ximo terror que tampoco en esta oportunidad ser谩 del todo expl铆cito. Como si se tratase de un rompecabezas, el narrador desperdiga indicios, pistas, sensaciones a partir de las escenas que plantea y la musicalidad llena de iron铆a de las oraciones que componen el relato. El resultado ser谩 una sensaci贸n de inquietud del espacio vac铆o, como si Krupa jugara a llevar el famoso minimalismo a un relato de terror.
Si en su primera novela, Cerca (2006), Krupa se aprovechaba de las posibilidades de significaci贸n g贸ticas que provee una ciudad construida bajo el signo del positivismo como La Plata para plantear su peculiar forma de terror; en Serpientes el marco se lo dan la selva, el sol, la humedad, la tierra roja, la letan铆a del ritmo de vida pueblerino y sus costumbres relajadas, as铆 como los relatos que hacen al folklore local.
Todo en su debido sitio termina por generar un relato conciso e inquietante.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.