Como si fuera la almohadilla de un costurero en la que se guardan las agujas, el abultado pelo negro de Sofi Oksanen guarda rastas violetas, fucsias y azules. Metidas en su cabeza las agujas se convierten en mechones luminosos desafiantes y tan protagonistas como sus emuladas. Oksanen tiene 34 a帽os, naci贸 en Jyv盲skyl盲, Finlandia, y desde que public贸 Purga es una de las escritoras mimadas de Europa. Mientras tanto Sofi corretea por el valle de la gloria con los labios delineados y cuenta que para escribir la novela 鈥搎ue primero fue obra de teatro y que se estren贸 con el mismo nombre Puhdistus (Purga) en febrero de 2007 en el Teatro Nacional de Finlandia鈥 recuper贸 aquellas intrigas familiares que marcaron su infancia: 鈥淨ui茅n no recuerda haber escondido a alguien en alguna parte de la casa鈥. Hija de madre estonia, Oksanen narra en Purga la historia pol铆tica 鈥揷ita versos de Paul-Eerik Rummo, s铆mbolo de la resistencia a la rusificaci贸n de Estonia鈥 y social de su patria materna y lo hace a trav茅s de la voz de dos mujeres que se cruzan en el camino de una fuga. La que est谩 escapando es Zara, una veintea帽era rusa obligada a prostituirse en Alemania, y la que la encuentra 鈥揷omo maleza turbia hecha un bulto en el jard铆n de su casa鈥 es Aliide Truu, una anciana viuda que hace conservas de tomate y vive sola en medio del bosque en el oeste de Estonia ajena a todo, a todo no. Las dos desconf铆an, tienen miedo, guardan secretos y las dos estar谩n m谩s unidas de lo que imaginan. Hay hermanas, un cu帽ado, fotos, no nos olvidemos, es una novela sentimental.
Desde el t铆tulo 鈥損alabra deliberada, hecha ra铆z en el hambre y la muerte, la purga de Stalin, la purga de los pecados...鈥, el relato transita el castigo y la piedad deteni茅ndose en cada uno de los matices de la peor primavera. Es un recorrido cruento (nunca tan cruento como el aprendizaje de Ren茅 鈥揺l Ren茅 de Virgilio Pi帽era鈥) y marca lo mejor de la novela: el dolor que acarrea el origen cuando se cree perdido y al que s贸lo se vuelve a trav茅s de las palabras 鈥搊 nadando, como dec铆a una vieja inmigrante a la que no le importaba el tama帽o del oc茅ano Atl谩ntico y s贸lo quer铆a volver a su Checoslovaquia natal.
Buscando la respiraci贸n que exige el thriller (en este caso mechado 鈥揷omo el peinado de su autora鈥 entre el pasado, el presente, el melodrama y la historia de la Estonia sovi茅tica), la novela empieza y termina en 1992. En el medio, los a帽os del nazismo, las persecuciones, la violencia sexual, Chernobyl y el tr谩fico de personas como separadores y huellas definitivas en la vida de las protagonistas que, sin jerarqu铆as en el tiempo, viven amenazadas. 鈥淟e ataron las manos a la espalda y le pusieron una bolsa en la cabeza. Luego la dejaron sola. A trav茅s de la tela no ve铆a nada. En alg煤n sitio goteaba agua en el suelo. Percib铆a olor a s贸tano. La puerta se abri贸. Botas. Le rasgaron la camisa y los botones salieron disparados hacia el suelo y las paredes, botones de cristal alemanes. Despu茅s, Aliide se convirti贸 en un rat贸n en el rinc贸n de aquel cuarto.鈥 (...) 鈥淶ara no comprend铆a el motivo de dicha deuda, cu谩nto le quedaba a煤n (...) a cu谩ntas chicas le dar铆a tiempo de conocer. De cu谩ntos pa铆ses. Cu谩ntas veces se pintar铆a los labios de rojo y cu谩ntas veces Nina volver铆a a coserle los puntos. Cu谩ntas enfermedades, cu谩ntos moretones.鈥
Si bien Oksanen no pudo mantener durante toda la novela el mismo rigor avieso y ruinoso que promet铆a, supo en cambio hilvanar recuerdos, recuperar olores, empapelados, alacenas, objetos perdidos en el silencio que amontona el desconsuelo, s贸rdidos detalles de 茅poca con algunos privilegios 鈥揷omo las medias de seda, valiosa moneda de cambio durante la guerra y de las que tanto hablaba Helene Hanff en su 84, Charing Cross Road鈥 y todas las carencias. Como si la obra se estuviera representando en el cuarto de al lado, como si en una pantalla se proyectara lo que pas贸 y lo que vendr谩, Oksanen deja que Purga mantenga al lector interesado en la intriga y en las secuelas sociales que atesora con recelo un pa铆s hostigado. Jaur铆a de razones en la voz de Sofi que, como hija y como nieta, recorre una silueta estonia tan cercada como la silueta de las mujeres que la habitaron y que sufrieron el babeante, abusador y mezquino despotismo masculino triunfador en detonaciones burocr谩ticas.
Aquellos lectores a los que las peripecias de la Europa oriental poco les importa o se aburren de inmediato deber谩n abstenerse porque adem谩s de denunciar perversidades hist贸ricas y mostrar cu谩l es el precio que se paga por la supervivencia cuando lo 煤nico que queda en la casa son ropas usadas durante el abuso, moscas y verg眉enza, Purga es el libro de memorias familiares del este europeo m谩s completo (incluido el mech贸n de pelo del reci茅n nacido) que se haya traducido al espa帽ol en los 煤ltimos tiempos.
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