El asunto de la educaci贸n, y el de los tironeos y conflictos que al respecto se producen entre padres e hijos, maestros y alumnos, familias m谩s o menos locales e inmigrantes (cuesti贸n de tiempo) con las instituciones, es un tema para los franceses en general y para Daniel Pennac en especial: este escritor nacido en Casablanca fue antes profesor y se ha dedicado, en sus novelas, a abordar estas problem谩ticas en unas historias 谩giles, en las que la correcci贸n y la solemnidad se llevan sus sacudidas. Se帽ores ni帽os arranca en una clase que preconfigurar谩 el resto del relato: el exigente y temible profesor Crastaing est谩 haciendo una devoluci贸n demoledora de una redacci贸n cuando se encuentra con una caricatura que se est谩n pasando sus alumnos de doce, trece a帽os, en la que una multitud se encolumna tras una bandera que vaticina, desea, 鈥溌rastaing, cabr贸n, ir谩s al pared贸n!鈥. A Joseph Pritsky, el pibe al que le pescaron el dibujo, se suman otros dos que se declaran autores: Igor Laforgue y Nourdine Kader. Buena ocasi贸n para que el profesor represalie al tr铆o con otra redacci贸n, que deber谩n hacer para el d铆a siguiente, con el siguiente tema: 鈥淒espierta usted cierta ma帽ana y comprueba que, por la noche, se ha transformado en adulto. Enloquecido, corre a la habitaci贸n de sus padres. Se han transformado en ni帽os. Cuenten la continuaci贸n鈥.
Pero alto: antes de esbozar componentes, intenciones o apuestas de la novela de Pennac, hay que dedicar otro cap铆tulo a la cuesti贸n de la traducci贸n, que en este libro bastante frecuentemente hace pensar en masticarse un churro que cay贸 en la arena. Es dif铆cil sustraerse de un tono narrativo que chirr铆a de continuo: uno no termina de encajar esas voces coloquiales espa帽olas en los movimientos de esos chicos franceses un tanto desamparados, y las maldiciones, las jergas, los retruques, cargados de 鈥渆xpresiones populares鈥, de continuo parecen desafinar para este lector argentino. Algunos ejemplos: 鈥溾楥oleguitas鈥, 鈥榮i os importa un pimiento鈥, 鈥榣a chorrada鈥 de este p谩rrafo, 鈥榚ste foll贸n鈥, 鈥榩ues que estoy flipando鈥; 鈥榡oder, qu茅 burro soy鈥, 鈥榪u茅 jaleo cojonudo鈥欌. Que me enchironen los maderos, por gilipollas.
Se帽ores ni帽os. Daniel Pennac Literatura Mondadori 240 p谩ginasA trav茅s de la preocupaci贸n por c贸mo cada uno de los chicos intentar谩 resolver la redacci贸ncastigo de Crastaing, Pennac va trazando sus retratos personales y familiares: Nourdine, 鈥渕edio moro鈥, madre fugada con un cartero, padre taxista que se recluy贸 en un s贸tano para pintar; Joseph, padre jud铆o y madre a la que le recomendaron que no se casara con un jud铆o, hombre en tensi贸n porque el profesor lo ha citado a la escuela; Igor, madre boyando desde la reciente muerte de su marido que, treinta a帽os atr谩s, tambi茅n padeci贸 las clases de Crastaing y resulta el narrador de Se帽ores ni帽os, desde su tumba.
No ser谩 茅ste el 煤nico componente dislocado en el libro de Pennac, que se mantiene equidistante de la ni帽ocracia (categor铆a desarrollada por el maestro Ulises Muschietti), del autoritarismo pesado y de la pose c铆nica que presume de est茅tica y decreta que los pibes no existen. En su incorrecta aventura de malentendidos, que incluye incidentes con polic铆as, prostitutas, directivos y otras autoridades, e intensos deseos de ajustarle las clavijas al profesor, Pennac evita cantinelas, moralejas o pegajosidades y apuesta por la plasticidad de la narraci贸n, de la trama: la que tienen que relatar los alumnos, la que cuenta esta historia, las que les enumera Crastaing ya casi en el desenlace, 鈥渢odas las obras que, recordaba trataban de la ni帽ez adulta y de los adultos ni帽os鈥, desde el Gavroche de Los miserables, de V铆ctor Hugo, hasta la Lolita del 鈥渟ulfuroso Nabokov鈥. Lo que para Castraing es territorio apasionante, la literatura y sus posibilidades, para los pibes es 鈥渦n episodio especialmente retorcido de la guerra pedag贸gica鈥. Algo late, ah铆, en continua busca de su forma.
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