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Domingo, 25 de mayo de 2003
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Rese帽as

La negaci贸n

RUNA
Fogwill

Interzona
Buenos Aires, 2003
144 p谩gs.

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POR ARIEL SCHETTINI

Es imposible decir qu茅 es Runa, el 煤ltimo libro de Fogwill. Porque es uno de esos libros que solamente se pueden comprender muchos a帽os despu茅s de su creaci贸n. Para eso est谩 escrito, para la duraci贸n potencialmente infinita de su cuasi-relato. Y por eso est谩 escrito en un tono ceremonioso y distante, como si se tratara de un relato b铆blico o de una profec铆a. Se puede, sin embargo, decir todo lo que no es.
Runa est谩 escrito como una narraci贸n antropol贸gica de una civilizaci贸n perdida o futura (vaya uno a saber), o como una cr贸nica de viajes. En el pr贸logo hay una modesta explicaci贸n para la exposici贸n de semejante cosmogon铆a: la invenci贸n. Y seguramente la invenci贸n sea el motor primero de toda utop铆a, pero Runa no es una utop铆a.
Desde hace muchos a帽os, Fogwill, que es soci贸logo y trabaj贸 como publicista, escribe relatos que funcionan como tesis antropol贸gicas argentinas, como cr铆tica social o registro literario del espanto. Desde el descubrimiento de nuevos "tipos" sociales hasta la descripci贸n minuciosa de la nueva clase media menemista, siempre hay en sus narraciones reflexiones acerca del lugar que ocupa en el hecho la narraci贸n misma del hecho: aquello que vuelve literaria la vida. Eso le da un tono experimental a su narrativa que sus poemas no desmienten.
Los libros del poeta Fogwill son versiones y reversiones de un mismo poema, como si en cualquier acontecimiento hubiera un n煤cleo verdadero e importante que lo volviera literario. Lo cierto es que se lo puede nombrar como uno de los 煤ltimos escritores argentinos que tratan de darle coto a su obra reflexionando siempre sobre las condiciones del relato.
Este libro, que no es narraci贸n ni es poema, tampoco es una excepci贸n. Sin duda tiene antecedentes en Gulliver, la ciencia ficci贸n y el "Examen de la obra de Herbert Quain" de Borges, pero tambi茅n en f谩bulas y utop铆as tanto como en moralidades filos贸ficas y metaf铆sicas como La Rep煤blica de Plat贸n.
Como se trata de un escritor experimental, el libro da por sentado todo conocimiento sobre las utop铆as y procede a partir de su negaci贸n. Se habla de un pueblo o de un conjunto de pueblos (de un universo inventado) y se lo describe a partir de todas las imposibilidades, las faltas, las negaciones, las leyes que lo limitan y las diferencias que los niegan: esos pueblos no hacen, no cuentan, no pueden, no hablan, no saben, no cazan, no pueden armar un relato, no creen, no miran y no piensan. Con la consigna de que todas las acciones posibles sean negadas, Fogwill se propone, entonces, inventar una civilizaci贸n. El resultado es una contrautop铆a inenarrable, fragmentaria, imposible. Una par谩bola sin moraleja, una antropolog铆a que no deriva en conocimiento, el relato de una sociedad que no puede contarse. El resultado final es una especie de cr铆tica a toda antropolog铆a y tambi茅n a toda narraci贸n.
Para completar ese cuadro impracticable, el texto viene ilustrado con una serie de im谩genes rupestres, que no hacen sino introducir una variable m谩s a la confusi贸n de temporalidades que plantea un texto que, sin dudas, fue planteado para discutir sobre lo que el prologuista del relato llama "la escala humana" de las medidas de espacio y tiempo.
脡ste, que es el primer texto en prosa de Fogwill que parece escrito con la l贸gica de sus poemas, tiene adem谩s como valor el hecho de que permite leer su libros anteriores (Los pichiciegos o Restos diurnos) bajo unanueva luz. Como si se tratara de un entom贸logo que pudo hacer en sus narraciones una disecci贸n cient铆fica sobre el comportamiento de esos insectos a los que se decidi贸 llamar seres humanos.

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