Domingo, 25 de enero de 2004
El malestar argentino
El lugar del saber
Adriana Puiggr贸s
Galerna
Buenos Aires, 2003
408 p谩gs.
Por Mart铆n De Ambrosio
En el decadente recorrido que va de Domingo Sarmiento a Juan Jos茅 Llach se cifra buena parte de la historia de la educaci贸n argentina (y de la historia a secas). De aquel sue帽o de educaci贸n p煤blica universal (con los consabidos l铆mites del pensamiento sarmientino: educaci贸n restringida basada en la dicotom铆a civilizaci贸n/ barbarie, en la que los gauchos quedaban del otro lado de lo civilizable; educaci贸n que por otra parte evitaba formar para el trabajo), a los preceptos neoliberales de Llach y otros, no s贸lo notoriamente ha bajado el nivel de calidad de los intelectuales sino que el mito fundante sobre el cual se bas贸 el sistema educativo impulsado como nadie por el sanjuanino (la eterna renta agraria) ha mostrado sus l铆mites con minuciosidad. En ese sendero entre uno y otro, de ning煤n modo lineal y no siempre con bandos claramente definidos, se pueden ver las huellas del malestar argentino. Es precisamente ese sendero, con una fuerte impronta educacional, pero con consecuencias que se derraman a todos los campos de la vida del pa铆s, el que recorre Adriana Puiggr贸s en su 煤ltimo libro, El lugar del saber. Conflictos y alternativas entre educaci贸n, conocimiento y pol铆tica.
Escritos 鈥渁l correr de la pluma鈥, pero no por ello sin rigor ni erudici贸n, estos ensayos constituyen un diagn贸stico perfecto (aunque, afortunadamente, no inapelable) del estado de situaci贸n del pa铆s, cuyas causas, como no pod铆a ser de otra manera, se hunden en la historia. Aunque el libro por momentos corre el riesgo de reducir las causas del derrumbe argentino meramente a lo educativo, sale indemne del peligro al trascender las fronteras de las ciencias de la educaci贸n, yendo de la teor铆a educativa a la historia de las ideas y al an谩lisis pol铆tico (que incluye, por poner un ejemplo, fuertes autocr铆ticas a la Alianza, de la cual particip贸 la autora desde el Frepaso, y espec铆ficamente a uno de sus l铆deres, Chacho Alvarez).
Desde el pr贸logo, la autora marca cu谩les son los ejes que la guiar谩n a lo largo de todo el libro: el fracaso de todos los proyectos de reforma del sistema escolar mitrista-sarmientino, las dificultades hist贸ricas para el desarrollo de un liberalismo cat贸lico democr谩tico y de un bloque de centroizquierda razonable, la mercantilizaci贸n de la educaci贸n p煤blica, la inclusi贸n del concepto de trabajo en los programas educativos, la desarticulaci贸n entre el conocimiento y la producci贸n, y finalmente la mezcla de admiraci贸n y abandono hacia los investigadores y cient铆ficos.
M谩s all谩 de estos ejes expl铆citos, se puede ingresar al libro a trav茅s de otros ordenamientos no menos arbitrarios. Por ejemplo, a trav茅s de las sucesivas pol茅micas entre educadores 鈥渢radicionalistas鈥 y reformistas que descreyeron de aquel mito agrario e impulsaron sin 茅xito un sistema educativo que formara para el trabajo y la industria. Tal el caso de la disputa que sostuvieron Sarmiento y Manuel Pizarro, ministro de Instrucci贸n P煤blica del primer gobierno de Roca, quien en 1881 se quej贸 del estado de la educaci贸n primaria y secundaria y propuso orientar los contenidos hacia el desarrollo industrial y la capacitaci贸n laboral. O aquella otra pol茅mica que enfrent贸 seriamente al mismo Sarmiento con Jos茅 Pedro Varela, el fundador de la escuela uruguaya, respecto de la educaci贸n popular.
Tambi茅n se podr铆a citar como ejemplo del modus operandi del libro sus an谩lisis de las vanguardias o de c贸mo se vivi贸 la primavera camporista enla universidad. O las consideraciones que Puiggr贸s hace respecto de Houssay como ejemplo de cient铆fico olig谩rquico sin compromiso con el devenir social (鈥渁 pesar de sus importantes hallazgos individuales, fue una traba para el avance de la ciencia en el pa铆s鈥).
Finalmente, se podr铆a decir que el prop贸sito general del libro es instaurar un nuevo sentido educativo en la Argentina: salir de la ya perimida dicotom铆a civilizaci贸n o barbarie, y replantearla de tal modo que los pares sean educaci贸n para la formaci贸n de una cultura general versus capital social para el desarrollo. Es decir, que aquello de 鈥済ranero del mundo鈥 no da para m谩s.
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