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Sábado, 3 de diciembre de 2011
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La semana negra de Macri

El bloque oficialista en la Legislatura pinch贸 la renovaci贸n de la ley de patrimonio. Hubo gritos y discusiones para disciplinar el bloque. La amenaza de destrucci贸n que se abre este mes.

Por Sergio Kiernan

Esta ciudad est谩 ahora llena de gente muy entristecida y muy indignada por la movida que orden贸 el jefe de Gobierno porte帽o para destruir la poca ley que protege nuestro patrimonio. El gesto y la orden fueron abiertos y expl铆citos, cosa admitida por quienes los cumplieron. Incluy贸 truquitos varios de diputados oficialistas, c贸mplices extrapartidarios y un cierto nivel de truculencia hacia los d铆scolos internos. En este primer s谩bado de diciembre, todo indica que Mauricio Macri se va a dar el gusto de empezar el a帽o de su segundo mandato sin esa incomodidad que fue el r茅gimen especial de protecci贸n que tantos negocios les arruin贸 a los especuladores inmobiliarios.

Tanta agresi贸n a tan poca cosa muestra que esa industria, la favorita de Macri, no tolera la menor interferencia en sus intereses. Muchas veces se dijo que esta afirmaci贸n era una exageraci贸n, pero los sucesos de los 煤ltimos diez d铆as prueban que cuatro a帽os de tener siquiera que preguntar antes de destruir el patrimonio fueron intolerables para los especuladores. Y el macrismo respondi贸 con una energ铆a que no pone para evitar derrumbes que cuestan vidas.

Lo de tan poca cosa no es un desprecio sino una descripci贸n: Buenos Aires no tiene un sistema serio de protecci贸n del patrimonio edificado, ni un aparato legal, ni un cuerpo de inspectores, ni una autoridad competente. Apenas tuvo el parche del R茅gimen Especial, que cre贸 a las apuradas el tr谩mite por el cual toda demolici贸n no pod铆a salir por ventanilla, rapidito y sin preguntas, sino que ten铆a que ir antes a una entidad llamada Consejo Asesor en Asuntos Patrimoniales, un sello de goma que hasta ese momento asesoraba a los ministros de Desarrollo Urbano, en general busc谩ndoles argumentos para dejar hacer.

El contexto fue el de las semanas previas a la asunci贸n de Macri, hace cuatro a帽os, cuando estall贸 inesperadamente el caso de la Casa Bemberg. Eran los 煤ltimos d铆as de Jorge Telerman, que hab铆a sido humillado en las elecciones al caer en la primera vuelta. Como hab铆a adelantado el voto, siguiendo alg煤n incre铆ble c谩lculo electoral, qued贸 varios meses en una posici贸n de total par谩lisis. Ese mismo a帽o se estaba haciendo conocido un grupo, Basta de Demoler, que hab铆a intentado salvar La Mutual, en Callao y Paraguay, con un piquete colorido y un amparo judicial, algo todav铆a novedoso. Ese amparo sali贸 mal, pero el siguiente, gracias a una idea del abogado Diego Hickethier, sali贸 m谩s que bien. En esos tiempos feraces, el Ejecutivo dejaba destruir cualquier cosa que no estuviera catalogada en firme por la Legislatura. Bastaba presentar el tr谩mite por ventanilla y ni siquiera importaba si los diputados ya hab铆an votado la primera vuelta (el tr谩mite de catalogaci贸n es deliberadamente m谩s dif铆cil que el de legalizar el LSD o el homicidio calificado, mociones que se votar铆an en vuelta 煤nica).

Basta de Demoler argument贸 que esto creaba un conflicto de poderes, ya que el Ejecutivo imped铆a que el Legislativo hiciera su trabajo al dejar demoler, lo que transformaba el tema en abstracto. La ONG gan贸 el amparo, el gobierno porte帽o apel贸 y la C谩mara no s贸lo sostuvo el fallo sino que dijo que era tan pero tan de sentido com煤n que se deb铆a extender a todos los casos similares. De hecho, la Justicia le orden贸 al gobierno que inhibiera autom谩ticamente todo inmueble que tuviera siquiera un proyecto de ley en consideraci贸n, hasta que se resolviera la cuesti贸n.

Esta obviedad le pareci贸 una cat谩strofe a una industria acostumbrada a hacer lo que quiere y protest贸 de viva voz con argumentos como 隆desocupaci贸n! o el remanido 鈥渜uieren que la ciudad sea un museo鈥. Pero el macrismo no quer铆a una crisis en medio de la asunci贸n y por eso se vot贸, sin problemas, una idea de la entonces diputada Teresa de Anchorena, presidenta y creadora de la Comisi贸n de Patrimonio legislativa. Anchorena tom贸 una de las iniciativas m谩s vergonzosas de Telerman, el Paisaje Cultural de la Ciudad 鈥損iadosamente olvidada por la Unesco鈥 y propuso que todo edificio anterior al primer d铆a de 1941 no pudiera ser demolido sin ser analizado como una pieza del patrimonio. La fecha responde simplemente a que existe un relevamiento a茅reo de la ciudad, manzana por manzana, realizado en 1940, que sirve de banco de datos base. El que quisiera destruir un edificio ten铆a que aceptar que el Consejo Asesor del Ministerio de Planeamiento Urbano viera el caso. Como para que nadie se alarme, el Consejo s贸lo pod铆a recomendarle a la Legislatura que catalogara, no catalogar. Pero si no le encontraba el valor al edificio, la demolici贸n era inmediata.

Con lo que todo era apenas un parche, con un Consejo con mayor铆a oficialista 鈥揷on las funcionarias 鈥渄e carrera鈥 acostumbradas a decirle s铆 a quien sea el gobernante de turno鈥 y alojado en la trinchera enemiga, la del mismo ministerio que autoriza las demoliciones. Los cuatro a帽os siguientes mostraron claramente la hilacha del macrismo en estas cuestiones: no se invirti贸 un centavo en crear un cuerpo de inspectores eficiente y capaz, no se dio la menor se帽al pol铆tica de rigor, no se reglamentaron leyes como la de Patrimonio o la de inspecci贸n de pozos de obra, no se castig贸 al que demuele en trasnoche y sin permiso.

Pero gracias a la presi贸n de vecinos y ONG, y a sorpresas como las iniciativas del defensor porte帽o adjunto Gerardo G贸mez Coronado o la aparici贸n de M贸nica Capano en un asiento del CAAP, el Consejo no pudo descartar todo y tuvo que frenar muchas demoliciones. El macrismo se encarg贸 de que ning煤n expediente llegue a la Legislatura, pero las piezas patrimoniales no se pudieron demoler igual.

La ley que creaba este sistema duraba apenas un a帽o, y en diciembre de 2008 fue renovada por otro a帽o y extendida a toda la ciudad. Esto fue una iniciativa del diputado oficialista Patricio Di Stefano, que acaba de terminar su mandato y parte al Ejecutivo con un gesto que, como se ver谩, lo deja en un lugar muy cuestionable. Es que despu茅s de exactamente cuatro a帽os de funcionamiento, Macri en persona orden贸 que se termine con el r茅gimen, que su bloque legislativo no s贸lo le vote en contra sino que ni siquiera tenga despacho de comisi贸n.

Por eso el viernes de la semana pasada hubo un pase de magia en la comisi贸n de Planeamiento, una de las dos que tienen que aprobar el proyecto antes de su votaci贸n. Los diputados PRO fueron, escucharon a los vecinos 鈥搎ue inclu铆an a Basta de Demoler, Proteger Barracas, la Protocomuna Caballito y al menos seis Juntas Hist贸ricas barriales鈥 y se fueron sin firmar. La presidenta de la comisi贸n, Silvina Pedreira, se hizo la sorprendida y su directora, B谩rbara Rossen, se mostr贸 satisfecha con el ataque a una ley 鈥渜ue no me gusta鈥. El 煤nico PRO que firm贸 fue Di Stefano.

Y como para probar qu茅 fuerte es la orden que recibi贸 Cristian Ritondo, Di Stefano fue obligado a retirarla, gesto in茅dito en los anales de la casa. Seg煤n parece, la discusi贸n fue violent铆sima y larga. Ritondo tiene un car谩cter tal que una vez tuvo que ser contenido por la Polic铆a Federal dentro del edificio mismo de la Legislatura cuando se le fue encima a un vecino para pegarle. Todav铆a se recuerda el grito del sargento que lo ten铆a del pecho, que le repet铆a: 鈥溌ero usted es un diputado!鈥. Es un violento y triste final para la gesti贸n de Di Stefano, que sucedi贸 a Anchorena al frente de la comisi贸n patrimonial y protegi贸 120 manzanas del Centro con sus proyectos de la City y la amortiguaci贸n del APH 1 de San Telmo.

Lo que sigue es un misterio. Dependiendo de a qu茅 diputado se consulta, resulta que con las firmas de la oposici贸n alcanza o no alcanza para que la renovaci贸n de la ley pase al plenario. Ni hablar de c贸mo puede resultar una votaci贸n con el PRO disciplinado a los gritos: especular es in煤til. De hecho, en la sesi贸n de este jueves, rodeados de docentes airados que ni los dejaban salir del edificio, los diputados del PRO se negaron terminantemente a tratar el tema sobre tablas. Cristian Ritondo fue la voz cantante en la negativa, con el diputado Moscariello argumentando que 鈥渆sa ley鈥 ya se hab铆a renovado 鈥渄emasiadas veces鈥.

Con lo que en el llano abundan las ideas para tratar de frenar la destrucci贸n que se viene. Como m铆nimo, la orden de Macri nos presenta un verano en que caer谩n edificios a izquierda y derecha, de modo de despejar terrenos para los especuladores. Tres o cuatro meses de piqueta libre significan fortunas inmobiliarias, un colch贸n de lotes muy valioso.

La idea de m谩xima es realmente inquietante: que nunca m谩s haya una ley como 茅sta. No s贸lo volver铆amos a los tiempos silvestres de la demolici贸n por ventanilla, donde el aspecto patrimonial literalmente no existe, sino que quedar铆a en el aire todo lo admitido hasta ahora por el CAAP. Esos edificios no fueron todav铆a catalogados, la ley que cre贸 el tr谩mite no existe m谩s, las empresas reclaman su liberaci贸n con abogados... El resto puede imaginarse.

Con lo que ya est谩n circulando ideas que respondan con la misma violencia conceptual a la prepoteada de Macri. Unos hablan de cubrir al jefe de Gobierno de demandas judiciales y amparos. Otros de plantarle una 鈥渃arpa docente鈥 del patrimonio. Lo que est谩 surgiendo claramente ante esta agresi贸n es una coordinaci贸n de las organizaciones barriales que en poco tiempo puede resultar en un frente de acci贸n.

Y si es por hacer algo fuerte y claro, los diputados opositores podr铆an simplemente presentar un proyecto de catalogaci贸n de todo, pero todos los edificios construidos en Buenos Aires antes de 1941, sin excepci贸n ni listado siquiera. Es realmente la opci贸n nuclear y no se aprobar铆a ni al anochecer del D铆a del Arquero. Pero, como marca la ley, la mera existencia del proyecto, con n煤mero de mesa de entrada, inhibir铆a todo el patrimonio porte帽o de un plumazo hasta que se resolviera la cuesti贸n. Eso forzar铆a al macrismo a negociar una salida civilizada y no una lista de deseos de los lobbies, negociaci贸n que no podr铆a ser por la ventanilla o en el CAAP tan complaciente, sino en la misma Legislatura.

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