El actual gobierno porte帽o es un fen贸meno cosm茅tico, de superficies, que se pone serio s贸lo a la hora de defender los intereses de los especuladores inmobiliarios. Esto es por dinero y por vocaci贸n, ya que, como dijo famosamente el subsecretario de Desarrollo Urbano, H茅ctor Lostri, en la SCA, toda la cadena de mando est谩 formada por profesionales 鈥渄e la industria鈥. Se nota.
Pero cuando no se trata de desa-rrollos inmobiliarios, de llevar ejes de aqu铆 para all谩 para comprar barato, destruir y construir torres, el macrismo se pone frivol贸n y, peor, caprichoso. Es lo que parece estar pasando en San Telmo con un asunto que ni deber铆a figurar en la agenda, los empedrados.
El problema empez贸 casi en simult谩neo con la asunci贸n de Mauricio Macri a fines de 2007 y fue el primer destello p煤blico de una figura cercana y poderosa, el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain. Hombre altanero, Chain no tuvo problemas en nombrar a Lostri, que es su socio comercial en la construcci贸n, como su segundo, marcando un estilo que 鈥搒e ver谩 m谩s abajo鈥 hizo escuela en el nuevo gobierno.
Lostri tiene, para desgracia nuestra, ganas de ser un ministro recordado por su obra. Esto en general termina en que un funcionario poderoso ejerce sus obsesiones en la tela de la ciudad. En este caso, Lostri adora alterar calzadas y crear adefesios in煤tiles como las esquinotas de Palermo, Viejo y Soho, o arruinar paisajes estables como el de Recoleta. Para mayor amargura, su equipo no parece ser muy ducho en hacer licitaciones, con lo que sus obras se desarman en tiempo real, afectadas por una vejez acelerada.
Pero su primer proyecto fue peatonalizar la calle Defensa, de Plaza de Mayo a Parque Lezama, proyecto que lanz贸 con el famoso bombo y su socio el platillo sin pensarlo demasiado. Por ejemplo, no hab铆an pensado en el esquema de transporte excepto para decir que los bondis deber铆an circular por el Bajo y por la 9 de Julio, creando un 谩rea de ocho cuadras sin colectivos. Tampoco se acordaron de consultar con la Procuraci贸n y se enteraron, papeloneramente y muy tarde, de que el gobierno porte帽o no puede peatonalizar: necesita una ley de la Legislatura.
Lostri zaf贸 inventando la 鈥渟emipeatonalizaci贸n鈥, que termin贸 estrenando en la casi rid铆cula calle Suipacha 鈥揳sfalto agujereado para poner arbolitos鈥 porque no pudo usarla en Defensa. El barrio se le plant贸, tuvo que aceptar una audiencia p煤blica humillante y termin贸 con un amparo presentado en noviembre de 2008 por los vecinos de San Telmo Preserva y por la entonces diputada Teresa de Anchorena, que presid铆a la Comisi贸n de Patrimonio.
El amparo funcion贸 porque Lostri tampoco pregunt贸 a la Procuraci贸n sobre qu茅 otras cosas ten铆a que abrir el paraguas, con lo que no sab铆a de la existencia de la ley 65. Para no cargar las tintas, digamos que los funcionarios municipales y aut贸nomos hab铆an hecho de esa ignorancia una tradici贸n que de ninguna manera arranca con el macrismo. La ley 65 simplemente manda preservar el empedrado tradicional donde exista todav铆a.
La ciudad se avino al amparo y acept贸 un convenio con los vecinos. El acuerdo tomaba una zona equivalente al Casco Hist贸rico ampliado, hasta Entre R铆os, y simplemente consist铆a en no levantar el empedrado. Simple, 驴no? El Ejecutivo nada m谩s ten铆a que prometer no hacer algo que le ped铆an con un juez delante.
Esto impidi贸 nuevas fantas铆as en las calzadas, como el vergonzoso parche que se termin贸 haciendo en Defensa e Independencia, una cuadrita 鈥渕odelo鈥 malamente empedrada y con las veredas rasantes que cost贸 semanas y semanas de trabajo. Pero no impidi贸 que el Ejecutivo porte帽o hiciera trampa. Por ejemplo, en Defensa entre Garay y Brasil, donde cada hundimiento de adoquines es reparado con una buena capa de asfalto caliente. De a poco, la cuadra se va llenando de asfalto como para superar el 40 por ciento y poder asfaltarla para valer.
Los vecinos denunciaron esta y otras violaciones del acuerdo ante la Justicia y recibieron una respuesta estupenda: que la causa hab铆a caducado. Como no hab铆a y nunca hubo una causa 鈥搖n amparo no es una causa y por eso no tiene plazos鈥 el representante de los vecinos, Diego Hickethier, apel贸 y logr贸 que los jueces admitieran el error t茅cnico, con lo que pronto se sabr谩 qu茅 deciden sobre los actos del gobierno.
Mientras, como cuenta la vecina y activista Patricia Barral, la ciudad aprovech贸 para ir tapando baches de mala manera, asfalt谩ndolos. Los vecinos est谩n documentando cada caso, para la Justicia.
Basta de Demoler acaba de presentar ante la Justicia una ampliaci贸n de argumentos para impulsar la medida cautelar para evitar el bodoque que quieren construirle al ladito de nuestro convento de Santa Catalina. Lo que logr贸 establecer la ONG es la 鈥渋naudita鈥 manera en que se permiti贸 la obra en el estacionamiento que tomaba Reconquista de C贸rdoba a Viamonte, subiendo media cuadra en ambos lados rumbo a San Mart铆n. El proyecto es una mole que toma la cuadra entera, con 60 metros de altura, varios subsuelos de cocheras y casi 46.000 metros cuadrados.
El misterio es por qu茅 este terreno no figura en el listado del Area de Protecci贸n Hist贸rica Catedral Norte. La respuesta es simple: s铆 figura. Cuando se vot贸 en primera lectura el proyecto de ley 2718/09 el lote estaba claramente incluido. Esto ocurri贸 el 15 de febrero de 2011, con lo que el lugar deber铆a haber sido inhibido por completo para toda obra. Pero apenas quince d铆as despu茅s, el 2 de marzo de 2011, la Direcci贸n General de Interpretaci贸n Urbana emite una resoluci贸n aprobando el enorme proyecto.
Para mayor misterio, el 26 de octubre de 2011 se vota por segunda vez y final la ley 3943, con el faltante de este terreno. Esto es 鈥渋legal鈥, seg煤n Basta de Demoler y toda l贸gica posible. Seg煤n la ONG, primero se da un permiso que no procede y luego se toma el muy grave paso de sacar el terreno de una ley 鈥揷osa imposible de hacer legalmente鈥 para blanquearlo.
Pero hay m谩s. Resulta que el que firm贸 la resoluci贸n del 2 de marzo de 2011 autorizando la obra es el director general Antonio Ledesma. Y el que recibi贸 el beneficio es, entre otros, el arquitecto Roberto Parysow, autor del proyect贸n en cuesti贸n. Es como m铆nimo una falta de elegancia, ya que Ledesma y Parysow son socios. Por ejemplo, en 2008 lograron el segundo premio del proyecto para la 鈥渁decuaci贸n鈥 del edificio del CPAU en la calle 25 de Mayo, junto a Emilio Schargrodsky, Luc铆a Mazzaglia, Gabriel Galv谩n y un equipo de catorce arquitectos y dos ingenieros. De paso se se帽ala que Ledesma ya era funcionario p煤blico en ese momento...
Para seguir mostrando c贸mo funcionan ciertos vasos comunicantes, fue el mismo Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo el que sali贸 a defender el proyecto de Parysow autorizado por Ledesma. El CPAU es la colegiatura obligatoria profesional del gremio y se comporta como un estudio de lobbistas para la construcci贸n con C may煤scula: a mayor obra, la empresa y el estudio, mayor el entusiasmo. Por eso, esta semana aparece la arquitecta Cristina Fern谩ndez, secretaria y consejera del CPAU, en La Naci贸n defendiendo el muro junto al convento con toda energ铆a. Fern谩ndez dice, suelt铆sima de cuerpo, que 鈥渆n Europa hay muchos lugares donde hay una edificaci贸n al lado de una iglesia de 500 a帽os y no pasa nada鈥. Lo dec铆a para se帽alar que se puede construir sin derrumbar a los vecinos, pero dej贸 entre muchos patrimonialistas bien viajados la gran duda: 驴d贸nde se hacen edificios de 60 metros al lado de iglesias hist贸ricas?
La arquitecta se hizo notar por su en茅rgica condena de la ley 2548, la que crea el sistema de protecci贸n especial para edificios anteriores a 1941. Se la vio una y otra vez en la Legislatura, tratando de convencer a legisladores de que era una ley nociva para la construcci贸n, la arquitectura y el urbanismo. En la nota citada, se le escapa que si se hacen as铆 las cosas 鈥渘o se construir铆a nada en much铆simos lugares de la ciudad鈥, que es su verdadera preocupaci贸n. Y la del CAAP.
Qu茅 contraste entonces con la nota de este mi茅rcoles de Miguel Jurado, el editor adjunto del suplemento ARQ de Clar铆n y persona perfectamente inocente de toda sospecha de querer 鈥渕useificar鈥 la ciudad. Jurado explica con tino que 鈥減reservar es tambi茅n generar condiciones espaciales que jerarquicen un edificio鈥. El autor hasta confiesa que 鈥渕e da bronca que los pocos vestigios de nuestro pasado colonial se tiren a la marchanta con ignorancia supina鈥.
Qu茅 buenos y qu茅 blandos que son nuestros funcionarios porte帽os, que perdonan todo si uno se porta bien... Como con Pap谩 Noel, la bronca termina y los regalitos eventualmente llegan. Parece que es el caso de la espantosa obra de Vicente L贸pez 1825/1827, que arruin贸 por completo la coqueta casa que aloj贸 por muchos a帽os el restaurante Au Bec Fin.
La cuadra es de honor, con pocos edificios modernudos y un Bustillo residencial poco conocido, magn铆fico ejemplo de su personal interpretaci贸n minimalista de los estilos cl谩sicos. Entre la esquina francesa de Callao, con una importante mansarda, y un edificio de departamentos peque帽o y notable por su planta baja, est谩 la casa-restaurante, de planta baja y primer piso, entrada port cochiere y puerta de servicio. Afrancesada, de piel de piedra Par铆s, con buena herrer铆a, un buen d铆a le levantaron cinco pisitos enanizados, con ventanitas cuadraditas y destino hotelero.
Justo al mismo tiempo estaban haci茅ndole lo mismo al cercano Club Franc茅s, con los resultados siniestros que pueden apreciarse, con lo que este suplemento tuvo un comentario sobre ambas obras condenando, en t茅rminos de est茅tica, la flamante moda. Todo result贸 peor: la obra de Vicente L贸pez era ilegal y fue clausurada.
Ah铆 qued贸 el mamotreto, juntando polvo, hasta que muy recientemente volvi贸 a la vida con el nombre de 鈥淟o de L贸pez鈥, con destino hotelero pero con un lado 鈥渄e inversi贸n鈥 porque los privados pueden comprar un departamento que ser谩 alquilado a turistas. El proyecto ahora lo hace el estudio De los Heros, Ferrero y Boyadjian, de un modernismo inmitigable, super cool, teatral y totalmente en contradicci贸n con el edificio original, la cuadra y el Bustillo.
Pero lo fascinante es el cartel de obra, que avisa que se trata de una 鈥淢odificaci贸n de obra en ejecuci贸n鈥. El n煤mero original es el 41.390/07, pero la aprobaci贸n del nuevo proyecto es del 16 de febrero de este a帽o. Para darse una idea de qu茅 les perdon贸 el gobierno porte帽o a los infractores, se lee all铆 mismo que se trata de un terreno de 172 metros cuadrados, con una casa original de 405 sobre el que se construyeron 981 m谩s por un total de 1387. Parece que nunca a nadie se le ocurri贸 que los infractores tuvieran que demoler lo que hab铆an construido ilegalmente.
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